Toña

NO IMPORTA cuánto se intente, simplemente no se puede sacar de la mente su figura en el umbral verde de la Tienda De Discos Fans. El pasado 13 de mayo el alma de ese totem de la música en Compostela , Toña Da Silva, nos ha dejado para irse a la habitación de al lado.

Una persona diferente y especial que consiguió en unas décadas que un nombre señero y reconocido de los establecimientos de esta ciudad como es Discos Fans pasase a ser de forma evidente renombrada como la tienda de Toña . Borrar años de tradición para poner tu nombre en su lugar sólo está al alcance de personas con aura de estrella.

Su mundo y espacio dejó de ser un mero lugar de comercializar productos para convertirse en una sala de estar para todos aquellos mendicantes de buenos y exquisitos sonidos. Conversaciones sobre lo divino y lo humano resuenan por el interior del local al tiempo que ella esperaba su sobre con las fotos de Helena Christensen, o miraba embelesada tras el pequeño mostrador ese single de Eurovisión que le faltaba, y todo ello mientras marcaba el teléfono preguntando por el paquete de los viernes con los pedidos de discos que de forma ansiosa muchos de sus clientes venían reclamando desde días antes, o le atacaban sus nervios cuando el Record Store Day hacía aparición y los codiciados lps no estaban para primera hora de la mañana.

Palabras que fluyen entre los sones de David Bowie (siempre él, sin duda) , Tori Amos , Divine Comedy, Kinks, Héroes, Elefantes... y hasta ese maravilloso disco de las canciones de Petula Clark en francés que nunca dejó de recomendar. No importa cuánto se intente, simplemente no se puede sacar de la mente todas las veces que te entregaba la canción perfecta.

Su figura siempre estará presente en ese número 80 de la calle Hórreo bajo el rótulo de un sueño que convirtió en realidad. Hasta dentro de un ratito, Toña, y vete reservándonos ese asiento para el concierto que Bowie nos debe a todos.