La sal de la vida

¿Sabías que el ser humano no puede vivir sin la sal? Bueno, más concretamente sin el principal componente de la sal marina, el cloruro sódico. Además, la sal contiene otros minerales como magnesio, manganeso, silicio, fosforo, potasio y yodo. Todos ellos son muy beneficiosos para la salud.

El cloruro de sodio es un mineral que debe estar presente en la dieta, junto con otros nutrientes. pero debe consumirse con moderación.

La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo mínimo de 500mg/día y un máximo de 2000 mg/día de sodio. En 5 gramos de sal tenemos 2000 mg de sodio.

El cloruro sódico es fundamental para mantener el equilibrio de los líquidos corporales de una persona. El cuerpo humano tiene un 75% de líquidos. La ingesta adecuada de los electrolitos (sodio y cloro) ayudan a mantener el equilibrio interno. Si los electrolitos bajan, la persona puede deshidratarse, y si son muy altos favorecen la retención de líquido.

La sal en sí misma no es perjudicial, pero el exceso o carencia son desaconsejables. Se recomienda un consumo responsable y un aumento en la dieta de alimentos frescos y naturales como verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutos secos entre otros, que aportan una cantidad suficiente de sal y electrolitos.

Un consumo excesivo de sal que muchas veces no procede del salero sino de los alimentos procesados, puede provocar hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, endurecimiento de las arterias, sobrecarga de los riñones, cálculos biliares, un aumento de excreción de calcio que favorece la aparición de osteoporosis, entre otros.

Beneficios que aporta en el organismo el consumo de sal en la cantidad adecuada:

- Regular la presión arterial

- Regular el equilibrio de los líquidos y electrólitos lo que ayuda a prevenir la deshidratación

- Previene los golpes de calor

- Favorece la absorción de nutrientes a nivel intestinal

- Ayuda a digerir adecuadamente los hidratos de carbono

- Ayuda a prevenir calambres musculares...

Tomar menos sal no significa renunciar al sabor

Cuando tenemos limitado el consumo de sal, eso no tiene que significar que hay que renunciar al sabor porque pueden utilizarse sustitutos de la sal:

- el ajo en polvo, picado o asado

- la cebolla

- el limón

- Plantas aromáticas como pimienta negra, orégano, pimentón, azafrán, tomillo, hinojo, cebollino...

- Condimentos como mostaza o vinagre...

Vale la pena visitar una salina y comprobar como cuando el agua del mar se evapora, lo que queda es la sal.

Si deseas contactar conmigo, puedes hacerlo en consulta@otiliaquireza.com . Estaré encantada de poder ayudarte.