Los décimos multiplican sus ventas con la cifra del día de la erupción

Madrid. La mañana siguiente a la erupción del volcán en La Palma el teléfono no paró de sonar en la Administración de Loterías La Bona Sort de Terrassa, llevando las consecuencias de este fenómeno a más de 2.500 kilómetros del punto en el que la tierra se abrió.

El número 19.921 de la Lotería de Navidad llevaba colgado del cristal desde el mes de julio “sin mucho éxito”, según cuenta a Efe Julia Antequera, dependienta de la administración, que recordó cómo en una sola mañana no pararon de recibir llamadas y personas acercándose a la ventanilla hasta agotar los 1.710 décimos que había en el local: “A las tres ya no quedaba nada”. Los clientes que querían hacerse con el 19.921, la fecha de la erupción, el 19 de septiembre del 2021.

“La gente cree que donde hay una desgracia, toca”, explicaba Borja Muñiz, presidente de la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería (Anapal).

“He tenido que pedir que traigan más décimos ya cuatro veces”, contaba sorprendido Eduardo Anglés, que tiene su administración en Los Llanos de Aridane, a tan solo cuatro kilómetros del volcán de la isla canaria. “Todo el mundo quiere un número de La Palma este año”, continuaba Anglés. El lotero lamenta que muchos de sus clientes habituales perdieran sus casas después de “dos meses que parecen dos años” y espera que “El Gordo” lleve a la isla una “colada de millones” que sirva para reconstruir todo aquello que se llevó la de lava. Néstor Báez