Juan Lema Rodicio: "Deberían recibir el mismo trato que otras ingenierías la Química y la Informática"

La Real Academia Galega de Ciencias eligió, por unanimidad, la candidaturaencabezada por el profesor Juan M. Lema Rodicio, catedrático de Ingeniería Química de la USC, para su juntade gobierno. El nuevo equipo tomará posesión el próximo 23 de enero, dando continuidad a la directiva actual, presidida por el profesor Miguel Ángel Ríos Fernández, que en los últimos cinco años consiguió darle un impulso muy importante a la Academia. Se pretende en este nuevo período fomentar un mayor acercamiento de la ciencia a la sociedad, procurando, comoobjetivo último, fomentar el interés mediante acciones en toda Galicia.

Fue nombrado académico en 2016 y ahora releva al profesor Miguel Ángel Ríos en la presidencia. ¿Cómo se siente?

Pues, en primer lugar muy agradecido a los académicos por haber confiado, unánimemente, en la directiva que me honro en presidir. La labor realizada por el profesor Ríos fue enorme, revitalizando la RAGC, y ser su sucesor, además de un honor, supone un notable ­compromiso.

Acercar la ciencia al público es importante y muy necesario. Sobre todo, creo que hay que utilizar un lenguaje accesible. ¿Cómo llegó usted a interesarse por la química?

Sin duda, acercar la ciencia a la Sociedad es un objetivo de la ­RAGC. Y cuando hablo de la sociedad hablo no tan sólo de la sociedad científica sino también de la sociedad civil. Acercarse a ambas sociedades requiere, sin duda, metodologías y lenguajes apropiados.

En cuanto a mi interés por la química, la verdad es que desde pequeño fui siempre muy curioso y mi atracción no estuvo centrada en la química exclusivamente, sino realmente en la experimentación en general, obviamente como divertimento más que como medio para profundizar en conocimientos. Por otra parte, me resultaba atractiva la figura de los investigadores y quizás como detalle mencionaría que, cuando tenía 14 años, gané el premio de redacción patrocinado por Coca-Cola en Santiago de Compostela por un trabajo sobre Madame Curie. El trabajo fue publicado en el periódico La Noche (en aquel momento del Grupo Correo Gallego). Aún conservo una copia.

¿Qué haría para fomentar las vocaciones femeninas en carreras STEM?

El desinterés creciente de las estudiantes por las carreras tecnológicas es motivo de interés y preocupación. En realidad creo que lo primero es tratar de identificar con más precisión las causas para luego actuar en consecuencia. Hace años, siendo director de la ETSE, tuvimos el honor de recibir a Francis Allen, premio Turing (con categoría de premio Nobel en informática) y le pregunté su opinión de por qué la Ingeniería ­Informática no atraía a estudiantes femeninas. Me indicó que, aunque es un fenómeno que sucede en la mayoría de los países, en el fondo no conocía la razón.

Me resulta curioso que, por ejemplo, no se dé este desequilibrio en carreras como en Ingeniería Química. En Galicia hay varios grupos de trabajo orientados a fomentar vocaciones STEM, pero por el momento el tiempo transcurrido es muy corto para alcanzar resultados. Les deseo todo el éxito y les ofrezco, abiertamente, la colaboración activa de la RAGC en lo que fuera de interés.

¿Cuáles son los objetivos que se ha marcado como presidente? ¿Qué le gustaría mejorar?

Como comentaba inicialmente, un objetivo básico de la RAGC es el promover el interés de la sociedad por la cultura científica. Actualmente, tenemos ya varias iniciativas en esta línea, como la celebración del Día da Ciencia, premios de investigación (que, por cierto se entregarán el próximo día 23), seminarios especializados, etc. Pero no resulta suficiente. Debemos ampliar el foco y programar, en colaboración con otras entidades, actividades con mayor intensidad. Obviamente, la limitación presupuestaria de la RAGC supone una restricción muy importante, pero deberemos avanzar en la búsqueda de nuevos apoyos, tanto económicos como organizativos.

Mi sueño es que, en unos años, la sociedad gallega en su conjunto apoye nuestra ciencia y tecnología, no tan sólo por una razón ­intelectual, sino porque ­comprenda que sin ­ciencia y tecnología no hay desarrollo económico ni social.

Por otra parte, nos gustaría ser un referente con relación a valor de la ciencia y la tecnología para el bien común de la sociedad. A este respecto, nos ofrecemos a prestar nuestra colaboración en todo lo que afecte a estrategias de investigación y desarrollo en Galicia. También pretendemos ampliar el ámbito geográfico de actuación, actualmente más centrado en Santiago y con menor intensidad en Lugo. La incorporación de dos académicos, de A Coruña y Vigo en la junta directiva, supone un claro mensaje de esta voluntad.

Hablemos de su equipo. ¿Qué va a aportarle en esta nueva etapa, profesor Lema?

La RACG es una entidad pluridisciplinar en donde tienen cabida todos los ámbitos científicos. Y la directiva pretende ser un fiel reflejo de esta realidad. La profesora Alicia Estévez, bióloga; la profesora Pilar Bermejo, química; el profesor Fernando Pérez, ingeniero de Telecomunicaciones, y el profesor Antón Álvarez, sociólogo. Formamos un equipo cohesionado, con diferentes visiones pero con un entusiasmo compartido por un trabajo ­ilusionante.

Usted es catedrático de Ingeniería Química de la Universidade de Santiago. Me gustaría que me diese su opinión sobre la Informática y la Química, que no están incluidas en el catálogo de ingenierías en Galicia (me estoy refiriendo al Consello Galego de Enxeñarías).

He sido el promotor y primer director de la CODDIQ (Conferencia de Directores y Decanos ed Ingeniería Química de España) en el momento en que era director de la ETSE, en donde se impartían e imparten estas dos titulaciones. Desde allí he tratado de promover muchas iniciativas, algunas que han cristalizado, para dotar a estas dos ingenierías de los elementos típicamente profesionalizantes. He estado, incluso, presente en el Congreso de los Diputados en la presentación de las leyes de colegios profesionales de ambas ingenierías. He promovido, en su día, la creación del Colegio de Ingenieras e Ingenieros Químicos de Galicia y apoyado su implantación posterior. De hecho, he sido nombrado socio de honor de la Asociación Galega de Enxeñeiros Químicos, que fue el germen del Colegio.

Mi opinión, por tanto, es clara y diáfana. No hay razón alguna para que estas dos ingenierías no tengan un trato equivalente al de otras ingenierías, exclusivamente por la razón que se han desarrollado más ­recientemente.

¿Piensa que desde su posición podrá hacer fuerza para que se les dé el lugar que merecen?

Por creerlo de justicia, bien desde mi posición en la Real Academia Galega de Ciencias como desde cualquier otra, siempre apoyaré esta reivindicación.

¿Cree que existen ciencias de primera y de segunda?

No lo creo en absoluto. La ciencia es única y las ramas científicas cada vez son más difusas. Existen muchísimos puntos de conexión en diversos campos bajo las ópticas de la biología y la química, entre las matemáticas y la física, la sociología y la economía.

Como ejemplo, indicaré que la agrupación estratégica Cretus, que tengo el honor de coordinar, aborda la solución multidisciplinar de los problemas ambientales, incorporando grupos de Economía, Física, Química, Biología, Psicología Social e Ingeniería, obviamente con metodologías diferentes, pero todas ellas aportando visiones y soluciones valiosas.

PIONERO
Juan Manuel Lema Rodicio es catedrático de Ingeniería Química en la Universidade de Santiago de Compostela. Fue pionero y es referencia mundial en el área de la biotecnología ambiental, principalmente en la degradación anaerobia de contaminantes. Su trabajo lo avalan las 50 tesis doctorales dirigidas, los numerosos proyectos de investigación en los que participa y lidera (una docena de ellos en cooperación con Italia, Portugal, Alemania, Israel, Chile e India), 11 patentes españolas y dos europeas y más de 300 artículos publicados en revistas de alto impacto científico. Fuente: gciencia.com