10 tesoros sevillanos libres de turistas

Sevilla es una de las ciudades más visitadas de toda España, solo superada por Madrid y Barcelona. La joya del Guadalquivir recibe entre uno y dos millones de turistas al año, y los lugares más emblemáticos, como la catedral y su Giralda, el Archivo de Indias, la Torre del Oro o el Real Alcázar se ven a menudo saturados de visitantes. Lo cual es bueno para la economía, pero no tanto para los sevillanos que quieren disfrutar su ciudad y conocerla mejor sin verse atrapados por una riada de gente.

Para ellos, ahí van 10 tesoros ocultos, rincones poco transitados o actividades menos conocidas con las que enamorarte, un poquito más cada vez, de esta maravillosa ciudad.

La mejor forma de admirar del trazado de una ciudad es desde las alturas. Y si es con un cocktail en la mano, ¡mejor que mejor! En Sevilla existen más de una decena de terrazas en las que tomar una copa y disfrutar de una velada relajada con las vistas más impresionantes.

Quizá la más espectacular sea la terraza del EME, un hotel emplazado en 14 casas del siglo XVI completamente restauradas por el arquitecto Juan Pedro Donaire con el gusto más exquisito. No necesitas estar alojado para disfrutar de su terraza, con vistas a la catedral, ¡que está a poco más de diez metros!

Otra opción, con vistas directas a la Giralda, es la terraza Doña María. Aunque si prefieres las panorámicas más alejadas, te proponemos la terraza Vincci La Rábida (y pide algo para cenar porque su cocina es excelente)

Que los turistas a menudo se pierdan este increíble espacio es casi comprensible, con tanto como hay para ver en la ciudad. Pero, para los locales, no conocerlo es un crimen.

El hospital lo fundó en el siglo XVII por el noble y filántropo Miguel de Mañara, que deseaba mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos. Su fachada es todo un canto al barroco sevillano, y decoración aparte cuenta con detalles muy interesantes, como su elevación por encima del nivel del suelo para evitar las inundaciones del Guadalquivir, o las Reales Atarazanas medievales sobre las que se levanta.

En su interior podrás admirar pinturas de Murillo, Ramón de Pineda o Valdés Leal, ¡y a menudo se realizan visitas nocturnas, a la luz de las velas, que son toda una experiencia!

¿Qué tiene de especial una librería? Aparte de ser el paraíso para cualquier lector, Sevilla cuenta con algunas librerías realmente encantadoras, donde vale la pena no solo ir para buscar libros, sino para disfrutar del espacio.

La más espectacular es la librería Verbo, emplazada en el antiguo cine Imperial. El espacio mantiene su estructura teatral, con butacas, escenario, alfombras rojas, solo que ahora todo ello se fusiona con los libros para crear un lugar único.

Si, en cambio, buscas algo más intimista, El Gato en Bicicleta es tu librería: además de libros (y libreros expertos para recomendarte y descubrirte autores) también acostumbran a albergar exposiciones temporales, y su cafetería es el lugar ideal para sentarse y pasar el rato más agradable.

El barrio de Santa Cruz no es precisamente un secreto: es aquí donde están la catedral, el Alcázar, o el Archivo de Indias. Pero la masa de visitantes suele concentrarse en estos lugares, y el barrio esconde mucho más.

Contrata alguna visita guiada particular, o date un paseo sin mapa por las calles menos transitadas, y presta atención a los detalles. Callejear por los misteriosos arcos y pasajes de la judería medieval es una delicia, y encontrarás pequeñas maravillas, como una sección de la muralla medieval con los restos de tuberías de época cristiana.

Para ver series de televisión tienes todas las noches. ¿Por qué no dedicar una a la música? La Real Orquesta Sinfónica de Sevilla cuenta con auténticos virtuosos locales y residentes, como el pianista Juan Pérez Floristán. La temporada de conciertos es lo suficientemente amplia como para que encuentres el día perfecto para asistir, y disfrutéis de una noche especial.

Un pequeño secreto se esconde en el nº 9 de la calle Alcázares: se trata de un antiguo corral de comedias que se remonta al siglo XVII.

Como teatro popular, no tuvo una vida muy afortunada, ya que diversos incendios lo echaron abajo, y los moralistas llegaron a paralizar las funciones por no ser adecuadas, según ellos, para el espíritu cristiano. Así, en el siglo XVIII, los empresarios y empresarias del teatro renunciaron a seguir representando allí, y el lugar se convirtió en un corral de vecinos.

Es un rincón encantador no solo por su belleza, ni por su solera, sino porque ¡todavía hoy está habitado! ¿Te imaginas vivir en ese entorno?

¿Por qué no regalarte una sesión de juego y diversión en un entorno de lujo? El casino Admiral es moderno y espectacular y en él podrás jugar a la ruleta, al póquer y el blackjack, o las slots más innovadoras. ¡Y también hay una sala especial de bingo!

Sí, es cierto que si lo único que buscas es jugar, te basta y te sobra con sitios online con licencia, como el casino PlayUZU, pero es que el Admiral, además del ambiente único de casino, tiene un fabuloso restaurante de cocina asiática y unas terrazas con vistas tan espectaculares que merecen la visita incluso si no vas a jugar ni un solo euro.

Ya en el primer viaje de Cristóbal Colón los marineros volvieron explicando que allá, en ese mundo al otro lado del océano, la gente fumaba una extraña planta que llamaban tabaco. Esnifado en forma de rapé, o fumado, pronto se convirtió en una moda en España y los demás países europeos. Y en Sevilla tenemos la sede de la primera fábrica de tabacos de toda Europa. ¡No podía ser de otro modo, en esta ciudad pionera en toda innovación americana!

Este fantástico edificio del siglo XVIII es de gran belleza y enormes dimensiones, y desde hace años alberga el rectorado de la Universidad de Sevilla, así como algunas facultades.

Lo que quizá no sepas es que, mediante la web del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS), puedes reservar una visita guiada al edificio, ¡completamente gratuita!

Jugar un scape room es una experiencia divertidísima tanto en pareja como en familia o con amigos. Y en Sevilla los hay espectaculares, y que aprovechan la antigüedad de la ciudad con maestría, como el scape room Tempo junto al parque de los Príncipes. Un espacio enorme y 4 temáticas de época: una de piratas, otra del antiguo Egipto, una mazmorra en un castillo medieval, y para los más retrofuturistas, una aventura steampunk.

Si quieres conocer más sobre el pasado islámico de Sevilla, pero no verte engullido por una masa de turistas, no puedes perderte este maravilloso palacio, levantado en el siglo XII durante el califato de Abu Yacub Yusuf. El esplendor de la obra, y sus jardines con olivos, palmeras, frutales y viñas lo convertían en una versión en miniatura de Medina Azahara, un palacio de verano perfecto para los reyes islámicos.

Actualmente, todo el conjunto está declarado Bien de Interés Cultural, y en los meses de verano hay incluso representaciones de teatro.

¿Por dónde vas a empezar tú a descubrir la Sevilla no masificada por el turismo?