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Annie Ernaux, la Nobel francesa de Literatura

Hace escasos días y siguiendo lo que ya es tradición, se daba a conocer el Nobel de literatura 2022; la Nobel, en este caso, arropada por la onda feminista y por el glamour y la modernidad de Francia y su eterna y luminosa París. Es la señora Annie Ernaux escritora de obra de extensión considerable y bien editada y traducida (Nahir Gutiérrez y Lidia Vázquez Jiménez la han traído eficazmente y a tiempo al español) tanto por Tusquets como por Cabaret Voltaire. Ahora, con necesaria premura, se están reeditando varios de sus títulos...no sin la más que respetable subida de precios que al Gobierno no parece interesarle ni poco ni mucho, aunque pase por depositario y mecenas de la cultura; en fin, una “ayuda” más para libros y lectores.

La señora Ernaux llevaba años de candidata al Nobel ahora otorgado. En sus novelas es la mujer epicentro permanente, reiterado y, paralelamente, el enfoque autobiográfico es otra constante, con una evidente merma en sus historias de la pura ficción. Es así mismo recurrente la escenografía francesa, la Normandía concretamente, de la que ella es originaria.

El mundo rural y el urbano, de opuesta y contraria valoración social y cultural, se entrecruzan en sus novelas, y lo mismo acontece con personajes exponentes del pueblo llano y la burguesía (criticada esta con frecuencia por la escritora), meta idealizada, esta última, en la que aspiran a integrarse sectores bajos de obreros, de servicios, inmigrantes, etc. Esto queda evidenciado en El Lugar (Tusquets, 2002) publicada en francés en 1983, y que es, en esencia, un “retrato paterno”, ceñido radicalmente al trazado cambiante de la figura del hombre que aspira a ascender, a superarse, a desclasarse...y que ha de conformarse con que tal éxito lo consiga su hija al incorporarse a la universidad y al ámbito del profesorado.

Sin desmerecer títulos como El acontecimiento (sobre el aborto, con gran éxito cinematográfico) o Una mujer (Cabaret Voltaire, 2020) entorno a la muerte de su madre es a nuestro juicio El lugar (2002), uno de sus tres mejores logros narrativos.

Estamos ante una escritora de cosmovisión sombría, ajena a sentimientos o emociones, de tramas lineales estructuralmente y temas y personajes de dura y profunda fibra humana vistos con asepsia y frialdad. El pesimismo lo recorre casi todo y en las dicotomías (luz, oscuridad; felicidad, desdicha; vida, muerte; etc), siempre predomina la negativa. Conecta la escritora los ejes individual y social y está atenta a la reciente historia de su país y a los cambios asumidos por las nuevas generaciones.

Voz propia y desoladora, de áspera y dura expresividad es la de Annie Ernaux, vertida su prosa en un fraseo breve y entrecortado y un léxico de notable alcance semántico. Figura solitaria y escritora dotada de inequívocas huellas identitarias con la visión de la mujer en primer plano. No es complaciente con el lector bajo ningún concepto. Sí, exigente y distante.

28 oct 2022 / 01:00
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