El 17° Ribeira Sacra completa su edición más atípica y exigente
El festival, en su cuarto año de existencia, se consagra como uno de los eventos musicales más cautivadores y singulares del panorama gallego
La actuación este mediodía de Guadi Galego en el escenario Momentos Alhambra de Chantada puso el colofón a la IV y más atípica edición del festival 17° Ribeira Sacra.
El evento, que destaca por su apuesta de integración de la música en un entorno natural en el que también tienen protagonismo la enología y la gastronomía, arrancó el viernes con una de las citas estelares: el concierto sorpresa en el catamarán. Este año, por las restricciones impuestas ante los problemas sanitarios provocados por la pandemia causada por el coronavirus, fueron apenas 20 los afortunados que pudieron realizar la travesía desde el embarcadero de Doade por la ruta fluvial del Sil. Parte de las plazas se sortearon entre los compradores del abono del festival, que colgó con muchos días de antelación el cartel de “No hay entradas”.
La artista “sorpresa” encargada de abrir las tres jornadas del 17° Ribeira Sacra fue la sevillana María Yfeu, revelación del último año gracias a su capacidad para aunar sonidos añejos del jazz con el tropicalismo y un toque “lo-fi”. Repasó, durante la singladura del catamarán y venciendo a enemigos añadidos como el viento, varias de las canciones que han llamado la atención desde su debut y alguna versión, como “Cuatro rosas” de Gabinete Caligari convertida en pieza cercana al “smooth jazz”.
El escenario instalado en el fantástico paraje en el que se encuentra la bodega “Regina Viarum” albergó los otros dos conciertos de la primera jornada: el de la revisionista banda lusa Cassete Pirata y el de la cantante y pianista madrileña Elena Iturrieta, conocida artísticamente como ELE, que ofreció, arropada por una multibanda de diez acompañantes, un viaje por su repertorio con tránsitos por distintos estilos de la música negra, del soul al góspel, pasando por el r&b. “Llevábamos sin tocar desde enero y es de agradecer que, después del confinamiento, tengamos la ocasión de estar de nuevo sobre el escenario e ir recuperando la normalidad”, comentó ELE, quien cerró su concierto con una versión de “Cedeira” de Guadi Galego.
Las actuaciones se desarrollaron con el público sentado y cumpliendo estrictamente el protocolo sanitario. El buen ambiente se repitió en los conciertos del sábado, que tuvieron su punto de partida con la presencia de Momboi en el Eurostars Pazos de Sober. Por la zona gastro de “Regina Viarium” pasaron a continuación Laura Lamontagne & Pico Amperio antes de que el centro de atención se situara en el Mirador de Santiorxo en cuyo escenario actuaron Elba y Best Boy. De nuevo en las instalaciones de Regina Viarum, epicentro del festival, Os Amigos dos Músicos y Xoel López, animaron la velada en un entorno único.
Fue el preámbulo al fin de fiesta de hoy con Guadi Galego en Chantada. La exvocalista de Berrogüetto, probablemente el mejor grupo de música de raíz celta surgido en Galicia en los años 90, desgranó, entre otras, piezas de su álbum del año pasado, “Inmersión”, en el que colaboran varios de sus antiguos compañeros. Fue el perfecto epílogo a un festival que superó con nota su edición más complicada y exigente.