La Teoría de la Configuración de la Energía, más viva que nunca
la actualidad así lo demuestra. Tan sólo hace unos días, y desde esta misma Sección, daba cuenta de algunos de los hallazgos que a lo largo de la última década se llevaron a cabo en el mundo de la Física y que estaban en consonancia con las predicciones hechas al respecto en la Teoría que nos ocupa. Concretamente citaba la concesión del Premio Nobel del año 2015 a los científicos que descubrieron que los Neutrinos poseían masa, algo negado sistemáticamente por la ciencia clásica dominante, y que ya estaba predicho en la citada Teoría.
También me referí a que en fechas más recientes, ya en el pasado año 2020, se publicó en diversos medios la noticia del descubrimiento de una nueva partícula cuántica equivalente a un electrón neutro; una vez más, la mencionada Obra ya lo contemplaba diez años antes.
Pero todavía queda una guinda más para coronar la tarta:
En la página 42 de la Teoría de la Configuración de la Energía, obra publicada originalmente en 2010 en un libro editado por Andavira, se trata de la estructura que puede formarse por grupos de 13 electrones en configuración esférica, bajo determinadas condiciones, a modo de red cristalina que constituiría un cristal de electrones puros.
En el año 1934, el científico Eugene Wigner teorizó sobre la posible existencia de cristales formados solamente por electrones; éstos, debido a su carga eléctrica se repelen mutuamente; pero disminuyendo a valores ultrabajos su temperatura se paralizarían y quedarían “congelados” en una red cristalina, unidos solamente por fuerzas electrostáticas. Cierto sector de científicos no consideró posible tal cosa; otros trabajaron en ello sin obtener resultados y algunos sí lo lograron pero no pudieron llegar a mostrarlo.
Afortunadamente, en el recientísimo mes de Julio del presente año, dos grupos independientes de científicos publicaron la imagen obtenida de un cristal de electrones, llamado cristal Wigner, mediante microscopía de efecto túnel. Otro día hablaré de ello.