Respuesta inmediata a las necesidades urgentes

Desde el mismo momento en el que arrancó el estado de alarma y se decretó el confinamiento y la paralización de las actividades no esenciales, el Ayuntamiento de Santiago, y más concretamente el Departamento de Políticas Sociais, que dirige la concejala Mila Castro, desarrolló una intensa actividad con el objetivo de cubrir las necesidades básicas de los sectores más vulnerables de la población y los más directamente afectados.

A las carencias que ya habían sido detectadas, se sumaba entonces el problema de que muchas asociaciones asistenciales también tenían que cesar en su actividad, caso por ejemplo de las que repartían alimentos. También se presentaban otros problemas, como el de los beneficiarios de las becas de comedor escolar, que no recibían esta comida con el cierre de los centros. En esta línea, también se produjo un refuerzo de la coordinación con la Cocina Económica, y se incrementó el número de personas a las que se hizo entrega de comida directamente a domicilio.

Además de la coordinación con estas asociaciones para asumir la atención a las personas a su cargo, y la puesta en marcha de un servicio a domicilio para los escolares, una de las primeras medidas que puso en marcha por el Ayuntamiento por la crisis del covid-19 fue la habilitación del número de teléfono 010 para canalizar todas las demandas de ayuda social.

De esta forma, no solo se pudo prestar atención a las personas que solicitaban ayuda, sino también elaborar un mapa de cuáles eran las principales necesidades para actuar de forma inmediata y prever la evolución de la situación.

Así, en pocos días se puso en marcha el sistema de vales de compra para que las familias con menos recursos pudieran adquirir alimentos. Fue necesario establecer un convenio con los supermercados y tiendas de barrio para que aceptaran estos vales, y habilitar la partida presupuestaria correspondiente para sufragar unos gastos de los que se beneficiaron varios millares de personas en las ciudad, que a través de ellos pudieron adquirir no solo alimentos básicos, sino también productos de higiene, igualmente muy necesarios en tales circunstancias.

Eso sí, supuso una importante carga de trabajo para los servicios municipales, que tuvieron que evaluar previamente todas estas solicitudes, que se fueron incremento a medida que se prorrogaba el estado de alarma, y las dificultades económicas se iban agravando.

También fue necesario acometer un refuerzo del Servizo de Axuda no Fogar, para hacer frente al problema de las personas que no podían desplazarse a recibir estas ayudas, bien por razón de edad o por problemas de movilidad. Gracias a ello fueron muchas los ciudadanos que pudieron recibir el apoyo necesario en su domicilio.

Ahora, en un contexto que se ha denominado como nueva normalidad, y con la intención de garantizar la atención a las personas con necesidades asistenciales, la junta de gobierno local del Concello de Santiago aprobaba, el pasado viernes, el expediente para contratar el nuevo contrato del Servicio de Axuda no Fogar, por 9,24 millones de euros para un periodo de tres años. Este miércoles, la concejala de Políticas Sociais explicará los detalles del nuevo plan. Está previsto que el servicio de estos tres años de contrato empiece en diciembre de 2020, tal y como avanzaron desde Raxoi, antes de subrayar que el cambio principal es que el coste por hora pasa de 16 a algo más de 18 euros, así como el aumento de la cantidad de personas atendidas.

Acogida. Otra de las líneas de actuación que se puso en marcha en los últimos meses fue la dirigida a aquellos sectores más desfavorecidos, que incluso no podían disponer ni siquiera de un espacio donde refugiarse. En colaboración con entidades como Cáritas o el Seminario Menor, también se hizo un esfuerzo para encontrar un hogar a todas las personas que vivían en la calle habitualmente, y que carecían de un lugar donde confinarse.

El objetivo de todas estas medidas, tal y como inciden tanto el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, como la concejala Mila Castro, es ampliar esta cobertura a todas las personas que estén en situación de vulnerabilidad, de forma que nadie quede desasistido.