"Los funcionarios se están ofreciendo a trabajar fuera de su turno"

Una prisión es una especie de miniciudad, con su propio microclima e idiosincrasia, pero no se debe olvidar que es una institución cerrada, en la que los internos también están preocupados por sus familias (y por ellos mismo) y si aparece un caso positivo de covid-19 sus responsables deben extremar las precauciones. José Ángel Vázquez, director de Teixeiro, explica que en estos días está viviendo momentos de preocupación. En cuanto a los más de mil internos residentes allí, además de las medidas en todas las prisiones, como la de aumentar el número de llamadas permitidas, están flexibilizando el ingreso del dinero que reciben los presos para sus gastos en los economatos de la cárcel. "Antes la persona que quisiera hacerlo debía acreditar su parentesco, pero ahora lo harán sin tanto requisito", comenta.

Además, como no pueden entrar los voluntarios de las oenegés, que ofrecían un gran catálogo de actividades, desde la dirección se están reforzando las actividades "sobre todo las deportivas: más salidas al campo de fútbol, al polideportivo, hemos incrementado el horario de gimnasio de los módulos, campeonatos de ping-pong... en fin, todo aquello que podemos hacer", indica Vázquez Yáñez, que se une a los talleres ocupacionales que ya existían y siguen funcionando (marquetería, camisetas, cerámica, hilo...). Asimismo, los internos tienen ahora una nueva posibilidad, la de "permanecer en sus celdas voluntariamente, si así lo deciden no tiene por qué salir y permanecen en ella leyendo, estudiando, viendo la tele, etc". Sin olvidarse de la biblioteca de cada módulo y de la central, disponible a demanda, que con miles de referencias da para toda la cuarentena.

Los internos se muestran preocupados, "sobre todo por sus familias, pero también por ellos mismos", se les nota "resignados con las medidas y de hecho el director de la prisión asegura que cuando se comenzó a restringir los vis a vis se les explicó personalmente la medida y el porqué y lo entendieron perfectamente.

En cuanto a los funcionarios, el dinero que reciben los presos de familiares autorizados para sus gastos en los economatos de la cárcel Vázquez no quiere dejar pasar la oportunidad para decir que estos días está viviendo momentos muy especiales. "Se me han ofrecido muchos de ellos que están de libranza a venir igual a trabajar si hace falta, y otros se muestran dispuestos a trabajar fuera de su turno u horario de trabajo", comenta, añadiendo que "también juristas, educadores o de otras áreas que no son de interior y no trabajan en los módulos, se ofrecen a hacerlo, y no es su puesto de trabajo ni van a cobrar por ello!".

Todos los trabajadores de Teixeiro están preocupados pero quieren que el centro siga estando y funcionando bien, "Están muy implicados, no cumplen solo con su trabajo y se merecen un reconocimiento ", remata Vázquez emocionado.