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|| nosotros y cía ||

¡Ni perdonamos, ni olvidamos!

Qué poca vergüenza sigue teniendo este Otegi, su indecencia no conoce límites en el tiempo. Lo único que ha hecho el líder de EH Bildu es poner en marcha el ventilador de mierda para abrir de nuevo el debate sobre los presos de la banda terrorista ETA e intentar enfrentar a la sociedad española sobre la calidad o no de su arrepentimiento.

El independentista vasco y máximo exponente de la izquierda abertzale quiso celebrar el décimo aniversario del anuncio de la dirección de la banda criminal y terrorista con otro ejercicio de equilibrio e hipocresía.

“Queremos trasladarles nuestro pesar y dolor por el sufrimiento padecido. Sentimos su dolor y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido, a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo”, aseguró el pasado lunes el exdirigente de ETA, según la sentencia de septiembre de 2011 de la Audiencia Nacional con la que le condenaba a él y Díez Usabiaga.

Pues no. No vale, no llega ni de lejos. Eso no es lo que esperan, desean y exigen las víctimas de la banda terrorista, los familiares de éstas y la sociedad española en general.

¡Hay que pedir perdón!

Sin paliativos, sin medias tintas, sin eufemismos.

¡Qué humillado me sentí con la salida en tropel de todos aquellos a los que les faltó tiempo para presentarse ante las cámaras y los micrófonos para alabar el ardid a Arnaldo Otegi!

Menos mal que el Gobierno de la nación, ese que queremos que represente a todos los españoles y que en esta ocasión lo logró al afirmar oficialmente tras el Consejo de Ministros que la declaración del dirigente independentista vasco no era suficiente, colocándose incluso al otro lado de la alegría mostrada por no pocos dirigentes del propio Partido Socialista.

Insisto, hay que dejarse de zarandajas, de estupideces y declaraciones grandilocuentes: hay que condenar la violencia de los asesinos de ETA, hay que mostrar un arrepentimiento verdadero, hay que pasarse al lado de la paz, al de la hermandad, la fraternidad, el Estado de Derecho, el de la libertad, el respeto y la no violencia.

¿Es o no es así?

¿Tan equivocado estoy?

He conocido a personas amenazadas por esta mafia criminal, asesinaron a unos de mis compañeros de El Mundo cuando trabajaba en ese medio, José Luis López Lacalle, y como todos los españoles de bien lloré sin consuelo aquel 13 de julio de 1997, infame fecha en la que asesinaron a sangre fría a Miguel Ángel Blanco en Ermua.

¡Cuánta angustia, cuánto dolor, cuánta sinrazón! Jamás podré entender que se le puede pasar a alguien por la cabeza para poner una bomba como la del Hipercor de Barcelona, un centro comercial donde gente corriente, inocente, ajena al falso conflicto vasco, perdió la vida de una manera horrible.

Nada menos que 21 personas murieron y otras 45 resultaron heridas.

864 muertos, 7.000 víctimas, más de 3.000 atentados. Ese inexplicable e incompresible balance de 43 años de sufrimiento, miedo y terror lo quieren saldar ahora con un “sentimos” y “no debió ocurrir”. ¡Qué poca vergüenza!

Y claro, solo dos días después se desvelaban las cartas de Otegi, cuando se dieron a conocer unas palabras suyas pronunciadas tan solo siete horas después de las que generaron la polémica y con las que afirmó ante un grupo de militantes de su partido que estaba dispuesto a apoyar cualquier presupuesto general del Gobierno a cambio de que los 200 criminales de ETA salgan de la cárcel.

¡Hala! ¡Ya está!

Pero que confundido está, porque los ciudadanos de este país esperamos que antes de que todos esos matones salgan de la cárcel entren en ella todos los que aún no han sido detenidos y condenados por su pertenencia a la banda terrorista y sus atentados.

También tengo que aplaudir las palabras de la ministra de Justicia, Pilar Llop, el miércoles en el Congreso, cuando reprochó a un diputado de Bildu la humillación constante a las víctimas de la barbarie terrorista y aseguró que “los ciudadanos ni vamos a ser iguales ni seremos iguales mientras haya ongi etorris”, ya saben los habituales homenajes a los condenados etarras cuando salen de las prisiones donde cumplen sus condenas.

No alcanzo a imaginar el sufrimiento y el dolor tan insoportable de los familiares de los asesinados, de los supervivientes de los atentados y de aquellos que durante tantos años vivieron con la espada de Damocles de la amenaza y la sentencia de ETA sobre sus cabezas.

¡Que pidan perdón de una puñetera vez!

Que no se olviden: nosotros ni perdonamos ni olvidamos tanta barbarie.

|| las claves una a una ||

1 Las barbas. Reza un dicho muy español que cuando las barbas del vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar. Pues aquí no hacen falta ni vecinos ni gaitas para que nos pelen a las bravas. Es lo que va a hacer el Gobierno en cuanto pueda con los peajes de las autovías españolas.

2 ¿No eran gratuitas? Yo siempre pensé que esas infraestructuras financiadas con los impuestos de todos los españoles serían gratis por los siglos de los siglos. Pues no. El Ejecutivo necesita dinero para financiar el desastre del déficit y la deuda pública, que sigue en niveles inadmisibles. ¿Y de dónde lo va a sacar? Pues de nuestros bolsillos.

3 ¡A pagarrrrr! Así es como lo diría Joaquín Prat en El Precio Justo. Y así debe de estar cantándolo ahora la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, pensando en lo que va a recaudar con esos poquitos kilómetros que hacemos todos los días para ir a trabajar pero que tanto van a contribuir a paliar el desaguisado económico socialista. Eso sí, que piensen en el quebranto electoral.

4 Seguridad vial. También tendrá que pensar nuestro Gobierno en la seguridad vial, porque los que no queramos pagar iremos por vías secundarias y, eso seguro, aumentará la siniestralidad y la mortalidad en las carreteras. Pero eso ahora parece un tema secundario, y nuestra calidad de vida, también.

|| Lo mejor ||

por fin un acuerdo Parecía que este día nunca iba a llegar, pero al final se ve que es posible el consenso entre el PSOE y el PP. Sentándose a discutir han sido capaces de dilucidar un nombre para el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, y a ver si ahora, si es que siguen de cháchara, son capaces de desbloquear en resto de las instituciones del Estado que requerían renovación. Una gran noticia, sin duda, que esperamos que no se quede solo en eso, en un anuncio más sin futuro.

|| Lo peor ||

LA luz Ni el Gobierno, ni la Comisión Europea, ni las eléctricas, ni nadie parece capaz de reducir, por poco que sea, el precio de la energía, que va a sangrar el bolsillo de todos los consumidores este año y nos va a provocar un roto importante. Después de haber llegado hace unas semanas a los 300 euros por megavatio hora, ahora los 200 en los que se mueve hasta nos parecen razonables. Qué pronto nos acostumbramos a los palos y qué pronto nos olvidamos. ¡Qué pena!

|| La foto de la semana ||
¡Por favor! No me sean cochinos

Los toreros se cortan la coleta cuando se retiran, los futbolistas cuelgan las botas y yo, que aún no me retiro, voy a colgar mi mascarilla. ¡Estoy frito! Pero eso sí, este invierno en los sitios cerrados la voy a seguir usando, más que nada para evitar gripes y catarros. Y por favor, no sean cochinos y desechen los tapabocas en la basura, ya saben, con las gomas cortadas, por si alguna llega al mediambiente, que ningún animalito se queda enganchado. Por cierto y hablando de colgar, ¿qué les parece a ustedes la moda esa estúpida y de estúpidos de colgar trozos de papel higiénico en las ramas de los árboles? ¿A quién se le ocurrió tamaña tontería? Desde luego a alguien con poca cabeza

24 oct 2021 / 00:01
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