Consejos para elegir un seguro de accidentes

¿Son necesarios los seguros de accidentes? Evidentemente podemos prescindir de ellos, no son obligados, pero lo cierto es que los seguros de accidentes personales son una garantía para nosotros y para nuestra familia. Se trata de un tipo de contrato con una aseguradora que se encargará de cubrir económicamente a una persona en caso de que pueda quedar inválido, así como a su familia en caso de que pueda fallecer en un evento inesperado.

Cuando nos planteamos la idea de contratar un seguro de vida y accidentes, es interesante informarse sobre las coberturas que estos seguros pueden darnos. ¿Qué cubre un seguro de accidentes? Quizá no lo tengamos claro.

Una de las ventajas que más convencen de este tipo de seguros es que nos cubrirán en un accidente las 24 horas del día durante los 365 días en cualquier parte del mundo. De esta forma, se trata de una protección tanto para nosotros como para nuestra familia, que nos asegura contar con efectivo para poder cubrir gastos derivados de un accidente.

Este punto es muy interesante cuando hablamos de ciertas profesiones, sobre todo los autónomos; y es que estar hospitalizado y no poder desempeñar tu actividad laboral como autónomo, supone una disminución de ingresos que puede ser bastante importante.

Por otro lado, estos seguros garantizarán la protección económica, tanto del asegurado como la del beneficiario en caso de muerte o de invalidez permanente. Esto significa que, en un caso extremo de tragedia absoluta, nuestra familia no va a ver alterada económicamente su vida porque va a tener un soporte económico que se haga cargo de ellos.

Hay aspectos que tenemos que tener claros. Para empezar, no todos los seguros de accidentes son iguales. Pensad que hay gente que reduce estos seguros a los accidentes que realizan únicamente en su trabajo, siendo así una especie de seguro de riesgos laborales.

Independientemente de eso, un buen seguro debería cubrir aspectos básicos como muerte, desmembramiento, incapacidad, gastos funerarios, ambulancias, renta diaria por hospitalización o enfermedad grave causada por un siniestro, entre otros.

Teniendo en cuenta nuestra vida, nuestras responsabilidades y nuestras cargas familiares, seguramente ampliaremos más o menos la póliza. No obstante, pensemos siempre que, aunque lo ideal es no necesitarlos, no tenerlos hace que en situaciones desesperadas pensemos en por qué no los contratamos.

No podemos negar que, a la hora de contratar cualquier seguro, el factor económico es bastante determinante. Es lógico que queramos hacer una estimación de lo que nos podemos gastar, pero siempre relacionándolo con el capital que necesitamos asegurar y observando la calidad del servicio que contratamos. Pensemos que, en estos casos, muchas veces 50 euros anuales pueden marcar la diferencia de una cobertura mucho más completa frente a una cobertura completamente básica. El esfuerzo económico lo hacemos nosotros, es evidente, pero valoremos siempre el servicio que estamos contratando y el bien que podría hacernos en una situación trágica.