La necesidad de desconectar en vacaciones

quizás hayas elegido el mes de agosto para disfrutar de tus vacaciones y de un merecido descanso. Pero ¿de verdad consigues descansar y desconectar?

Algunas personas piensan que irse lo más lejos posible del trabajo les ayudará, aunque con ello no consiguen el resultado esperado, más bien todo lo contrario. Pueden terminar incluso más estresados que cuando marcharon. No consiguieron relajarse ni recuperar la energía y estabilidad emocional que esperaban.

¿Sabes por qué ocurre esto?

Ante una situación de estrés, los niveles de cortisol se disparan, y en el tiempo de vacaciones apenas se consiguen normalizar los niveles de este, y al regresar al trabajo sin haber desconectado, los niveles de cortisol se vuelven a disparar provocando síntomas variados como mareos, palpitaciones, problemas digestivos, contracturas, insomnio etc.

Es importante aprender a desconectar física y emocionalmente para mantener una buena salud física, mental y emocional, para que el organismo pueda realizar todas sus funciones correctamente.

En ocasiones es complicado cambiar el chip, pero se puede conseguir, solamente hay que saber cómo hacerlo.

Para muchas personas, el no hacer nada, estar en la playa leyendo un libro o contemplando la puesta de sol... lo consideran una pérdida de tiempo, sin embargo, es una manera excelente de recargar de energía el cuerpo y la mente.

También hacer senderismo o una ruta en bicicleta, el Camino de Santiago, pasear, correr, nadar, conversar con los amigos o realizar actividades como pintar, mándalas, manualidades ... o visitar museos o incluso quedarse en casa y olvidarse del reloj puede ayudarnos a desconectar.

Meditar puede generar una descarga mental y una calma muy beneficiosas, y la clave está en poner el foco en el momento presente.

Sea lo que sea lo que decidas que quieres hacer estará bien, pero debe ser algo que te entusiasme, que te divierta, que te aporte buenas sensaciones.

No es el tiempo que duran las vacaciones, es la calidad la que a menudo marca la diferencia.

Beneficios de aprender a desconectar:

Como conclusión: Aprender a desconectar y descansar no tiene que limitarse a las vacaciones, ya que es posible y recomendable realizarlo día a día.

Si deseas consultarme tu caso puedes hacerlo en consulta@otiliaquireza.com.

Estaré encantada de poder ayudarte.