Katia Guerreiro, el fado como pureza de alma
El periodista Miguel Bertojo presenta en cuatro reportajes a las principales representantes actuales del género musical portugués por excelencia (III)
"Soy la única fadista si cabe que no aprendió a cantar en una casa de fados, sino escuchando discos, sobre todo antiguos", afirma Kátia dAlmeida dOliveira (Vanderbiljpark, Sudáfrica, 1976), más conocida como Kátia Guerreiro. "Por eso tengo fe en el fado tradicional y mantengo una línea más clásica respecto a otras intérpretes, que sí lo vivieron y exploran incluso otros caminos".
Hace apenas quince años fue a una casa de fados y cantó. El músico João Veiga estaba entre el público y le preguntó si cantaría más, pero no sabía... "Me invitó a escuchar grabaciones de clásicos ya como Maria Teresa de Noronha, Amália Rodrigues... Todavía no había acabado Medicina. Tras mi último examen en 2000, João Braga, otra referencia en el fado, me invitó al Coliseo al I aniversario de la muerte de Amália, con sus músicos, con Ana Sofia Varela, Rodrigo Costa Félix, Teresa Tapadas.... ¡Estaba alucinada!", exclama.
"No fui consciente de la dimensión del concierto hasta el día después: en el periódico Público aparecían las divas y un titular: El fantasma de Amália recorrió el Coliseo, en alusión a mi interpretación de Barco negro y Amor de mel, amor de fel. Aquel año me gradué dos veces...", rememora.
Más información en El Correo Gallego (edición papel) y en Orbyt