Venta de un hospital, llegó el escándalo

El gobierno local de Compostela Aberta y la dirección de la USC del rector Viaño y del gerente Villanueva hicieron lo posible entre octubre de 2015 y enero de 2017 para permitirle al comprador del Antigo Hospital de Galeras el derribo del edificio y sólo la intervención de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta, catalogando el edificio, salvó su estructura.

El examen documental de los expedientes de enajenación del edificio del Antigo Hospital de la USC y del procedimiento municipal incoados para facilitar dicha venta, ampliando sus usos e, incluso, posibilitando su derribo (salvando sólo sus fachadas norte y oeste y la envolvente del edificio) sigue generando información muy relevante y nos permite deducir conclusiones sorprendentes.

El 10 de febrero de 2015 la USC licitó mediante subasta abierta en 7, 6 M€ la venta del Hospital de Galeras, proceso que finalizó el 25 de marzo de ese año declarándose desierta dicha licitación. Era rector Juan Viaño y gerente José Manuel Villanueva, que ejercieron su cargo entre mayo de 2014 y mayo de 2018.

En las elecciones municipales de mayo de dicho año la candidatura de Compostela Aberta (CA) de Martiño Noriega fue la lista más votada, con 10 concejales sobre los 25 de la Corporación compostelana. Por ello, el 13 de junio fue elegido el antiguo alcalde teense como alcalde.

Pocos días después nombró concelleiro-delegado de Espazos Cidadáns, Dereito á Vivenda e Mobilidade al arquitecto Jorge Duarte, quien muy pocas semanas después de asumir el cargo, sin apenas tiempo para asentar la estructura de gobierno municipal, acordó de oficio abrir el proceso para la aprobación de una segunda modificación puntual de la modificación puntual de la Ordenación Especial (OE-5 Galeras) realizada en el año 2001, normativa que regulaba el ámbito del edificio del Antiguo Hospital, modificando de este modo la aprobada en 2001. Dicha modificación requería el mismo procedimiento que cualquier otra modificación del PXOM compostelano.

Los dos objetivos de la modificación puntual de la normativa urbanística de la zona, propuestos por el gobierno local de CA, fueron la posibilidad de introducir usos lucrativos privados de mayor rendimiento para dicho edificio (principalmente el uso de superficie comercial) y flexibilizar la protección urbanística del edificio del Antiguo Hospital, que imponía conservar su estructura y distribución y no sólo sus fachadas norte y oeste, tipología y envolvente.

De ese modo se abría la puerta a autorizar la demolición de la estructura del edificio, haciendo posible construir plazas privadas de aparcamiento, así como permitir dichos nuevos usos comerciales, no permitidos en la OE Galeras aprobada en 2001.

La intención clara era hacer el edificio más atractivo para los inversores para facilitar su compra. Un atractivo del que no gozó la primera licitación mediante subasta abierta de la USC, que resultó finalmente desierta.

El 16 de febrero de 2016 el gobierno local de CA aprobó el borrador municipal de la propuesta de modificación puntual de la OE-5 Galeras cuyo Documento Ambiental Estratégico (DAE) planteaba varias alternativas posibles, de las que se decantaba por la llamada alternativa 2.2. que optaba por la demolición de la estructura del edificio y su vaciado, reduciendo a una mera conservación fachadista la severa protección estructural que le brindaba al Hospital de Galeras el planeamiento municipal desde 2001.

En paralelo, el 3 de mayo de 2016, la USC abría un segundo proceso de licitación, rebajando el precio mínimo admisible a 7.195.610 €. Se permitían ofertas con un primer plazo inicial y un máximo de aplazamiento de 18 meses adicionales, con un máximo de tres plazos con máximo de seis meses entre plazo y plazo. Caso de resultar desierta, al ser ya la segunda subasta abierta, la USC podría proceder a la venta directa del edificio, por unas condiciones que no podían ser más ventajosas que las ofrecidas en la segunda licitación abierta.

La USC declaró desierta la subasta el 13 de julio de 2016. Se abría entonces el plazo de un año para poder vender directamente el edificio, siempre que no se mejorasen las condiciones de la segunda subasta abierta.

Muy probablemente por ello una empresa denominada Disashop, S.L., (cuyo propietario resultó ser Luis M. Fontal) en el trámite de información pública, formuló el 3 de agosto de 2016 la única alegación ante el Concello compostelano en la cual, sorprendentemente, apoyaba la propuesta de la alternativa 2.2. formulada por la concellería de Jorge Duarte, que permitiría el derribo de la actual estructura del Hospital.

Sin embargo, en este trámite ambiental, la Xunta de Galicia impuso, a propuesta de su Dirección Xeral do Patrimonio Cultural, la catalogación del Antiguo Hospital de Galeras como elemento del patrimonio cultural a proteger. Se imponía que dicha protección debería incluir, además de la fachada pétrea, la estructura del edificio, la fuente ornamental y la escalinata monumental.

Muy pocas semanas después de la declaración desierta de la segunda subasta abierta de la USC y de la alegación de la empresa Disashop, la empresa Asteriscos Real Estate, S.L. (Asteriscos), curiosamente perteneciente al mismo grupo empresarial del empresario sarriano Luis M. Fontal formuló ante la USC una propuesta de compra del edificio del Antiguo Hospital. Era el 25 de noviembre de 2016. La propuesta fue aprobada por el rector Viaño el 16 de diciembre de 2016.

La suma ofertada era la de 7.195.610 € más IVA, pagaderos en un primer plazo del 50% a la firma del contrato el 20 de enero de 2017 y un segundo plazo y finiquito el 20 de enero de 2019, día en el que se otorgaría la escritura pública en la que se le entregaría la propiedad a la empresa compradora.

El aplazamiento, por tanto, era superior a 18 meses y, por ello, vulneraba el artº 137.4 de la Ley de Patrimonio de las Administraciones Pública de 2003, que prohibe mejorar las condiciones de la venta directa para la empresa seleccionada respecto de las ofertadas en general a todos los licitadores en la segunda subasta declarada desierta.

Mientras, avanzaba la aprobación inicial de la modificación puntual de la OE-5, que se aprobó por el concello compostelano el 19 de enero de 2017.

El texto aprobado (posteriormente aprobado provisional y definitivamente) incluía la protección estructural del edificio y, como novedad, y sin estar previsto en la tramitación ambiental, por tanto sin el conocimiento de la Xunta de Galicia, el uso del subsuelo de la zona verde ZV.G, lindante con el Hospital para aparcamiento, es decir, que para uso de una empresa particular el concello pretende destinar un nuevo aparcamiento.

A pesar de que ya con la aprobación de la OE-5 en 2001 se habilitó para aparcamiento el subsuelo de una parcela libre del ámbito contigua al actual Centro de Saúde, sin que nunca en estos 20 años se promoviese iniciativa alguna para desarrollar dicho uso previsto.

De este modo, el ámbito de Galeras se convertía en el espacio urbano compostelano (y quizás gallego) con más densidad de plazas de garaje actuales o potenciales, al sumar a dichas dos previsiones en subsuelo (unas 800 plazas públicas) las más de 1150 plazas privadas disponibles en la zona.

El 20 de enero de 2017, justo el día siguiente del pleno municipal que aprobó inicialmente esta modificación puntual de la OE-5 Galeras, de este modo, del PXOM, Asteriscos firmaba con la USC el contrato de compraventa del edificio del antiguo Hospital y abonaba el 50% del precio de venta, ya con la seguridad de contar con nuevos usos terciarios (superficie comercial) mucho más rentables que los previstos en la OE-5 de 2001 y con la posibilidad del uso del subsuelo para aparcamiento de la ZV-G contigua al Hospital. Pero eso no es todo, el Gobierno también autorizó el uso de los patios traseros del antiguo Hospital hasta la primera planta, ampliando de esta forma cerca de 500 m2 de superficie útil en la planta baja del edificio.

Tres circunstancias desconocidas para el mercado de posibles licitadores en general, tanto en la primera subasta abierta en febrero de 2015 como en la segunda de mayo de 2016.

El gobierno local de Martiño Noriega y Jorge Duarte actuaron simultáneamente respecto del equipo rectoral de Viaño y Villanueva entre mediados de 2015 y primeros de 2017 y Luis Fontal, propietario de Disashop y Asteriscos fue el gran beneficiado de una y otra gestión.

Existe pues, en este caso, una admirable e infrecuente coordinación entre una administración pública, el Ayuntamiento de Santiago; una entidad pública, la USC y una empresa privada, Asteriscos. Y de no haber sido por la rápida y eficaz actuación de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta, que se opuso al derribo de la estructura de forma categórica por ser un exponente claro de la forma de construir de la época, se hubiese perdido para siempre dicho patrimonio cultural perteneciente a todos los gallegos.

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