De residencias y estancias: el programa REGA, en el Gaiás
Se ha puesto en marcha en A Cidade da Cultura el Programa REGA: Residencias Artísticas do Gaiás, que tiene como razón de ser el desarrollo de proyectos temporales, musicales, audiovisuales, escénicos, de performance, danza, literatura y artes plásticas. La propuesta tiene su personalidad e incluye la rica presencia de Galicia y su cultura, la arquitectura del edificio y su ubicación: un mirador que no descuida la relación con la ciudad de Santiago, y ofrece, a la vez, la infraestructura adecuada para el desarrollo de los proyectos que se materializan en coproducciones con instituciones y colectivos.
Las convocatorias se agrupan este año del siguiente modo, atendiendo a los siguientes apartados : Clásicas Desfeitas, Residencias Resis, Paraíso, Literarias y Charco; esta última se encuentra en pleno desarrollo y parte de la idea trazada por el grupo del mismo nombre, referida a planteamientos y reflexiones en torno a actitudes artísticas de vanguardia, relaciones y diversidades que se producen entre Galicia y los países iberoamericanos.
En esta primera edición, se ha puesto el foco en las personalidades creativas de Julia Huete (Ourense, 1990 ), Carme Nogueira ( Vigo, 1970 ), Fritzia Irizar (Culiacán, México, 1977) y Mariana Castillo Deball (Ciudad de México, 1975 ). Esperemos ver pronto el resultado de sus trabajos, que nacen en el marco de esta experiencia de intercambio, entre Santiago y México.
Las residencias para artistas, por su específica condición, constituyen un beneficioso soporte, al situar a cada uno de los residentes en lugares en principio desconocidos y en contacto con otras culturas que resultan por su especificidad influyentes en los procesos de desarrollo de las carreras profesionales.
El traslado a puntos distantes del quehacer cotidiano y el choque favorable que supone el cambio, ha dado, constantemente, resultados positivos y tiene su tradición. Sin ir mas lejos, recordemos las residencias de la Real Academia de España en Roma, que transcurren en el edificio del monasterio de San Pietro in Montorio, en la cercanía del Templo de Bramante e iniciadas en 1873.
Han soportado el paso del tiempo y se han reinventado. Ahora, en plena actividad, mantienen sus planteamientos adaptados a la realidad de la creación contemporánea, incluyendo entre las disciplinas historia del arte, arqueología, cinematografía, literatura, videoarte, danza, museología, comisariado, crítica de arte o gastronomía, en estancias que van desde uno a ocho meses.
En cuanto al área de lo privado, las residencias han gozado de curiosas peculiaridades y han tenido continuidad. Artistas y mecenas han ofrecido cobertura a otros creadores con los que había sintonía, y uno de los mejores ejemplos lo encontramos en la coleccionista y galerista Peggy Guggenheim (1898-1979), al hacer de su residencia veneciana Palazzo Venier dei Leoni, en el Gran Canal en los años cincuenta, un lugar de apoyo a la creación y divulgación del arte de vanguardia, que incluía varios talleres en los sótanos del inmueble, y con la presencia de su colección particular abierta a un público interesado que venía de todas partes.
Por tales razones, instituciones y fundaciones han entendido el beneficio de ofrecer a los artistas la posibilidad de acentuar en otros contextos sus condiciones creativas con renovados estímulos favorables para el trabajo y, en ese aspecto, la historia reciente está plena de ejemplos a los que acudir.
En algunos, se ha primado la conveniencia de la ubicación, bien en determinadas ciudades, con sus museos y oferta cultural, en espacios geográficos singulares o en la cercanía de talleres de artistas significativos.
Y en el ámbito particular, existen iniciativas que se han consolidado a lo largo de las últimas décadas, influyentes en las transformaciones que ha experimentado el arte de vanguardia; una de las de mayor carácter es la creada en Londres por Delfina Entrecanales ( Madrid, 1927 ), convertida desde hace unos años en la Delfina Foundation, dirigida por Aaron Cezar.
Comenzó su andadura en una antigua fábrica victoriana, con la denominación de Delfina Studios Trust y la ambiciosa labor de mecenazgo emprendida ha dado paso a un proyecto de largo alcance que potencia la relación, principalmente, entre artistas europeos, del norte de África y de Oriente Próximo.
En cuanto a las recién creadas Residencias Artísticas do Gaiás, tan oportunas y necesarias, emergen con vocación de continuidad, y propician un nuevo status para A Cidade da Cultura, que incluye en la ampliación de sus ofertas, un naciente centro de producción y creación artística ya en vías de consolidación.