Preocupa que el estado del vertedero de Miramontes afecte a los manantiales

Vecinos de Miramontes denunciaron ayer “el riesgo para la salud, el silencio administrativo de los organismos competentes que velan por el medio ambiente y el desamparo” que sienten al lado del vertedero situado en la parroquia compostelana de Grixoa. Lo hicieron después de que en la madrugada de este lunes se declarase un incendio en estas instalaciones. “Reciclar no se recicla nada, más bien se entierra. A la espera de los informes de Bomberos y Policía Nacional, diversos testigos afirmaron que era insoportable respirar ese humo, provocando picor en los ojos y en la garganta”, señalan desde la plataforma de afectados por el vertedero, antes de apuntar que solicitarán estos informes, “previos a que las empresas gestoras hayan puesto bulldozer y maquinaria pesada para enterrar y apagar el fuego”.

La Plataforma instará de nuevo a la Xunta a que haga las investigaciones oportunas y tome las medidas necesarias, de modo que este tipo de incidentes no se vuelvan a repetir. A la espera de los informes, con la esperanza de que sean esclarecedores sobre el suceso, desde el colectivo indican que se sumarán a los que obran en manos de la Fiscalía de Medio Ambiente relativos a esta planta de residuos, que propiciaron la presentación en 2019, por parte de la misma, de dos querellas trasladadas a los juzgados contra las empresas gestoras a causa de incumplimientos constatados, que son Sertego Servicios Medioambientales, SL y Tecnosolos Galaicos, SL.

La Plataforma, a la vista de las fotografías y vídeos tomados, está preocupada por la posibilidad de que la impermeabilización del vaso del vertedero, se pudiera ver alterada por el incendio que sigue activo, aunque controlado.

Asimismo, tal y como está recogido en la denuncia de Fiscalía, la cantidad de materia orgánica que está depositada en el vaso “es muy superior al 10 por ciento permitido y recogido en el proyecto constructivo” de la planta. Este límite máximo del 10 % de entrada de materia orgánica “es una cuota de seguridad sobre la que se asientan los cálculos para el diseño del sistema de desgasificación del vertedero”. “Estudios técnicos relativos al diseño de los sistemas de desgasificación en vertederos destacan que este método, insuficiente para la evacuación de gases producidos por la descomposición de materia orgánica, propicia la formación de bolsas de gas que pueden derivar en incendios o explosiones”.

Por todo esto, y con unas instalaciones a menos de 500 metros de casas habitadas, “que clamarían al cielo en un país civilizado”, piden a la Fiscalía de Medio Ambiente que “entre de oficio en la investigación de este cuarto incendio, porque llueve sobre mojado. Y, como nos es más cómodo (y da más dinero) enterrar la basura que reciclarla, y como no aprendemos de casos recientes similares, ¡así estamos!”.

REACCIONES. El BNG compostelano también se manifestó ayer sobre lo sucedido en Miramontes. La edil Navia Rivas, ante el último incendio registrado en el vertedero, que afectó a más de 2.000 m2, advirtió de que la Xunta “debe adoptar medidas cautelares y de vigilancia de estas instalaciones ante los reiterados incumplimientos de las empresas que las gestionan”.

“Este es el cuarto incendio registrado en la cantera de Miramontes en los últimos años y, de no mejorar las condiciones actuales de recepción y tratamiento de residuos, con alta probabilidad se repetirán este tipo de combustiones”, señaló Rivas.

Esto es debido, añadió, a que la materia orgánica depositada en esta escombrera supera el 30 % frente al 10 % como máximo que se autorizó, por lo que el número de chimeneas de ventilación resulta insuficiente ante las bolsas de gas, la presión y las altas temperaturas que provocan deflagraciones espontáneas con la consecuente expansión de dioxinas y furanos, compuestos químicos altamente tóxicos, contaminantes y volátiles.

El BNG, tal y como señaló su concejala a través de un comunicado, requiere que la Xunta intervenga en la supervisión de estos trabajos y compruebe el grado de afectación del fuego por si se aproximó a la zona de tratamiento de amianto y a las láminas de impermeabilización, ante el riesgo de que la contaminación pudiera llegar a las aguas subterráneas, con el que afectaría a los manantiales de esta zona que tiene traídas vecinales.