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XXXI EDICIÓN PREMIOS GALLEGOS DEL AÑO

Benedicta Sánchez dice "sí, quiero" a los Gallegos del Año

"Si me lo pide Galicia, no hace falta ni consultarme", asegura la mejor actriz revelación de los Premios Goya// "Ojalá fuera digna de tanto cariño", confiesa

Hablar con Benedicta Sánchez Vila (San Fiz de Paradela, Lugo, 1935) me encanta. Así, simplemente. Es entrañable, sencilla, cariñosa. Una delicia. Era la segunda o tercera vez que charlábamos, pero percibía que era como la primera vez, puesto que el Goya no la había transformado en una mujer altiva. Todo lo contrario, seguía siendo la misma persona afable, correcta y agradecida.

"La vida cambia a veces. De la monotonía puedes pasar a un corte total. Si fuera joven, a lo mejor me ­desbordaba. Con esta edad, ya no da para eso", admite la actriz gallega más ­universal de estos veinte años de ­milenio.

Con 84 años fue novata en la noche mágica de los Premios Goya: "Si hubiesen ­salido antes otras premiadas, podría haber aprendido algo, pero me pusieron ahí de pipiola. Soy la mayor y me tocó apandar", reconoció al aterrizar en la capital de ­Galicia un día después de la ceremonia.

"Esta es una sorpresa muy grande en toda mi ­larga ­existencia. Sentí como mis ­antepasados tiraban de mí".

Admite que sintió lo mismo que "cuando estaba en el colegio y me llamaban para salir al encerado... y yo... pues, obedecí. Sinceramente, no lo consideraba merecido, porque es algo que ha caído como del ­cielo".

Y es que "yo a Dios le pedía un poquito, solo un ­poquito, y no me lo ­concedía, y de repente ­boom, vino todo y le dije: 'Dios mío, no me des tanto, que no me lo merezco".

El cineasta de O que arde y Mimosas, Oliver Laxe, se enamoró de Benedicta en ese casting al que se presentó animada por su única hija, y le gustó tanto su mirada, lo que le transmitía, que decidió que fuera la protagonista.

Benedicta Sánchez vive sola, "no tengo animales ni gente para cuidar" y, en palabras del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "representa la cultura de Galicia, esa cultura que caracteriza nuestra forma de vivir y de entender el mundo". Benedicta ha sido ­"emprendedora, emigrante y del rural" y siempre que tiene una oportunidad, "representa a ­Galicia".

PINCELADAS DE SU BIOGRAFÍA. Nació en 1935. Mi padre, comentó en una entrevista en La 2, "fue perseguido, no porque hubiese robado ni matado, pero era un hombre que había viajado mucho, muy intelectual, y molestaba. Y él escondió unos libros en una maleta (de Voltaire, de Tolstoi...). Yo estaba con las ovejas y las vacas, cuidando y leyendo y le decía al libro: 'No ­entiendo nada, pero te quiero'. Cuando leía esos libros tenía 9, 10, 11 años. Un libro maravilloso para mí fue El Quijote.

"Luego me fui a Lugo, a la ciudad, a estudiar. Ya no tenía esa tranquilidad que daba el campo y ya mi mente iba por otros derroteros... Con 17 años me casé y con 25 mi marido y yo nos ­marchamos a Brasil como emigrantes".

Confiesa que "en principio todo era muy difícil", especialmente para su esposo. "Yo encontré trabajo enseguida. Primero fue en una casa de familia, a condición de que dieran también vivienda para él".

SU SEGUNDA FAMILIA. Como la situación era bastante desesperante para su marido, "un amigo de mi padre lo llevó a un bar para que nos convirtiéramos en los gerentes. Ahí conocíamos a un matrimonio, una familia de argentinos que tenían una librería muy especializada, en la calle Gonçalves Dias, 75, 1º andar. Sala 3. Fueron mi segunda familia. Solo les faltó prohijarme".

Fue una adelantada a su tiempo, pues se separó "cuando nadie lo hacía. Fue de común acuerdo, nadie puso cuernos a nadie. Fue él el que me dijo: 'Demonio, vete de mi vida, que me has destrozado'. y Yo le contesté: Bueno, pues me voy.

En el año 62, tras muchas complicaciones porque "él me consideraba suya", se produjo nuestra separación en Brasil y volví a Europa.

Luego regresó a Brasil y "me encontré con un chico ecuatoriano, pero que de pequeñito estuvo en Buenos Aires y que trabajaba en fotografía. Estaba viviendo en Río de Janeiro. Lo tenía todo menos el idioma, y me pidió si colaboraba con él. Iríamos a medias". Y así estuvo ­quince años.

Y como "yo soy muy ­independiente, me gustan las cosas muy a mi manera, soy -por lo que dicen- rebelde, yo quería hacer amistad con los clientes. Él quería que le pagaran, y adiós. Yo quería amigos".

Y aunque desde el año 1979 no ha vuelto a coger una cámara, sería en 2019 cuando debutase como actriz con un papel protagonista en O que arde, de Óliver Laxe, un filme que ganó en el Festival de Cannes el Premio del Jurado de la sección Un Certain Regard.

En 2020 ganó con 84 años el premio Goya a la mejor actriz revelación.Fue la actriz de mayor edad en conseguir el galardón cinematográfico en esta categoría, siendo la segunda de mayor edad en las categorías de intérpretes femeninas solo superada por Julieta Serrano, que logró su primer premio Goya a la edad de 87 años en la ­misma edición.

En 2019 recibió la Medalla de Castelao, el año en que todas las premiadas fueron mujeres.

Y el centro de día O Corgo, la localidad gallega en la que reside, recibirá su nombre en su honor.

ORGULLO DE SER GALLEGA. Cuenta a EL CORREO que siente "orgullo de ser gallega por Concepción Arenal, por Emilia Pardo Bazán, por Rosalía de Castro, por María Pita... ­mujeres que fui ­descubriendo poco a poco y que ­dejaron huella.

Yo fui emigrante y me ­daba rabia que en Brasil me hablaran de España y yo, prácticamente, no supiera de nadie", recuerda.


curiosidades. La vaca es el animal "que más adoro, para mí es como una madre", afirma la actriz.

Ante la agilidad de sus movimientos, que han llamado la atención en todo el mundo, los justifica ­diciendo: "Hijo de pobre, pierna ligera".

Le encanta la canción Resistiré, que interpreta el Dúo Dinámico, y que escuchó un día que "estaba de bajón" y encendió la radio. "Me ­recorrí toda la casa bailando", dice entre risas. "La música es lo más grande de las artes para mí".

Un consejo que reveló en Televisión Española, donde fue entrevistada por Pablo Carbonell y Elena Sánchez en Televisión Española, fue uno muy sabio. Humildemente, y considerando que no es apta para darlos, dijo: "Saboreas lo bueno ­cuando te ha herido lo malo. Las dificultades de la vida son maravillosas, yo no me las quitaría. Nada nace y nada muere, todo se transforma".

Por todo ello, y mucho más, cuando le hicimos la pregunta: ¿Quiere ser ­miembro de los Gallegos del Año?, dijo: "¡Sí, quiero; sí, quiero!". Y todos felices, "porque no quiero ver a nadie triste".

A Benedicta Sánchez la quiere todo el mundo: "Ojalá fuera digna de tanto cariño", dice. Lo es. Sin duda.

"Saboreas lo bueno cuando te ha herido lo malo. Las dificultades de la vida son maravillosas"

Ejemplos como el de Benedicta Sánchez en 'O que arde' muestran el gran momento que vive el audiovisual de esta comunidad, con presencia en más de 15 festivales y mercados internacionales en 2019

22 feb 2020 / 22:26
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