El arte de empezar y el arte de acabar

Sugerente título de la exposición que puede verse en los espacios del Centro Obra Social Abanca en Santiago de Compostela, hasta finales de octubre, que parte de una selección de 50 obras correspondientes a 39 artistas de la colección de la institución bancaria, en las que se propone una nueva lectura. El discurso elaborado por el comisario Diego Cascón tiene como referencia principal los textos de Ítalo Calvino ( Santiago de las Vegas, Cuba, 1923- Siena, Italia, 1985) que se encuentran reunidos en El arte de empezar y el arte de acabar, seis propuestas para el próximo milenio.

El escritor los estaba ultimando para dictar en forma de seis conferencias que tendrían que celebrarse en la Universidad de Harvard, en la cátedra Charles Eliot Norton Poetry Lectures, en el curso académico 1985-1986. No fue posible hacerlo, pues en parte inacabados, los escritos quedaron en reserva hasta su recuperación y publicación años después.

La historia trazada en la exposición se circunscribe a los cinco planteamientos que avanzó Calvino, con el fin de sintetizar y transmitir a las generaciones futuras lo que él consideraba que eran los valores fundamentales en la literatura con fines de protección, intuyendo quizás un futuro inquietante para las letras, como así presintió para las ciudades del futuro.

Por medio de los conceptos en torno a levedad, rapidez, exactitud, visibilidad y multiplicidad, el autor resume y expresa el deseo de permanencia de esos significados, y los anhelos alcanzan también las artes visuales. Conviene repasar el pensamiento del escritor y constatar su premonición para aproximarse a las obras de la exposición, organizadas en los apartados correspondientes, y de ese modo con el apoyo de esos conceptos descubrir en ellas misteriosos secretos que muestran una evidencia en el presente. En este aspecto, el hilo conductor transcurre en similar sintonía; pensamiento y piezas escogidas alcanzan un diálogo natural y perceptible. Y la relación establecida afirma los efectos causados, mostrando una vez más las infinitas posibilidades que tienen las colecciones de arte cuando se estudian y se enfocan desde diferentes prismas. Fuente inagotable de contribuciones, de entendimiento singularmente cuando se abren a nuevas líneas de investigación y se ofrecen los resultados para su contemplación, propiciando nuevos diálogos y lecturas.

Por ende, la confrontación entre el arte, fuese pintura, dibujo, escultura, y otras disciplinas, como la literatura, la poesía, el cine, la biología o la botánica, acostumbra a dar grandes resultados porque la búsqueda de puntos de encuentro entre las diferentes materias incentiva la mirada y abre la mente.

Y atendiendo a los cinco valores literarios presentados, Calvino ya había descubierto su existencia en anteriores obras de escritores y artistas, de la antigüedad y de su tiempo. Se refirió a la delicada liviandad de la Medusa, en las Metamorfosis de Ovidio, y a la extrema exactitud de la poesía pura de Paul Valèry,

Veremos, por tales razones, que levedad, rapidez, exactitud, visibilidad y multiplicidad son en esta exposición los marcos referenciales; en esos principios los autores reunidos y las obras que los representan establecen una lograda relación.

Levedad, ligereza, silencio expresivo que conllevan las obras de Vari Caramés, Esteban Vicente y Sean Scully. Rapidez asociada a la agilidad de pensamiento trasladada al equilibrio en colores y formas aplicada a las obras de Fernand Leger, Arturo Souto, Equipo Crónica, Eugenio Granell, Xaime Quessada, Luis Gordillo, Wifredo Lam.

La exactitud es, para Calvino, definición, nitidez, incisión y precisión. Se halla inscrita en los espacios y objetos creados por Angelo de Sousa, Luis Caruncho, Francisco Mantecón, Jorge Oteiza y Torres García. La visibilidad, simboliza el reino de la fantasía, por medio de imágenes y minuciosas descripciones que se concretan en fascinantes escenas, como corresponde a las pinturas que se muestran de Urbano Lugrís, Emiliano di Cavalcanti o Antoni Clavé. La multiplicidad, en cuanto atañe al conocimiento plural, a la sabiduría que fructifica al calor de la integración entre personas, hechos y cosas, asociada a realidades diversas, a la civilización contemporánea, se encarna en la obra del artista uruguayo Washington Barcala, en las construcciones de Miquel Navarro y en la biblioteca metafórica de David Morago.