Raxoi cambia los párquines de borde por parcelas sin ocupar del centro

Las disponibilidades económicas y las fuertes necesidades de ayudas para los sectores más damnificados por la crisis, sea en forma de subvenciones o bonificaciones tributarias, han provocado el aparcamiento temporal de los proyectos de áreas de estacionamiento de borde.

Sin embargo, sí se están tomando medidas para paliar la carencia de plazas gratuitas, especialmente en el centro de la ciudad, según explicaba ayer a este periódico el concejal de Obras, Javier Fernández, y se están acondicionando espacios para que puedan cumplir esta función.

Uno de ellos ya se arregló hace tiempo, en la Avenida de Ferrol, junto al instituto, donde mientras no se desarrolla el proyecto urbanístico previsto para la zona, se ha habilitado una parcela para que puedan aparcar los coches.

También está proyectado habilitar otro terreno libre en Cornes, cerca del humedal protegido. Se trata de un suelo sobre el que se está hablando con Adif, aunque parece que la titularidad no está clara. Asimismo, en Conxo, se ha acondicionado otro espacio para que funcione temporalmente como zona de estacionamiento libre.

De esta forma, se trataría de una solución similar a la que hace años funcionó en el solar próximo a la Casa das Asociacións de Cornes, y que tan buenos servicios prestó a las personas que acudían a trabajar, comprar o hacer gestiones en el Ensanche.

Cuando se cerró este aparcamiento se habilitó el actual de Volta do Castro, pero la mayor distancia con el centro, a pesar de que por allí pasa la línea 1 del transporte urbano, hizo que su nivel de ocupación siempre fuera sumamente bajo.

A pesar de las previsiones optimistas sobre la posibilidad de que en breve haya una vacuna contra el covid-19 y eso permita una recuperación del sector turístico durante el Xacobeo, lo cierto es que ahora las prioridades son otras, con la hostelería, el comercio y la cultura viviendo una situación crítica por el cese de la actividad y la práctica desaparición de ingresos.

La minoría mayoritaria del gobierno local precisa del apoyo o la abstención de al menos CA o el PP para sacar adelante los presupuestos de 2021, fundamentales para hacer frente a la crisis. El problema es que el socio que permitió con su abstención que salieran adelante los de 2020, ya dejó claras cuáles son sus prioridades. Para CA el esfuerzo inversor del próximo año debe ir orientado a apoyar a los sectores más damnificados, mientras que las infraestructuras no imprescindibles considera que en estos momentos deben pasar a un segundo plano.

Se apunta, pues, una negociación dura para aprobar las cuentas del próximo año, y todo indica que, salvo los proyectos que ahora mismo están en marcha, el resto tendrá que negociarlos el gobierno local uno a uno. Una opinión que también comparte otro de los grupos de la oposición, el BNG, apostando por el gasto social.

Así las cosas, estos aparcamientos de borde que deberían funcionar en 2021 parece que quedarán de momento a la espera de cómo evolucione la situación, entre ellos, el que estaba previsto en las proximidades del Clínico, y que no daría servicio solo durante el Año Santo, sino también después, a los usuarios y personal del CHUS.

En todo caso, aún las previsiones más optimistas no calculan que se superen los efectos económicos de la crisis sanitaria, como muy pronto, hasta mediados del próximo año, y que a partir de ahí se pueda recuperar el turismo, por lo que al tratase de obras sin grandes dificultades, aún quedaría un margen de tiempo razonable para poder afrontarlas si se aprecia su necesidad.