Otro fin de semana de desmadre: 43 multas por incumplir las restriciones

Pese a las continuas advertencias de las autoridades sanitarias y también del pazo de Raxoi, los fines de semana siguen siendo un desmadre en Santiago. Así se desprende del parte de incidencias que hizo público el Concello este lunes, en el que detalla que un total de 43 personas fueron sancionadas entre el viernes y el domingo por no cumplir las normas establecidas para frenar los contagios de coronavirus. Si bien la cifra bajó un poco con respecto al anterior fin de semana, cuando se interpusieron un total de 52 sanciones por este motivo, lo cierto es que todavía sigue siendo un número muy alto.

La mayoría de las propuestas de sanción, hasta 35, se tramitaron entre las ocho de la mañana del viernes y la misma hora del sábado. Este último día y el domingo las infracciones se redujeron considerablemente, contabilizando cinco y tres, respectivamente, es decir, un total de ocho que se suman a las 35 del viernes.

El mal uso de la mascarilla sigue encabezando los motivos de propuesta de sanción. Así, de las 43 multas que la Policía Local interpuso este fin de semana, un total de 21 se justificaron por la mala utilización de la protección buco-nasal obligatoria, una de las medidas que los expertos consideran fundamentales para poner freno a la transmisión del COVID-19. Los agentes cazaron a 17 personas el viernes sin mascarilla o haciendo un mal uso de la misma, a las que se sumaron otra el sábado y tres el domingo, que además no eran convivientes.

Saltarse el toque de queda, fijado entre las 23.00 y las 06.00 horas, suele ser otra de las infracciones habituales. El fin de semana fueron interceptadas ocho personas circulando por la vía pública fuera del horario establecido, cinco el viernes y tres el sábado.

A estas sanciones también hay que añadir dos fiestas en pisos, una el viernes y otra el sábado, cuyos responsables fueron multados por los agentes municipales. Pero no cabe duda de que la noticia del fin de semana fue la fiesta ilegal que se desarticuló en un bajo comercial de la rúa Nova de Abaixo. Tal y como adelantó en exclusiva EL CORREO GALLEGO, un total de doce personas no convivientes fueron identificadas y propuestas para sanción administrativa por incumplir las normas anti-COVID. Una información que ayer ratificó en rueda de prensa en la Casa Consistorial el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, quien confirmó que después de que una de las asistentes pidiese “ayuda sanitaria”, los agentes pudieron entrar en el local y realizar hasta 12 propuestas de sanción.

Cabe recordar que fueron los vecinos los que denunciaron en la madrugada del sábado que se estaba produciendo una fiesta en un bajo comercial de las galerías del número cuatro. La Policía Local se presentó allí a las 03.00 horas, pero no lograron que los asistentes les abriesen la puerta. Así, puntualizó Bugallo, sobre las 07.00 horas uno de los asistentes a la fiesta, una mujer, “pidió auxilio” por “una crisis de ansiedad”. A la llegada de la ambulancia para prestar asistencia sanitaria, los agentes pudieron entrar y confeccionar 12 propuestas de sanción.

Todo esto en medio de la crispación generalizada del vecindario por la actividad que se desarrolla en el local, rodeada de misterio. Pero lo que más preocupa a los vecinos es el “insoportable olor a porro que se desprende del local y que impregna todas las viviendas de las plantas superiores, además de las propias galerías, donde hay otros negocios”.

La comunidad de propietarios ya presentó una denuncia en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía para reclamar la reposición de la verja del acceso principal a la zona comercial, que tuvo que ser forzada por los efectivos policiales para poder entrar al local, dado la negativa de los implicados a abrir la puerta; y también los daños que aparecieron en los baños comunitarios. Los vecinos que Urbanismo controle la actividad del local y los fuertes y habituales olores a cannabis.