María Dobarro: "Se me saltaron las lágrimas al verlo tocar"

"Estuve presente en el concierto que Rostropóvich ofreció el 22 de enero de 1991 en el Auditorio de Galicia, recital en el que actuó junto a la Orquesta Sinfónica Lituano-Alemana interpretando el Concierto para Violonchelo de Dvorák, uno de los más hermosos para este instrumento y que en sus manos fue memorable", recuerda María Dobarro, vicepresidenta del prestigioso curso Música en Compostela.

María Dobarro guarda como oro en paño los recuerdos que tiene de aquella velada en el Auditorio de Galicia. "El concierto fue espectacular. Fue algo memorable, se me saltaron las lágrimas al verlo tocar", explica. Afortunadamente, años más tarde, gracias al Xacobeo de 1999 muchos compostelanos tuvieron la oportunidad de verlo en la plaza de A Quintana.