Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

La felicidad de los españoles ha caído un ocho por ciento

Se ha visto afectada por la adaptación humana al entorno digital que se aceleró por el COVID

La felicidad de los españoles ha caído un 8 % según el estudio Global Happiness 2020, de Ipsos, o un 7 % si tenemos en cuenta los datos de las encuestas de Sigma Dos.

Somos menos felices, pero en muchas ocasiones ni siquiera somos conscientes de las variables que determinan qué afecta nuestro estado anímico. La felicidad depende de una dimensión más profunda, relacionada con nuestra identidad y la satisfacción de vivir la vida que queremos vivir, y una dimensión más superficial, que tiene que ver con los momentos de felicidad y el bienestar emocional del día a día.

No obstante, “cuando se definieron las dimensiones del bienestar todavía no nos había dado tiempo de teorizar sobre el bienestar digital. Ahora sabemos que en la dimensión del bienestar emocional digital ocurren cosas diferentes, como la dependencia emocional, el estrés y la angustia por la gestión de la hiperconectividad o las relaciones distorsionadas”, comentó Mireia Cabero, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC.

Por su parte, Marta Calderero, también profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, explicó que “la era digital ha dado lugar a una nueva realidad en la que nos movemos entre dos mundos: el virtual y el físico. Nos hemos convertido en personas que transitamos sin limitaciones entre ambos espacios. Esta nueva realidad nos puede llevar a sentir la necesidad de reconceptualizar nuestra felicidad en un entorno tan fluido e hiperconectado”, y más en un momento en el que la crisis provocada por la pandemia del coronavirus ha hecho que muchas personas se hayan tenido que adaptar al entorno digital repentinamente para trabajar o mantener su vida social.

Teletrabajo y redes sociales. Para bien o para mal, el teletrabajo ha afectado a las personas de diferentes maneras en función de sus necesidades, valores y prioridades. Cabero defiende que “para unos ha sido muy positivo poder estar en casa, mientras que a otros les ha desequilibrado el hecho de no poder tener los dos espacios vitales separados”.

Por lo que respecta a la salud mental, “a algunos les ha afectado no poder mantener su vida presencial de siempre, aunque a otros les ha resultado muy saludable poner distancia física”.

En cuanto a la organización de los equipos de trabajo, “hay quien ha fortalecido los vínculos y el compromiso propio y colectivo teletrabajando, mientras que otros han comprobado que ni la organización, ni los liderazgos, ni los equipos estaban preparados para teletrabajar, y esto ha hecho que las personas se sintieran perdidas y solas”.

En cuanto a las redes sociales, Mireia Cabero explica que “sin duda, el entorno digital no se puede tocar ni vivir en primera persona; por lo tanto, nos lleva a crear expectativas e imaginaciones ideales”. Idealizamos la vida de otras personas y las comparamos con las nuestras, que suelen ser peores, y esto puede llegar a generar inseguridad, baja autoestima y envidia.

No obstante, estas cualidades forman parte de la dimensión más superficial de la felicidad, por eso es importante contar con un buen desarrollo de la felicidad más profunda.

“Igualmente, una inteligencia emocional muy integrada y desarrollada nos da herramientas para gestionar de manera autónoma y positiva estas pequeñas adversidades que nos hacen sentir mal”, concluye la profesora colaboradora.

La profesora Mireia Cabero relata que “hace falta construir nuestro propio bienestar emocional físico y nuestro propio bienestar emocional digital, ya que cada uno nos ofrece un tipo de calidad de experiencia diferente”.

Cinco claves para vivir más contentos con los avances tecnológicos

Barcelona. La profesora Calderero nos da cinco consejos relacionados con lo digital para ser feliz, comenzando por reorganizar la realidad y diseñar el hogar y el entorno de trabajo para que sentirse cómodo interactuando en el entorno físico y el virtual, con mobiliario adecuado para el uso de la tecnología y también espacios donde la desconexión esté asegurada.

La segunda clave consiste en aplicar una desconexión intermitente, unos treinta minutos dos o tres veces al día; de este modo el cerebro se recarga de energía. También es muy recomendable establecer unos límites de uso de los programas y dispositivos, ya que perdemos mucho tiempo al día consultando continuamente el móvil y comprobando si hemos recibido nuevos correos electrónicos.

Potencia el optimismo es otra de las pautas que se deben seguir, así al principio del día se deben consultar las cuentas de redes sociales que contengan información inspiradora, pues ayudarán a reducir el sesgo atencional negativo que generan las noticias que copan los titulares del día.

También ayuda vivir experiencias únicas pero, siempre que sea posible, se deben priorizar las relaciones sociales en el contexto físico, y cuando sean virtuales es mejor conectar con personas más que con información impersonal.

En último lugar, es muy recomendable participar en comunidades que tengan nuestros mismos intereses. Aunque parezca que la felicidad es un concepto unipersonal, la percepción de felicidad colectiva tiene mucho peso en nuestro bienestar. R.G.

20 mar 2021 / 01:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
TEMAS
Tema marcado como favorito
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.