Sigue la lucha contra el estigma del VIH tras cuatro décadas

Cuarenta años después de la aparición del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) se han multiplicado los avances clínicos para luchar contra la enfermedad hasta convertirla en crónica, pero el estigma y la discriminación contra los portadores del virus se mantienen, por lo que han decidido convertir 2022 en el año de la visibilidad y la salida del armario.

Para ello, se organizarán infinidad de actos durante todo el año que confluirán en diciembre -coincidiendo con el Día Mundial contra el SIDA- en una gran marcha en Madrid, que se convertirá en el primer Orgullo Positivo en España, con el propósito de dignificar a las personas que tienen el VIH, informa Efe.

“Después de 40 años tenemos las estrategias para acabar con una infección que causó una pandemia, pero el estigma social se nos ha quedado, lo que puede deberse a nuestra cultura cristiana de culpa y señalamiento”, explicó a Efe Judit Beltrán, vocal de Cesida (Coordinadora estatal de VIH y sida).

Aunque reconoció que es “un fracaso” tener que celebrar estos actos cuatro décadas después del primer diagnóstico, defendió la necesidad de salir a la calle porque “está claro que de lo que no se habla no existe y la visibilidad da vida. El silencio nunca nos va a proteger”, consideró.

“En la actualidad siguen presentes normativas y legislaciones discriminatorias anacrónicas que limitan los derechos y el acceso a bienes y servicios a las personas con el VIH”. Es la denuncia de Reyes Velayos, presidenta de Cesida, que junto a la Coordinadora Estatal del VIH ha promovido el Pride positivo para visibilizar al colectivo.

En este sentido, Beltrán criticó que es una enfermedad catalogada como infecto contagiosa, lo que excluye a muchas personas infectadas de otros tratamientos o terapias, entre ellos oncológicos.

“Es muy bestia que después de 40 años siga pasando esto y hay que gritar más que nunca”, apuntó al respecto.

Pese a que el Estudio Creencias y actitudes de la población española hacia las personas con VIH 2021 de Cesida indica una mejora en los parámetros analizados respecto a 2012, un 10 % de los encuestados asegura que no mantendría relación con una persona portadora del virus.

Un 36,3 % reconoce que se sentiría incómodo si un compañero de su hijo tuviera VIH y un 8 % sigue apoyando la segregación para este colectivo.

Cesida destaca las creencias erróneas que se perpetúan sobre la transmisión, que según un 11 % se puede producir al compartir un vaso y por la picadura de un mosquito para el 21,3 %, y que, pese a que uno de cada 300 españoles tiene VIH, un alto porcentaje manifiesta que no conoce a nadie.

La coordinadora lamentó que dos tercios de la población desconozcan el término “indetectable”, que es idéntico a “intransmisible”, lo que significa que las personas con el VIH en tratamiento a las que no se les detecta el virus con una pcr no lo transmiten en ninguna circunstancia.

“Tenemos que salir del ostracismo y la soledad. Tenemos que volver a hacernos visibles, salir a la calle y reclamar los derechos que nunca tuvimos que perder”. Así lo apuntó Antonio Serrano, de Vihsibles Murcia, quien reclamó campañas de concienciación, principalmente para los jóvenes, que en la franja de 16 a 24 años de edad aglutinan en su comunidad la mayoría de las infecciones.

“Dejamos de morirnos, dejamos de ser noticia y dejamos de estar en los medios”, denunció este enfermero, que reconoció que el mayor rechazo lo ha sentido en el mundo sanitario.

Desde Alas Baleares, Joan Viver consideró que hacen falta nuevos referentes que se visibilicen para demostrar que se puede hacer una vida plena. “Demostrar que se puede salir del armario del VIH y ser trending topic.

Opinión que comparte Aranzazu Barreiro, asturiana que dio a conocer su situación en diciembre y que pide referentes porque “los jóvenes necesitan gente de carne y hueso, y no en internet”.

Representar a otras mujeres que no se pueden visibilizar es uno de los deseos de Carmen Martín, coordinadora de la Asociación Cántabra ciudadana antisida.