...Cuando la rúa de Ourense homenajeó con un monumento el tradicional oficio del afilador

Desde 1974 la rúa de Ourense, en el Ensanche, tiene un elemento que homenajea uno de los oficios tradicionales gallegos: el de los afiladores. Fue el escultor ourensano -tierra por excelencia de esta antigua profesión- Xosé Cid el que elaboró la escultura en piedra granítica. Reproduce la figura de un hombre con la rueda de afilar. Un elemento que, tal y como lo concebimos actualmente, es decir, transportable como si de una carretilla se tratase, fue ideado en Galicia, en Nogueira de Ramuín. En Compostela son muchos los que guardan en su retina la imagen de Antonio Feijoo, afilador y reparador de paraguas, en las inmediaciones de la Praza de Abastos. O, más recientemente, el sonido de aviso de Ángel Souto para hacer saber su presencia a los vecinos de las calles de Santiago. Los afiladores no eran los únicos ambulantes que confluían el siglo pasado en las calles gallegas, sino que también había paragüeiros, tratantes de oro y plata, futriqueiros o azabacheiros, entre muchos otros. Algunos de ellos tenían algo en común: una jerga específica, el barallete.