Uno más de la familia por ley o sin ella

Desde el cinco de diciembre los perros, gatos y mascotas en general son, por ley, uno más de la familia. El BOE señala que “los animales son seres vivos dotados de sensibilidad. Solo les será aplicable el régimen jurídico de los bienes y de las cosas en la medida en que sea compatible con su naturaleza o con las disposiciones destinadas a su protección”.

Este periódico se ha puesto en contacto con algunos compostelanos para saber si ya consideraban a sus mascotas como uno más de la familia, antes de la entrada en vigor de la citada ley, y todos coinciden en la respuesta: “Por supuesto”.

El compostelano Alejandro Trigo cuenta que “con total honestidad a un perro se le quiere mucho, para mí mucho más de lo que me imaginaba, y desde luego considero a Petita (su perra) una más de la familia”. Destaca, que “he cambiado mis hábitos totalmente para que podamos convivir lo mejor posible”.

En el trato con su perra explica que “yo soy el que la trata más como una hija que como peluche” y recuerda que mucha gente, sobre todo cuando era pequeñita, la tocaba o le silbaba por la calle y a él no le hacía gracia. Asimismo, cuenta que “en general ahora que es más grande, la gente se la toma más en serio, porque yo exijo que la traten como yo la educo”.

Por otro lado, Pedro Alonso tiene a su perro Coque y dice que “lo consideramos uno más de la familia, sí. Es cierto que el modo de querer a un animal es diferente que a un humano, pero es muy especial, al final lo que quieres lo vas a cuidar y un perro te llena muchísimo”. Apunta que “lo trato acorde a sus necesidades, es un perro grande y necesita salir bastante de casa, y si yo tengo tiempo libre intento sacarlo varias horas y buscar paseos diferentes. Los lugares con agua son sus favoritos”.

Por su parte, Alba Salgado considera a su gato Marty uno más, sin lugar a duda. Cuenta a este rotativo que vive con su hermano y su mascota, a la que adoptaron hace dos años. Esta compostelana explica que “intentamos tratarlo lo mejor que sabemos, pero como es nuestra primera vez viviendo con un gato, muchas veces tenemos dudas. Siempre que podemos consultamos estas dudas con nuestra veterinaria para intentar que sea lo más feliz posible. Por ejemplo, para cortarle las uñas, para elegir un rascador...”.

Por otra parte, el testimonio de Valentín Álvarez, un joven que tiene dos perros llamados Tambo y Mackay, los cuales han sido miembros de la familia siempre, relata que “en mi casa siempre han estado al día con sus vacunas, y en sus cuidados diarios”, el hecho de que la ley imponga ahora nuevas medidas para él no supone un cambio a la hora de tratarlos.

Esta nueva ley modifica los artículos del Código Civil que dice cómo debe ser el convenio judicial que regule una separación, divorcio o nulidad para obligar al juez no solo a determinar las condiciones en que quedan los hijos y las propiedades de la pareja, o las pensiones que deben pagarse, sino también a fijar con detalle el destino de las mascotas familiares.

Trigo en este caso explica que “si tuviese algún conflicto con Bea (su pareja) ya hemos dicho desde el primer momento que será una custodia compartida. Por ahora Petita vive en mi casa, pero ella podrá llamarme cuando quiera, y si llegase a alquilar un piso se establecería dos semanas con cada uno”.

En el caso de Alba, se ha informado con su hermano y explica: “En caso de que o mi hermano o yo nos mudáramos, ambos sabemos gracias a nuestra veterinaria, que es la experta, que lo mejor para el gato es permanecer en su casa. Marty se quedaría con la persona que se quedara en la casa y el otro iría a visitarlo. Tanto mi hermano, como yo queremos lo mejor para él”.

Por su parte, Pedro dice que si ocurriese algún problema con la custodia de Coque, se tendría que tener en cuenta que “el perro vive con mi hermano actualmente, porque él fue quién lo acogió y quien más lo cuida. Supongo que en un conflicto familiar, él es quien se lo quedaría. Antes vivíamos juntos, pero pasamos mucho tiempo el uno con el otro”.

Por otro lado, Álvarez vive con sus padres y si hubiera algún problema en este ámbito explica que “nosotros entendemos que los perros quieren estar con todos nosotros, porque somos quienes los hemos cuidado desde siempre. Entonces, buscaríamos la forma de estar con ellos a partes iguales, aunque no hubiera una buena relación”.

En nuestro país el 40 % de los hogares tiene una mascota y, unas 30.000 parejas de las 100.000 que se separan cada año tiene gato, perro o canario, o los tres al tiempo.

En el BOE se indica que “La autoridad judicial confiará para su cuidado a los animales de compañía a uno o ambos cónyuges, y determinará, en su caso, la forma en la que el cónyuge al que no se le hayan confiado podrá tenerlos en su compañía, así como el reparto de las cargas asociadas al cuidado del animal, todo ello atendiendo al interés de los miembros de la familia y al bienestar del animal”.

La norma centrada en las mascotas deja fuera a las especies de producción de alimentos, a la ganadería y la tauromaquia, busca prohibir el sacrificio de animales salvo por una causa justificada.