Las suscripciones a libros electrónicos y audiolibros, regalo de Navidad en alza

El sector del libro digital, que incluye tanto libros electrónicos como audiolibros, está experimentando un boom en los dos últimos años y se perfila como un potencial regalo de Navidad en alza, según voces del sector. Según el Informe anual del libro digital 2020, elaborado por Libranda, el año pasado la venta de libros en formato digital aumentó un 43 % en España respecto al año anterior. La cuota de libros digitales alcanzó el 7,3 %, pero si hablamos de grandes novedades editoriales la cifra oscila entre el 15 % y el 25 %, y en algunos títulos puede llegar hasta un 40.

Núria Planas, experta en el sector editorial digital, trabajadora en la empresa Bookwire y graduada del máster de Edición Digital de la UOC, comenta que el mercado de los productos digitales ha ido creciendo de forma constante en la última década. La pandemia ha acelerado este crecimiento de modo exponencial y ha marcado un antes y un después en el sector.

Según el informe anual de Bookwire, los ingresos globales de las editoriales obtenidos por las ventas de libros electrónicos en plataformas digitales aumentaron un 112 por ciento en 2020, en comparación con los ingresos de 2019. En cuanto a los audiolibros, en 2020 la venta de audiolibros en español generó unos 10 millones de euros, 3 millones más que en 2019.

Aumento del consumo. Para Olívia Gassol, profesora de los Estudios de Artes y Humanidades y directora del máster de Edición Digital de la UOC, “el consumo del libro digital va aumentando progresivamente, en algunos géneros más que en otros. Por ejemplo, cuando no es para divulgación, la producción científica ya no se edita en papel sino en formato digital, porque el objetivo de la ciencia es que el conocimiento que genera circule entre la comunidad científica por sus canales de distribución y de consumo lo más rápido posible”.

Para Gassol, “el formato que ha dado un salto más espectacular últimamente, al menos en ciertos países, como España, es el audiolibro, en gran medida reforzado por el cambio de hábitos que ha traído consigo la pandemia. De todos modos, no deja de ser una conversión al digital de un fenómeno que no es nuevo y que ya popularizó la radio hace muchas décadas con géneros como las radionovelas”, subraya.

familiares para los nativos digitales. El auge de los nuevos formatos se explica, según Núria Planas, por la facilidad de acceso y por el hecho de que las nuevas generaciones de nativos digitales estén muy acostumbradas a interaccionar con el formato digital: “Es muy sencillo obtener un libro electrónico o un audiolibro, sin importar el sitio donde estés. Durante el confinamiento, los lectores aprovecharon los productos digitales, a falta de tiendas físicas”, señala, y añade que “más allá de la pandemia, creo que estos formatos requieren menos espacio y atraen a las generaciones jóvenes, acostumbradas a entretenerse con los dispositivos móviles”.

Gassol opina que “a corto y medio plazo, seguro que para aquellos géneros en los que deje de tener valor o una función concreta y distintiva, el libro en papel desaparecerá o se reducirá a excepciones”.

Explica que en casos como las guías turísticas, el formato tradicional irá desapareciendo, mientras que en otros, “el papel convivirá con el digital, complementándose”.