Santiago espera lograr su récord de pernoctaciones en temporada estival

Santiago está de moda y los datos que salen a la luz no hacen más que corroborarlo. Con miles de peregrinos llegando cada día, a los que se suman muchos otros viajeros, la capital gallega camina hacia una temporada estival de récord. El tirón del Año Santo y la apertura de las restricciones están provocando un boom turístico, mejorando los registros del pasado 2019. Tras un positivo mes de junio (mensualidad en la que se constataron los últimos datos oficiales con 148.735 alojados), julio fue un éxito y agosto se pronostica todavía mejor. Por ello, se podrían pasar con creces en ambos meses de las 300.000 pernoctaciones, incluso rozando las cuatrocientas.

Teniendo en cuenta las estadísticas del INE y las previsiones del Concello, sólo con los hoteles de Compostela se deberían superar los 160.000 hospedados de julio de 2019. Así, atendiendo la tendencia de las últimas semanas, desde Raxoi confían en un incremento de ese dato.

En todo caso, cabe citar que el Instituto Nacional de Estadística sólo tiene en cuenta este tipo de alojamientos a la hora de realizar el cómputo global. Sin embargo, de las 15.343 plazas para viajeros que presenta la capital gallega, estos sólo cuentan con 5.647, o lo que es lo mismo, no representan ni el cuarenta por ciento de la oferta total de la ciudad.

Si bien esta modalidad sigue siendo una de las preferidas para los turistas que aterrizan en Santiago, no se puede olvidar el auge que viven las viviendas de uso turístico (VUT), incrementando en gran medida esos valores. A ello también habría que sumar otros hospedajes extrahoteleros como los albergues, el camping o las pensiones, muy comunes para los caminantes de la ruta jacobea y que, ya en junio y a nivel gallego, mostraron un crecimiento del 158 % respecto al mismo periodo del año pasado.

Todo ello pone de manifiesto que estamos ante una temporada estival de récord, en la que se podrían superar ampliamente las 300.000 pernoctaciones mensuales, una cifra elevadísima para un municipio que no llega a los cien mil habitantes, pero que se consagra como meca de la peregrinación en todo el mundo.

Estas grandes noticias para la actividad económica de la capital gallega se basan en los valores aportados por Aviturga, las asociaciones de hostelería, así como del departamento de turismo del Concello. Así, se apunta a que durante el pasado mes, hubo una ocupación media superior al ochenta por ciento (85 % en el caso de la VUT), lo que deja patente que, en el caso de elaborarse una estadística completa, se rebasarían las cantidades citadas.

De este modo, agosto ya arranca con unas previsiones espectaculares, puesto que sólo esta semana habrá doce mil jóvenes (si bien no todos duermen en el municipio) alojados en Compostela, con motivo de las jornadas de Peregrinación Europea (PEJ).

TODAVÍA EXISTE MARGEN PARA MÁS. A pesar de alcanzar marcas históricas para la ciudad, todavía habría margen para más, en base a las declaraciones del concejal Sindo Guinarte a EL CORREO GALLEGO.

El edil destaca que los alojamientos no llegaron al cien por cien de ocupación, por lo que, por esa vía, habría plazas para atraer a más turistas. Asimismo, señala que salvo algunos momentos o días puntuales, como pudo ser en el Apóstol o esta semana con la PEJ, se puede transitar por las calles de Compostela y no se observa una saturación como tal.

“Temos que entender que estamos no punto álxido do ano en canto ao volume de turistas e que hai momentos de moito tránsito de persoas polas rúas, pero son casos puntuais”, valora el edil.

En este caso, si bien existe un aumento de las personas que hacen noche en Compostela, se ha reducido notablemente, confiesa, el número de excursionistas que vienen en autobús, a tenor de los datos de la dársena de Xoán XXIII.

A mayores, cita Guinarte, las colas para la Porta Santa siendo grandes, aunque no lo son tanto en comparación con otros años. “É raro que o tempo de espera supere o cuarto de hora”, señala.

Por lo tanto, esta situación podría indicar que existe una bajada de viajeros de un día, a la vez que suben los que pernoctan, sin duda, una noticia positiva para la salud económica de Santiago.