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Heridas mortales inferidas al General inglés Sir John Moore en la “Batalla de Elviña” (Coruña, 16-I-1809)

Guerra de la Independencia

Se inició en 1808 cuando el ejército francés invadió la península Ibérica en el contexto de la expansión imperialista de Napoleón Bonaparte quien, además, suprimió los derechos monárquicos del Rey de España, Carlos IV y su sucesor el futuro Fernando VII, e impuso a su hermano José I como monarca español entre los años 1808 a 1813.

En esa época nuestra alianza con Inglaterra trajo, como ayuda, a diversos contingentes de tropas británicas entre los cuales vino, en 1808, el mandado por el Teniente General Sir John Moore quien, unido al ejército español del General Pedro Cano y Sureda, Marqués de la Romana, debían marchar sobre Castilla para evitar que los franceses tomasen Madrid.

Este movimiento de tropas fue alterado, a la altura de Benavente por el propio Napoleón quien, al frente de un poderoso ejército determinó, entre otros efectos que Moore se retirase hacia Galicia con el propósito de llegar a la ciudad de A Coruña y volver a Inglaterra embarcado en una flota dispuesta a tal efecto.

Batalla de Elviña

Se libró en la zona geográfica de ese nombre, inmediata al istmo de acceso a la ciudad de A Coruña, duró desde el 16 al 19 de enero de 1809 y en ella las tropas francesas del General Soult acosaron a las de Moore que, protegidas por las fortificaciones de la urbe y sus pobladores estaban ejecutando las maniobras de su compleja retirada a los barcos que llegaban desde Inglaterra con ese propósito.

Infelizmente hacia las 5 de la tarde, del día 16, un proyectil de cañón dañó gravemente, en su hombro izquierdo, a Sir John Moore quien estaba en la zona supervisando el despliegue defensivo de sus tropas en aquel lugar. El impacto lo tiró del caballo, se levantó sin inmutarse y, ayudado por el Coronel Graham y el Capitán Hardinge, pudo sentarse en el suelo apoyándose contra un murete de la finca perteneciente al lugareño Sr. Galiacho. Hardinge haciendo uso del “fajín” del General, le realizó un vendaje de emergencia para contener la hemorragia e inmovilizar los fragmentos del miembro destrozado por el potente impacto del obús.

Evacuación del herido

El rango del personaje, la gravedad de su heridas y la pobre capacidad de prestarle una adecuada asistencia en primera línea, donde sólo había algunos cirujanos militares y/o enfermeros, con reducidos botiquines, determinaron la más rápida evacuación posible a retaguardia, es decir a La Coruña pues la “...herida tenía un aspecto horrible, sangraba a torrentes...el proyectil se había llevado el hombro y parte de la clavícula izquierda, dejándole el brazo colgando sólo de un pedazo de carne...”.

Para el traslado se improvisó una parihuela utilizando una manta que sostenían, por sus bordes, “algunos soldados del Regimiento nº 42 y otros del Regimiento de los Guardias”. El sable de Moore, sujeto en el lado izquierdo de su cintura dificultaba su posición acostada en la parihuela pero él no dejó que se la sacasen diciendo esta frase: “prefiero que salga conmigo del campo”.

La distancia desde Elviña al lugar de La Coruña a donde lo llevaron, la casa del industrial D. Jenaro Fontenla, dispuesta a tal efecto por el Ayuntamiento, fue de más/menos 3,9 Km. en línea recta, lo que debió suponer una hora de recorrido. Pasaron la muralla por la puerta llamada de la “Torre de Abajo” y en el trayecto el herido se cruzó con uno de sus Coroneles, de apellido Anderson, con quien sostuvo una breve conversación lúcida y valiente. Estaba ya el día bastante obscuro, debían ser más/menos las 18:30 horas.

Llegados a la casa del Sr. Fontenla, entonces el nº 16 del Cantón Grande, instalaron al herido en una cama improvisada en el “salón” del primer piso donde fue atendido por los cirujanos militares quienes constataron, verosímilmente y por el tipo e intensidad del impacto, las siguientes lesiones: pérdidas de sustancia, irregulares, en la piel de la parte inferior izquierda del cuello, hombro anexo y zona superior del tórax, que interesaba el tejido celular subcutáneo y dañaba los músculos deltoides, trapecio, pectorales mayor y menos, coracobraquial, bíceps y tríceps y posiblemente también los escapulares en su inserción troquiteriana.

De los “huesos del hombro” debieron desaparecer la mitad externa de la clavícula, el acromion y quizás parte de la epífisis proximal del húmero, que son los componentes periféricos de la articulación del hombro izquierdo. No hubo lesiones de los vasos sanguíneos de la zona, arterias y venas axilares-subclavias, pues de haberlas se moriría por una hemorragia intensísima en poco tiempo y nuestro herido sobrevivió más/menos 4 horas a su herida de guerra. La hemorragia tuvo que ser fundamentalmente de los vasos pequeños que irrigaban las partes blandas, tegumentos y músculos-tendones, así como las partes fracturadas de los huesos.

Tuvo que haber, como inevitable consecuencia de lo antedicho, un “shock traumático” que iría instaurándose con intensidad progresiva: palidez, sudor frio, hiperpnea, pulso débil y frecuente (hipotensión), desfallecimiento, sensación de muerte, pérdida de conciencia y por último, fallecimiento, que debió suceder hacia las 21:00 horas de ese día 16. En aquella época no había transfusiones, ni sueros, ni medicamentos eficaces para solucionar tales problemas.

Durante parte de esta etapa pre-agónica Moore estuvo lúcido y hablador, diciéndole a sus oficiales presentes que saludasen “al Coronel Graham”; a todos sus Ayudantes de Campo; que había hecho “testamento” recordando en el a sus criados y que el Coronel Colborne era depositario del mismo; que le dijeran al General Hope que concediera una “Tenencia Coronela” (ascenso a Teniente Coronel) al Mayor Colborne, quien había estado mucho tiempo con él y al que, por tanto, consideraba merecedor de esa distinción; recuerdos al General Paget; gracias a los “cirujanos” que lo habían asistido y “recuerdos muy especiales” para Lady Esther Stanhope, que le encomendó a su Ayudante de Campo de este apellido, hermano de la dama, “enamorada” de Moore, mujer aristócrata de gran belleza y una revolucionaria social en su tiempo pues viajó, vestida de hombre, por diversos países, incluso de oriente, llegando a realizar excavaciones arqueológicas en algunas notables ruinas de aquellos lares, etc....

Enterramiento

Se realizó, desde la casa del Sr. Fontenla, hacia la 1 de la madrugada del día 17 de enero, de una manera simplicísima: cadáver envuelto en la bandera británica, sin ataúd, transportado “a brazo” por ocho “soldados higlander”. Quienes lo inhumaron en una esquina del “Baluarte de San Carlos” o “Fortaleza Vieja”, cubierto por musgo para que pasara desapercibido por los enemigos franceses que en días inmediatos iban a tomar la ciudad, para que no profanasen el cadáver. Sabemos que se le retiraron al difunto tres cosas: el “fajín” de General, con el que le habían improvisado en Elviña el vendaje de la zona herida; su “reloj de bolsillo” y el “sable”, piezas que luego se llevaron y conservan el Londres.

Años después, pasada la guerra y puede que ya en 1810 o 1811 se hizo una exhumación del cadáver quizás por orden de su amigo el General La Romana, para colocarlo en un enterramiento honorífico, puede que en el sarcófago de piedra, oblongo, con tapa del mismo material, que todavía permanece ocupando el centro del baluarte referido, actualmente hoy llamado “Jardín de San Carlos”, aunque hubo cambios en la posición y arreglo de dicha sepultura y su entorno.

El visitante de hoy tiene ante sus ojos lo que ofrecemos gráficamente, donde hay una placa puede leerse, en texto inglés, traducido al español, lo siguiente: “A la memoria del General Sir John Moore que murió en la batalla de Elviña cuando protegía el embarque de las tropas británicas el día 15 de enero de 1808”.

Cuando se cumplió el primer centenario del fallecimiento de Moore la ciudad de La Coruña y sus autoridades le rindieron un multitudinario y sentido homenaje, “In Memoriam” que dejó, como expresión tangible la inscripción que, ornada con los escudos de Gran Bretaña y España puede verse en la actual casa nº 5 del Cantón Grande, sustitutiva de aquella en la que falleció el General.

07 feb 2021 / 00:00
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