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Segunda novela de Brenda Navarro

Con ‘Casas vacías’ (Ed. Sexto Piso, 2021) se daba a conocer entre nosotros la escritora, traductora, guionista y editora Brenda Navarro (n. en Ciudad de México, 1982) que viene manteniendo una bipolar línea de trabajo: los estudios de género en la órbita feminista, editorial y divulgativa, y la literatura narrativa, en la que se sitúa en el amplio grupo de cultivadoras en las que la mujer es epicentro y protagonista y su situación en contextos diversos, parte fundamental del mundo narrado, marcado este por una dureza extrema y una cosmovisión que no lo es menos: trágica, amarga, fracasada; representación de una vida que es pura y dura supervivencia y de la que salirse es difícil liberación. Este exitoso estreno de su carrera fue ya en 2019 premiado por el PEN inglés en su traducción al citado idioma.

Muy poco después y en la misma órbita áspera y desolada, vuelve la escritora con su segunda novela, Ceniza en la boca (Ed. Sexto Piso, 2022). En el plano de su historia, de la opresiva situación laboral, familiar y existencial de sus tres personajes (la madre y sus hijos Marina –la narradora– y su hermano Diego –el suicida–), así como en el desprecio, maltrato y marginación de sus vidas, tiene esta historia, que los golpea machaconamente desde la presencia y de la memoria de la que teje y testimonia una crónica familiar muy de nuestros días, la de la inmigración, que se enraíza en la búsqueda de un vivir cercado por la pobreza y que, con el añadido (acaso súbito y precipitado) crean un clímax narrativo calificado de tremendista por la índole de su envoltura narrativa, cuyo verismo impactante enfatiza una trama dolorosa y cerrada que no registra ni una sola luz de esperanza; entre otras cosas, porque la misma condición de los personajes les niega tal posibilidad.

El suicidio inicial y su angustiosa huella en la hermana del niño; el juego de coordenadas espacio temporales: Madrid – Barcelona / México (pasado y presente cambiantes) y el profundo enfrentamiento madre–hija, además de la inútil peregrinación Madrid–Barcelona, contundente testimonio de los componentes de racismo, desprecio, maltrato, etc. que el emigrante ha de asumir en los deshumanizados medios urbanos, son ejes todos ellos hostiles de esta novela que posee una interesante dimensión sociológica y resalta la conflictividad entre los personajes, su incomunicación, su mutuo rechazo solo momentáneamente aliviado por el obsesivo recuerdo del niño muerto.

A lo dicho hay que sumar el frío manejo de una prosa de elaboración elemental y directa; de tacto rugoso y sucio y materia que no lo es menos, sobre todo en el registro de las tensas relaciones humanas, algunos sucesos y el maltrato de un inclemente destino. Oscuridad, penalidades y crueldad lo cubren todo: miedo, rechazo social, maltrato infantil, crímenes, narcotráfico, violencia generalizada, abandono; sin respiro, sin perdón, sin esperanza.

10 jun 2022 / 00:00
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