Solo ocho viviendas del casco viejo cuestan menos de 200.000 euros
Suelen ser pisos pequeños y que por lo general necesitan un buen lavado de cara // Todos carecen de ascensor, inaccesibles para personas con movilidad reducida
Comprar una vivienda en el casco histórico de Santiago no es una operación sencilla para las economías modestas o medias. Si ayer EL CORREO destacaba la notable oferta que existe a la hora de adquirir inmuebles grandes y caros -en torno a un centenar de casas que pueden alcanzar los tres millones de euros-, el panorama cambia de una forma radical si el interesado dispone de un tope de doscientos mil euros. Por ese precio, el portal idealista.com solo ofrece ocho apartamentos de dimensiones reducidas y que, por lo general, necesitan de un buen lavado de cara para poder habitarlos con una cierta comodidad.
El más caro dentro de ese tramo es un “piso pequeño a rehabilitar en la rúa do Vilar”, por el cual su dueño pide 190.000 euros. Se trata de un apartamento de 50 metros cuadrados situado en una primera planta sin ascensor y, como ya se hace constar en el anuncio, necesita ser restaurado. Para animar a los posibles compradores, el texto destaca que la vivienda se encuentra “en una de las calles empedradas peatonales de Santiago, a cuatro minutos andando de la Catedral” y con muchos servicios a un tiro de piedra (farmacia, supermercado, correos, etc...).
Por el mismo precio, 190.000 euros, se puede conseguir otra vivienda en la plaza de la Universidade, a escasos metros de las facultades de Xeografía e Historia y de Filosofía. Se trata de un piso de 75 metros cuadrados, y de tres dormitorios, que está reformado y listo para entrar a vivir. Eso sí, se requiere estar en forma física, puesto que se trata de un tercero sin ascensor. Y de la plaza de la Universidade a la rúa da Trinidade, en el entorno de San Clemente, donde se anuncia, también por 190.000 euros, un dúplex “en muy buen estado”; situado a tan solo veinte metros de la plaza del Obradoiro y con vistas a la Catedral. Se distribuye de la siguiente manera: en la planta primera cuenta con un salón-comedor espacioso, cocina amueblada, baño completo y habitación amplia; mientras que en el bajo cubierta tiene otras dos habitaciones y baño, así como una terraza de ocho metros cuadrados.
La propuesta más económica es la de un ático situado en la rúa de Carretas, que necesita de una completa restauración y por el que piden 120.000 euros. De sesenta metros cuadrados y sin ascensor, cuenta con dos dormitorios, salón-cocina y baño, así como otro dormitorio en el bajo-cubierta comunicado tipo duplex. Los anunciantes subrayan que se encuentra al lado del Obradoiro, a cien metros de la Catedral y frente al Centro Internacional de Acogida al Peregrino. Con amplias vistas y soleada, la vivienda no goza de un buen estado de conservación y requiere de una reforma integral.
Por solo cinco mil euros más, es decir, 125.000, también se puede conseguir un minipiso localizado en plena Rúa do Vilar. Se trata de un apartamento de tan solo 33 metros cuadrados, ubicado en la tercera planta de un edificio. Cuenta con una pequeña cocina, un cuarto de baño, sala y una habitación. Desde su amplio balcón se pueden contemplar unas vistas provilegiadas del casco histórico, incluida la Catedral.
··· Los anuncios de estas ocho viviendas en venta en el casco histórico compostelano y que no superan los 200.000 euros contrasta con la oferta que recoge ‘idealista.com’ de un ‘casoplón’ situado en la Rúa Nova por el cual sus propietarios piden tres millones de euros. Se trata de una vivienda de 990 metros cuadrados, con diez habitaciones y completamente reformada. Para entrar a vivir y, además, con todo tipo de comodidades. En la descripción se indica que en la planta baja cuenta con un portal señorial, dos bajos comerciales que dan a la calle y, detrás de estos, otros tres espacios y un patio con jardín de 60 metros cuadrados. La primera planta tiene una superficie construida de unos 250 m2 y consta de cocina, despensa, dos cuartos de baño, comedor, salón, un cuarto de estar, un espacio de distribuidor-biblioteca y cuatro habitaciones; mientras que la segunda planta tiene la misma superficie, a lo que hay que sumar un bajocubierta. La casa, señala el anunciante, está libre y tiene licencia para tres apartamentos turísticos.