Es normal que la monumentalidad de Santiago de Compostela nos impulse a mirar hacia arriba: la majestuosidad de la fachada del Obradoiro, con sus tejados por los que puedes caminar, los miradores que rodean la ciudad, las innumerables capillas e iglesias... incluso la cantidad y calidad de las nubes que habitualmente transitan por encima de la ciudad. Pero si eres una persona observadora y que busca el detalle, a ras de suelo también encontrarás auténticos detalles curiosos con más historia de la que parecería a simple vista. En este artículo te presentamos cuatro de estas joyas escondidas.

Tesoros a ras de suelo en Santiago de Compostela

El 'Kilómetro Cero' del Camino de Santiago (Plaza del Obradoiro)

Casi ningún peregrino deja de hacerse una foto en la placa situada en la Plaza del Obradoiro Javier Rosende Novo

El final de todas las rutas jacobeas. La meta por antonomasia. Si Madrid tiene su 'Kilómetro 0' en la Puerta del Sol, nosotros tenemos el nuestro en plena plaza del Obradoiro. ¿Cuál es su historia?

El Camino de Santiago tiene ahora fama internacional, pero no siempre fue así. Antes de los años 90, estaba prácticamente abandonado, eran muy pocas las personas que lo conocían y menos aún las que se animaban a recorrerlo: la infraestructura para los peregrinos escaseaba, por no decir que era prácticamente inexistente; la señalización que hoy reconocemos al instante no estaba establecida y las poblaciones no estaban preparadas ni acostumbradas a acoger peregrinos . El Xacobeo '93 (¿recordáis a Pelegrín?) marcó un punto de inflexión que inició la etapa más feliz de una ruta que ahora recorren miles de personas cada año. Pero antes de eso, hubo que conseguir otros apoyos.

La Unión Europea, a través de su Consejo de Europa, declaró el Camino de Santiago como 'Itinerario Cultural Europeo' en el año 1987. Para conmemorar este hito importantísimo se colocó esta placa simbólica.

Peregrinos en el Km0 Javier Rosende

Con el tiempo, otras placas se han unido a la originaria para recordar distintas fechas importantes en el desarrollo reciente del Camino de Santiago. Pero esa es otra historia, que tendrá que esperar a otro momento.

Un pez fuera del agua en la Plaza de Mazarelos

El pez decorativo está ubicado en el muro lateral de la Igrexa da Universidade Javier Rosende

La sutil silueta de este pez, tallada en un sillar del lateral de la Iglesia de la Universidad que da a la Plaza de Mazarelos no es fácil de ver, pero una vez que la encuentres no podrás pasar por esta esquina sin echarle un vistazo.

Es uno de esos casos, no poco frecuentes en una ciudad milenaria como Santiago de Compostela, en los que el origen o procedencia de un elemento patrimonial no está del todo claro. Sin embargo, otras tallas cercanas aportan pistas: si te sigues fijando en los sillares de alrededor, encontrarás una estrella de David y algunas letras hebreas, que apuntan a la comunidad judía. Como en otros puntos de la península, la historia del asentamiento del pueblo hebreo tiene muchas sombras: apenas existe, en el caso de Santiago, documentación fiable que permita disipar las incógnitas sobre cuándo, cómo y por qué comenzaron a instalarse aquí, aunque los expertos mantienen que fue en el siglo XV, gracias a las posibilidades comerciales de un gran centro de peregrinación.

Reciclaje medieval: los arcos incrustados en el lateral de San Martín Pinario

Arcos en el muro de San Martín Pinario Javier Rosende

Si alguna vez has reformado una casa, ya sabrás que los materiales nuevos no son baratos, precisamente. Ahora imagina que estás la Edad Media, tu casa está en Santiago de Compostela, está construida en puro granito, en pleno corazón de la Zona Vieja, y que es uno de los monasterios más pujantes e influyentes tanto a nivel económico como social y espiritual. Cualquier reparación conllevaría un gasto absurdo: ir a la cantera, elegir la pieza adecuada, pagar por ella, darle la forma exacta, encajarla en su sitio... Afortunadamente, llegó un momento en que sobraran trozos de piedra debido al crecimiento de la ciudad, su modernización y las constantes reformas urbanas.

Los restos de estos arcos, incrustados en la curva que une la Plaza de la Inmaculada con la Rúa das Dúas Portas, son el ejemplo perfecto del espíritu de reaprovechamiento de la época. Pero hay muchísimos más ejemplos de la reutilización de piezas que otrora formaban parte de casas, iglesias, retablos... ¡hasta del mismísimo Pórtico de la Gloria: en 2016 todo Santiago quedaba con los ojos abiertos ante el hallazgo de una enorme estatua que, según los expertos, formaba parte de esta joya del románico recientemente restaurada, y que se había utilizado como 'relleno' de la torre sur, cuya estructura peligraba.

Un mensaje del pasado en el jardín de las Pedras que falan

Placa conmemorativa del enterramiento de la cápsula do tempo Javier Rosende

La última parada de nuestra ruta a ras de suelo por Santiago de Compostela nos lleva hasta el Xardín das Pedras que Falan, un pequeño pero acogedor espacio en la parte trasera del Pazo de Fonseca. Allí, en una esquina al abrigo de la sombra de un espectacular gingko biloba (ese árbol que es un auténtico 'fósil' viviente), está ubicada una placa bajo la que está enterrada una cápsula del tiempo. Esta historia, desconocida incluso para muchos 'picheleiros', fue fruto de la improbable pero feliz unión de la Universidad de Santiago con el colectivo Sentinel Wardrobe, responsable de iniciativas como el desfile de soldados imperiales de Star Wars o de la jornada 'Sacred Peak’, un tributo al cine de fantasía épica de los 80 que tuvo lugar en el Pico Sacro.

La cápsula fue enterrada el 27 de abril de 2013, hace ya una década. Fue bautizada en su día como "Hermes 2047", en honor al mensajero de los dioses, y será recuperada en la misma fecha, pero del año 2047, que en lenguaje binario se escribe con once unos, tal como aparece en la placa. ¿Qué contiene? ¿Quién seguirá aquí para abrirla cuando llegue el momento? Estas preguntas preferimos dejarlas en el limbo de las cosas que no sabemos sobre el futuro. Pero, desde luego, esperamos estar por aquí para contaros el final de esta historia.