Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Pequeñas grandes historias de una ciudad fascinante

{pequeñeces a porrillo}

La Colmena, que inmortalizó nuestro Nobel Camilo J. Cela, puede aplicarse cada día a una ciudad que respira universalidad y a la vez aldeanismo, en el buen sentido del término. Santiago es un pueblo de la provincia, para algunos coruñeses, una ciudad inolvidable, para muchos de los que nos visitan, una joya en piedra, para estudiosos, y un lugar para vivir y hasta para morir, que opinamos algunos. Grandeza y miseria a la vez. Senectud y juventud conviviendo con total normalidad. Sabiduría y ganas de aprender codo con codo. Y pequeñeces a porrillo.

{datos, datos, datos...}

Una de ellas es la de algunos vecinos del barrio del Sar (la mayoría adictos a Compostela Aberta) que han denunciado no hace poco en estas páginas el caos en el que se convirtió la zona. El alcalde

Xosé Sánchez Bugallo, recién llegado a la alcaldía, se vio forzado a

rematarla porque el anterior (aquel señor del que nunca nada más se supo) fue incapaz. Pues bien, las quejas de ese grupito sostienen que hay exceso de velocidad, atropellos, que se convirtió en alternativa para circular en lugar de otras arterias y otras zarandajas en la misma dirección.

Pero la realidad es muy distinta. Resulta que en una calle empedrada, vistosa, cómoda y muy agradable a la vista, con los vecinos encantados, la media de circulación es de 1.300 vehículos día, frente a los 57.000 que registra el túnel de circunvalación. Y ocurre que en dos años y medio de tráfico, solo se ha producido un atropello gracias a que la velocidad media está más que controlada por dos radares y un semáforo. O sea, demagogia, falar por non estar calados, y mentir como bellacos.

{eloína y el aparcamiento en el hospital clínico}

Otra cuestión que debería preocuparnos es la falta de entendimiento para mejorar el desastre de cada día, todos los del año, en los alrededores del CHUS, con aceras, rotondas, calles, plazas y los más inverosímiles rincones atestados de coches, además de colas interminables. Hubo conversaciones entre la alcaldía de Santiago y la gerencia del Complejo Hospitalario para entrar a fondo en un problema endémico que nos afecta a todos. Pues bien, aunque el regidor local abogó por establecer un convenio que permitiera al concello la gestión del aparcamiento en la zona, además de ceder un terreno para ofertar muchas más plazas de aparcamiento, no hay manera. Todo está enquistado pese a la buena disposición municipal. ¿Cómo es posible que ocurran estas cosas? ¿No deberían sentarse Eloína Núñez y Sánchez Bugallo para cerrar un acuerdo que nos permita a todos ser un poco más felices?

{polémica en concheiros}

Un día sí y otro también crujen al

mandatario local por los problemas derivados de la remodelación de Os Concheiros. Una herencia envenenada. La Xunta (el Camino de Santiago manda) planificó el proyecto, lo redactó y lo aprobó gobernando el entonces regidor Martiño Noriega. Pero de aquellos polvos, estos lodos. Lo que mal empieza mal acaba. Y lo que nos queda por sufrir...

{¿ocultos intereses en el viejo hospital de galeras?}

¿Qué se esconde tras cinco años de inacción en el viejo Hospital de Galeras? EL CORREO desveló el domingo pasado una trama que semeja aquella serie televisiva titulada Historias para no dormir. Dicen que un empresario al que le gusta pasar desapercibido (él

sabrá por qué) lleva cinco años jugando al gato y al ratón con la

Universidad de Santiago a propósito del cierre de una operación que nació siendo rector Juan Manuel Viaño y continúa con el actual, Antonio López, a punto de ser confirmado en una próxima elección por cuatro años más. El

edificio se adquirió por más de siete millones de euros y una parte del total se fue aplazando durante un quinquenio (presuntamente incumpliendo la legalidad). Dentro de unos días, el comprador, que recibió un ultimátum de la USC, deberá cancelar el importe de la compra desembolsando una cantidad de seis cifras. Si no lo hace, se le verá el plumero y el asunto acabará en los tribunales. Será entonces el momento de desvelar la trama y el personaje oculto. Estén atentos al Buscón.

{trinan los empleados públicos de santiago}

Santiago es la capital administrativa de Galicia y los funcionarios que asientan aquí sus reales se cuentan por millares. Muchos de ellos pertenecen a Muface (Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado). Pues bien, la indignación -cabreo o algo peor dicen los más exaltados- es de campeonato. La oficina que funcionaba en Santiago la han cerrado y obliga al traslado forzoso a Coruña a todos los que necesiten hacer gestiones tan simples como visar un parte de asistencia sanitaria. Muchos compostelanos están que se suben por las paredes. Con la cantidad de medios informáticos en plena era digital, ¿se entiende que ocurran estas cosas? Debería tener una respuesta la directora general de Muface Myriam Pallarés Cortón, a la que, como licenciada en Derecho por la Complutense, docente y galardonada con la Orden al Mérito de la Guardia Civil, se le suponen altas capacidades.

{negacionistas en el sergas}

De todo hay en la viña del Señor. El pasado viernes tomó posesión como decano de Medicina y Odontología Julián Álvarez Escudero, que es todo un señor. Fue reelegido, lo cual legitima su trabajo, y aludió de pasada a una cuestión que flota en el ambiente pero está oscurecida entre los entresijos de la tecnocracia. Fuentes fiables dicen que el presidente Feijóo, el conselleiro de Sanidade Julio García, el de Educación Román Rodríguez y el propio decano ven con buenos ojos la creación de la asignatura Economía de la Salud, que se quiere incorporar al Plan de Estudios de los futuros profesionales. Recursos Humanos del Sergas boicotea esta plaza, que contribuiría a que quienes tienen la obligación de curar lo hagan con el menor coste posible. Una idea aparentemente tan de sentido común, ¿puede ser cercenada por intereses corporativos? That is the question.

{preguntas del millón}

¿Cuántos cientos de millones están parados en cuentas corrientes de entidades bancarias, depositados a la fuerza por los ayuntamientos de Galicia, empezando por el de Santiago, mientras los

ciudadanos tardan semanas cuando no semestres o años en cobrar sus facturas? ¿Y qué decir de lo que están sufriendo las dos asociaciones de taxistas de Santiago, Radio Taxi y Teletaxi, que son un ejemplo de trabajo bien hecho? La solución, dentro de una semana. Aquí, en esta misma página.

16 ene 2022 / 01:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.