“Tras el brote psicótico es cuando se dan cuenta de lo grave que ha sucedido”

Todo apunta a que fue un brote psicótico lo que motivó que Santiago Cepeda presuntamente asesinase a su sobrino Marcos, de solo tres años, según indicaron a este diario expertos en Psicología, que definen este trastorno como “una ruptura de la realidad de forma temporal, durante el cual la persona que lo sufre no distingue entre realidad y ficción y donde alucinaciones y delirios aparecen como si fuesen auténticos”.

El psicólogo compostelano Julio Prol asegura que las personas que sufren estos brotes “suelen tener cierto historial de alguna patología mental, por lo que tienen algún tipo de medicación o tratamiento”.

El experto también apunta a que en ocasiones pueden surgir, en personas que sufren una gran ansiedad, episodios de estrés o depresión “produciéndose también una pérdida de la realidad y del control de la misma, llegando a padecer alucinaciones, escuchar voces que les hablan o algún tipo de visiones que no existen; que no tienen nada que ver con la realidad pero que les empujan a cometer alguna acción al producirse la pérdida de la conexión con el mundo real”, añade.

Dice que “solo cuando vuelven a conectar con la realidad, a veces en poco tiempo tras el brote, es cuando son realmente conscientes de la gravedad de lo que han hecho”.

Explica que “una vez conocen los hechos que han cometido, como en el caso del niño presuntamente asesinado a manos de su tío, es cuando se sienten mal, muy mal. Sienten una gran culpabilidad y miedo al ser conscientes de que lo que les resta de vida va a quedar marcada por un hecho terrible. Y en este caso el drama es aún mayor al haberse producido dentro del ámbito familiar”.

El experto compostelano incidió en que una persona que sufre un cuadro de mucho estrés puede llegar a sufrir un brote psicótico y perder el control de la realidad, “una situación en la que no siempre hay detrás un historial mental”, apostilla.

Explica además que en el caso de casos graves de estrés o depresión pueden llegar a ser desencadenantes de un brote psicótico”.

VIVENCIA FAMILIAR. Otra cuestión planteada es cómo pueden estar psicológicamente los hermanos del pequeño fallecido. “Eso dependerá de cómo lo han vivido, si lo han presenciado o no. Si es así será una imagen que les perseguirá para siempre, que les quedará grabada, y eso es algo que puede llegar a superarse o ser un hándicap para toda su vida. Seguramente necesitarán una atención psicológica adecuada para poder superar de alguna forma, o al menos sobrellevar esas emociones tan negativas”.

En cuanto a si se puede sufrir un único brote psicótico, el experto compostelano señala que “puede darse el caso de una persona que lleva tiempo acumulando estrés, ya sea por su trabajo o por la vida que lleva, puede padecerlo y llegar a sufrir esas alucinaciones que le hacen desconectar de la realidad”.

Ya por último, Prol considera, a nivel personal, que el hecho de coincidir este crimen cuando exactamente se cumplía el séptimo aniversario del asesinato de Asunta Basterra Porto, “no es más que el fruto de la casualidad”.

Recordar que la defensa de Santiago Cepeda basará su estrategia en lograr que el presunto homicida sea declarado inimputable, es decir, no responsable del gravísimo delito cometido si se demuestra que tuvo un brote psicótico. Así, se libraría de pisar la cárcel e ingresaría en un psiquiátrico penitenciario.