Revisión técnica de todos los problemas que sufre Concheiros

Concluyeron las navidades y es momento de ponerse de nuevo el mono de trabajo. Así, el concejal de Obras, Gonzalo Muíños, visitó ayer por la mañana la calle Concheiros, acompañado por el arquitecto municipal y varios técnicos, para evaluar el estado de una rúa que, aunque está recién urbanizada, presenta ya serios problemas. Los baches en las zonas empedradas están por todos lados, con el peligro que suponen para la circulación. De hecho, en algún punto ha tenido que colocarse una plancha metálica.

Es de esperar que se solucione este problema cuanto antes, puesto que llevan así varias semanas. Pero los problemas en la calle atañen no solo al Departamento de Obras. En lo que se refiere al tráfico, competencia también de Muíños, los problemas de la calle son quizá más graves. Se ha asumido ya con normalidad el aparcamiento indiscriminado en las aceras, una práctica habitual cualquier día de la semana y a casi cualquier hora, sin que la presencia ocasional del multamóvil haya hecho nada por mejorarlo. Más grave aún es el hecho de que muchos vehículos, y especialmente los autobuses, circulan pisando claramente la zona reservada a peatones, sobre todo cuando viene otro coche de frente. Si lo que coinciden son dos buses, los peatones ya pueden buscar un refugio seguro.

La decisión de eliminar los pocos bancos que se habían colocado en la parte impar de la calle, tomada por este mismo concejal, no solo ha dejado la reurbanización coja, con una parte con árboles, bancos y zonas ajardinadas, mientras la otra es un desierto. También ha provocado que los peatones que pasean por la acera no cuenten con ninguna protección, ya que al estar al mismo nivel de la calzada es fácil que un vehículo pueda invadir ese entorno peatonal.

En la calle queda pendiente asimismo la reurbanización en el entorno del bar Rey, en donde aparecieron dos viviendas ilegales y un depósito de gas. La obra está adjudicada, pero todavía no ha comenzado.