Entre 1 y 3 kilos engordó el 44 % de los españoles durante el confinamiento

El 44 % de los españoles aumentó de peso durante los meses del confinamiento -la mayoría de ellos engordó entre 1 y 3 kilos- y la razón fundamental fue la falta de ejercicio físico sumado a un aumento del consumo de alcohol y azúcares en forma de “picoteo”.

Según se puede extraer de una encuesta a mil personas cuya autoría corresponde a la Sociedad Española de Obesidad (Seedo), la ansiedad y el aburrimiento son algunos de los factores que estarían detrás de estos cambios en los ámbitos alimenticios que produjeron este aumento de peso en muchos ciudadanos españoles durante el periodo que duró el estado de alarma.

Las conclusiones principales de este estudio indican que un 44,3 % de los encuestados declara que subió de peso en el confinamiento y una gran parte (un 73 %) reconoce haber subido entre 1 y 3 kilos, tal y como explicó este miércoles en rueda de prensa el presidente de esta sociedad científica multidisciplinar , Francisco Tinahones.

El cambio en las rutinas de alimentación está detrás de estos datos, ya que un “alto porcentaje” de los encuestados admite que abusó de productos no saludables. En concreto el consumo de bebidas alcohólicas y derivados de la bollería se vió incrementado alrededor de un 50 %.

El confinamiento generó en muchas personas situaciones de estrés y también, en algunos casos, de cierto aburrimiento, que provocó que se incremente la sensación de hambre, explicó Tinahones.

Debido a ello, un 20 % de los encuestados aseguró alimentarse a base de productos de “picoteo” durante esos meses.

Todo esto se une a la reducción drástica de la actividad física. El 56 % de las personas reconoce que hizo menos deporte del que hacía antes del confinamiento y un tercio de la población admite que pasó sentada más de 5 horas al día delante de la televisión.

Estos últimos parámetros tienen relación directa con el nivel de ingresos de las familias, ya que a rentas más bajas, el tiempo dedicado a la actividad física fue menor, al igual que ocurrió con el tamaño de las viviendas; las personas que viven en casas más amplias realizaron más ejercicio y pasaron menos horas frente a la televisión.

Las variables socioecómicas también tuvieron un gran impacto en estos cambios de hábitos surgidos durante el confinamiento, ya que si bien el 77 % de las personas sin ingresos reconoce que subió de peso durante el confinamiento, este porcentaje se sitúa en el 43 % en el caso de los sujetos con ingresos superiores a 2000 euros mensuales.

El estudio también pone de relieve una especie de “efecto contagio” alrededor de la obesidad, “siendo mucho más probable que el entorno más cercano de una persona con obesidad también sufra esta enfermedad”, según afirmó el vicepresidente de Seedo, Albert Lecube.

Por su parte, la doctora Susana Monereo, jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón recordó que actualmente en España un 60 % de la población tiene exceso de peso y un 21 % de ellos obesidad.

Una persona con un peso normal tiene un 80 % de probabilidades de alcanzar los 70 años de edad. Sin embargo, éstas se reducirán hasta el 50 % si es obesa, dado que aumenta considerablemente el riesgo de muerte prematura por enfermedad cardiovascular, diabetes o cáncer, alertó.

Además, la obesidad es un factor de riesgo frente al coronavirus, y, según Monereo, el 80 % de los pacientes que tuvieron formas graves de la infección por covid-19, precisaron intubación, ventilación mecánica en la UVI o fallecieron eran obesos.

Para mejorar la dieta y volver a la normalidad previa a la pandemia y a los buenos hábitos, la doctora Monereo aconseja evitar alimentos y bebidas dulces con gran cantidad de azúcares, reducir o evitar el alcohol y los alimentos ricos en grasas o procesados y aumentar el consumo de fruta y verdura.