Un peregrino francés se fuga con 7 cabras, tres burros y un perro

La Guardia Civil y la Policía Local de Santo Domingo de La Calzada (La Rioja) identificaron a un ciudadano francés de 33 años cuando realizaba el Camino de Santiago en compañía de once animales, siete cabras, tres burros y un perro, que carecían de las guías sanitarias de circulación, microchips, crotales o bolo ruminal.

Esta falta de documentación de los animales provocó que los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil avisaran a la Consejería de Ganadería del Gobierno de La Rioja, que decidió que las cabras, los burros y el perro fueran trasladados a un recinto cerrado y aislado, propiedad de un particular.

Después, los veterinarios de la Consejería reconocieron a los animales, acordaron su traslado a la plaza de toros de Santo Domingo de la Calzada y dieron al peregrino un plazo de 48 horas para entregar toda la documentación necesaria para poder continuar el viaje con los animales, según detalló la Guardia Civil.

Sin embargo, según afirmaba este mediodía Informativos Telecinco, el hombre accedió de madrugada, no se sabe cómo, al interior de la plaza y se llevó a los animales.

Previamente, el Ayuntamiento de Logroño, había ofrecido una granja para acoger los tres burros y varias cabras, que podrían ser sacrificados sino se regularizaba su situación. Fue la concejala de Bienestar, Amaia Castro, la que realizó este llamamiento para evitar un desenlace fatal. La edil indicaba que “tenemos la posibilidad de proteger a estos animales y garantizar que sea cual sea el desarrollo de los acontecimientos, la situación se resuelva evitando un sacrifico innecesario”, indicó.

Estas declaraciones no sirvieron para tranquilizar al ciudadano francés, que ante la posibilidad de perder para siempre a sus animales, optó por huir con ellos.

Es habitual que las personas que recorren la Ruta Jacobea lo hagan acompañados de perros o con burros o incluso sobre caballos. Más raro es que lo hagan con cabras, como este peregrino galo. Eso sí, lo normal es que lleven con ellos los pertinentes certificados sanitarios.

También es frecuente que los peregrinos terminen la Ruta acompañados de perros que van encontrando por el Camino, porque piensan que están abandonados, pero en realidad suelen ser de vecinos que los tienen sueltos y, al final, acaban perdiéndose.