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ENTREVISTA
José Antonio Seijas, propietario de Calzados Seijas

“Por la cantidad de vivencias que llevo encima pienso que tengo unos 2.700 años”

De espíritu emprendedor, José Antonio Seijas es todo un hito en el mundo del comercio compostelano. A pesar de que comenzó dando clases de matemáticas, en 1993 inició su historia en el mundo del calzado y de las prendas de piel. Desde aquella, no ha parado de renovarse y crecer, estando presente en la actualidad en cuatro establecimientos de Santiago. Asimismo, en su lucha por mejorar el sector, forma parte de la directiva de la Federación Gallega de Comercio y es presidente de una asociación de comerciantes en la ciudad.

¿Qué recuerdo tiene de su infancia y adolescencia?

La verdad es que pasé una bonita adolescencia. Me crié en el barrio de Sar y estudié desde los 5 años en el Colegio Peleteiro, en la calle República Argentina, allí donde comenzaba o acababa, según como se mire, la ciudad de Santiago.

¿A qué se refiere con ello?

De aquellas, el colegio estaba en el medio del campo. La última casa antes de llegar era la Tintorería España y siempre estaba deseando que llegara el verano para irme a la aldea a casa de mis abuelos y disfrutar de la naturaleza, sobre todo de los caballos. Esta bonita mezcla siempre pulula en mis recuerdos.

¿Cómo era su relación con los estudios?

No me gustaban muchos los estudios y por eso hice una carrera universitaria más corta, la de Magisterio. Una vez la terminé, me fui a la Mili, estando destinado en Torrejón de Ardoz, en la base española que estaba con la americana. En ese tiempo fue cuando Carrero Blanco subió por los aires por una bomba de ETA y también vi como salían y llegaban de regreso los aviones americanos que desde allí se dirigían a la guerra de los siete días.

Y a su regreso, ¿a qué se dedicó?

Después de volver del periodo de la Mili, aprobé las oposiciones de profesor y estuve siete años impartiendo clases de matemáticas. Sin embargo, por aquel entonces, surgió la Gran Enciclopedia Gallega, que editaba Silverio Cañada, y yo me apunté al proyecto (pidiendo una excedencia que dura hasta hoy). Pasé a ser el director comercial de la enciclopedia, marcándome el objetivo de que la enciclopedia gallega estuviera en todos los colegios, institutos, universidades, bibliotecas y hogares gallegos. Con todo, en esta vida todo se acaba y siempre comienza algo nuevo, y sería debido a los genes que llevaba de mi madre por lo que me dediqué a otro tipo de venta.

¿Comenzó así su carrera como vendedor de zapatos?

Efectivamente. En el año 1993, me decidí por el negocio que marcaba a mi familia y abrí dos tiendas de zapatos y prendas de piel, una en Área Central y otra en República Argentina. Al mismo tiempo, empecé a viajar por todo el Norte de España vendiendo zapatos y prendas en los mejores establecimientos. Posteriormente, y dada la inercia del negocio, abrimos también tiendas en los sitios neurálgicos de la ciudad, en los centros comerciales, en la zona monumental y en el ensanche compostelano.

¿Cómo evolucionó el mercado de zapatos en todo este tiempo?

Llevo casi treinta años en el sector y recuerdo que cuando empecé los zapatos más valorados eran los de Baleares, después estaban los de la Comunidad Valenciana y apenas se vendían zapatos de fuera en las tiendas. Las marcas potentes se hacían, por tanto, en España. La moda exterior empezó a introducirse en el mercado español por la globalización y con la crisis económica muchas fábricas cerraron, por lo que ahora hay tanto producto de fuera como español, o incluso más.

Después de tantos años en el sector, ¿cómo están viviendo esta era de la covid-19?

Hace poco, cuando las cosas no iban tan bien para el comercio, creamos una Asociación en Santiago de la que soy el actual presidente. Apoyados por la Federación Gallega de Comercio, de la que también formo parte, surgió con la intención de que, juntos y unidos, los comerciantes de Santiago podamos tener más posibilidades de salir adelante, porque, como de todos es sabido, la unión hace la fuerza.

Cuando echa la vista a atrás en su carrera profesional, ¿qué se le viene a la cabeza?

Solo decirte que pienso que tengo al menos 2.700 años por la cantidad de vivencias que llevo encima. Pero también considero que me quedan, como mínimo, otras 2.700. Además, ahora ya estoy pensando en unos proyectos nuevos con otros empresarios de Santiago.

¿Cómo se ve en el futuro?

Con dificultad, pero habrá que reinventarse mucho para poder subsistir. Soy optimista, pero como cambiaron los hábitos y las formas, nos tendremos que adaptar y cambiar también el sistema de ventas.

Momentos

1 Estudios. Desde los 5 años, se formó en el Colegio Manuel Peleteiro, estudiando posteriormente la carrera de Magisterio.

2 Profesor. Durante siete años impartió docencia de matemáticas en un colegio.

3 Mundo de los negocios. Dejó las aulas para ser el director comercial de la Gran Enciclopedia Gallega.

4 Calzado. Llegó al mundo de las ventas, dice, por los genes que llevaba de su madre.

5 Primera tienda. En 1993, José Antonio Seijas abrió sus dos primeros establecimientos de calzado y prendas de piel, una en Área Central y otra en República Argentina.

6 Asociación. Como respuesta a la situación actual del comercio, dirige una asociación de comerciantes de todos los sectores en Santiago.

02 sep 2020 / 00:00
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