Quejas de un vecino que fue atacado por un perro suelto
Un vecino de O Milladoiro tuvo que pasar la tarde de Navidad en un centro hospitalario recibiendo asistencia tras ser atacado por un perro de grandes dimensiones que, según denuncia, se encontraba suelto en un lugar por el que transitan numerosos peregrinos, ya que es parte del Camino de Santiago.
La víctima relata que salió a dar un paseo cuando, a las 18.10 horas del día 25, un can muy robusto se abalanzó sobre él a la altura de la calle Porto de Conxo. Afirma que, al verlo suelto, se apartó hacia un lado, pero el animal le cerró el paso y acabó abalanzándose sobre él. Segundos después le dio un mordisco en el brazo derecho a la altura del hombro. Por fortuna, llevaba puesta una chaqueta y eso evitó que el perro hincase más los dientes en la carne, aunque la herida tuvo que ser tratada en un centro sanitario. La prenda quedó, lógicamente, desgarrada y las fotos de la misma constan en el atestado que levantó la policía tras recibir la denuncia.
A.R. narró a EL CORREO que logró quitarse el can de encima tras saltar, para protegerse, la verja de una casa. Una vez a salvo, llamó al 112 y al lugar de los hechos acudió una ambulancia y la Policía Local de Santiago, que se encargó de levantar el atestado.
Los sanitarios evaluaron y curaron la herida, por fortuna poco profunda debido a la ropa que llevaba la víctima, pero aún así tuvo que acudir al hospital para someterse a un reconocimiento más profundo. Allí le prescribieron un antibiótico para prevenir posibles infecciones, que deberá tomar durante una semana. Los agentes le comunicaron que su denuncia fue transferida al juzgado de primera instancia de Santiago.
La víctima del ataque señala que, según le comentaron los agentes encargados de realizar el informe, el animal estaba vacunado y tenía los papeles en orden, pero insiste en que “por ley los perros no pueden estar sueltos”, pues pueden suponer un peligro para cualquier persona. Destaca, además, que la zona en la que sufrió el ataque es transitada por numerosos peregrinos que se dirigen hacia Santiago y que supone una grave irresponsabilidad dejar a un can sin vigilancia, ya que otras personas podrían padecer una situación similar o aún más grave.
“En realidad”, señala, “legalmente el dueño recibirá una pequeña multa con una pequeña indemnizacion al agredido, y este pudo haber sido gravemente herido”, por lo que exige que estos casos se traten con el rigor que merecen. “¿O es que ya no vamos a poder ni pasear con tranquilidad?”
Basta realizar una pequeña búsqueda en Internet para comprobar que la pauta seguida en la agresión sufrida por A.R. es la que aconsejan todos los expertos en la materia. Así, las víctimas de un mordisco de perro deben proceder a lavar de forma inmediata la herida, aunque parezca superficial, para intentar evitar la transmisión de cualquier enfermedad a través de los microorganismos que contienen la boca y la saliva del animal.
Aunque el perro esté vacunado, los especialistas recomiendan acudir a un centro sanitario para proceder a una correcta limpieza de la herida y recibir el tratamiento adecuado, que suele consistir en la ingestión de antibióticos para prevenir posibles infecciones.