Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Un 20 por ciento de los adolescentes entra a diario en Internet a partir de medianoche

Más del 92 por ciento de jóvenes de once a dieciocho años tiene móvil con conexión a la Red y el 90 % lo usa siempre

Que las redes sociales son un peligro para los más jóvenes ya no es un secreto para nadie, pero, a raíz de la pandemia, algo que ya era un problema, se ha convertido en una auténtica alarma social. Para los expertos en la materia, es algo que hay que atajar ya para que en un futuro no se den consecuencias irreversibles sobre los hoy adolescentes.

Y es que, hoy por hoy, el 92,1 % de los adolescentes españoles tiene móvil con conexión a Internet, algo que se ha convertido en fundamental para sus vidas ya que, de hecho, el 90,8 % reconoce conectarse a diario. Un amplio 23 %, además, asegura conectarse entre una y dos horas o entre dos y tres horas diarias entre semana, pero un significativo 16,1 % lo hace más de cinco y el 7,4 % todos los días. Así, el 23,5 % pasa más de cinco horas conectado a Internet un día normal de la semana, cifra que asciende al 45,6 % durante el fin de semana.

Estos son solo algunos de los datos extraídos del estudio ‘Impacto de la tecnología en la adolescencia en Galicia’, coelaborado por el equipo del profesor de Psicología de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) Antonio Rial Boubeta; el Consejo de Colegios Oficiales de Ingeniería Informática; y Unicef Galicia, presentado este martes.

“Este estudio se fraguó durante el confinamiento de 2020, porque Unicef lleva años sensibilizado con el problema que supone el uso de la tecnología entre niños y adolescentes y, habida cuenta de que durante el periodo de confinamiento se agravó el uso, cobraba especial relevancia”, explicó a EL CORREO el profesor Rial Boubeta, que añadió que la finalidad era mostrar a la ciudadanía, a los padres, a las administraciones y a los profesores “datos objetivos” de una problemática de la que ya nadie duda. Para ello, se realizaron encuestas entre una amplia muestra de 41.509 alumnos de toda España (3.165 gallegos).

A pesar de que no fue fácil solicitar datos a los centros en plena pandemia, algo que dificultaba el poder contactar con los alumnos, el resultado fue “el estudio de mayor impacto y con mayor relevancia a nivel internacional en un periodo especialmente conflictivo: el curso 2020/2021”. En él parten de hipótesis –como que está aumentando el uso de los videojuegos, los casos de ‘sexting’ o que hay influencias de las redes sociales sobre la salud mental– para sacar conclusiones, que se resumen en que “efectivamente, hay un problema con la tecnología y hay que empezar a hacer cosas ya desde la comunidad, porque no es responsabilidad exclusiva de padres, centros o consellerías, sino que se trata de un problema social en el que todos debemos aportar”.

Según refleja el informe, hay conductas que es necesario revertir de forma inmediata. Por ejemplo, un 53,4 % (más de la mitad) de los adolescentes reconocen llevarse el móvil para la habitación durante la noche todos o casi todos los días. Y el 19,1 % afirma que se conecta a Internet a partir de la medianoche también todos o casi todos los días. ¿Y qué implicaciones puede tener esto? Según el experto, “los problemas de sueño son mayores, y también los de enganche (adicción), los de ‘sexting’ (envío de fotos eróticas a través de redes) y de contactos con desconocidos”, pues son horas propias para ello, en las que no se encuentran bajo vigilancia.

Además, a pesar de que la muestra evalúa alumnos de entre once y dieciocho años y de que, legalmente, solo a partir de los catorce pueden registrarse un las redes sociales, el 97,9 % de los encuestados asegura estar registrado en al menos una, mientras que un amplio 80,5 % dice estarlo en tres o más. Asimismo, el 59,1 % tiene varias cuentas o perfiles dentro de una misma plataforma. YouTube, Instagram y Tik Tok son las redes más aceptadas.

Por lo general, según muestra el análisis, los usos más habituales que hacen los pequeños de las redes son lúdicos o con fines recreativos: whatsapear y chatear (el 94,7 %), escuchar música (92,7 %), ver vídeos de YouTube o Twitch (90,2 %), usar las redes sociales (88,8 %) y, en menor medida, aunque también, realizar tareas escolares (88,1 %).

En este sentido, es importante tener en cuenta que, cada vez, los centros educativos están informatizados y los niños tienen que realizar tareas y estudiar a través de los ordenadores, por lo que “estos centros tienen un papel importante en materia de la educación digital y las competencias digitales”.

Llegados a este punto, para Rial Boubeta, hablar de salud digital infanto-juvenil es sinónimo de hablar de salud general, porque “hay que considerar el uso de la tecnología como algo fundamental, no solo para su aprovechamiento docente (que sería algo positivo), sino también a nivel de impacto sobre la salud y sobre el modo de vida de los jóvenes (problemas como el sedentarismo, los trastornos del sueño, los alimenticios, el bienestar emocional...)”.

Por su parte, la coordinadora de Unicef Comité Galicia, Irene Marín Barca, explica que “es fundamental trabajar en los derechos de la infancia también en el entorno digital, porque así lo dice la Convención sobre los Derechos del Niño, que establece que los niños tienen derecho a la información, al juego, a la privacidad y a la protección sobre cualquier abuso”.

Por ello, es necesario “crear un entorno protector en el mundo digital, con su participación, porque el derecho a la participación es otro de los derechos fundamentales”. Con él se podría lograr “revertir estos datos que salen del uso intensivo de las redes y los videojuegos, así como el ‘grooming’ y el ‘sexting’.

la cifra
33,7 %

de los adolescentes son víctimas de acoso escolar y un 21,8 % de ciberacoso. Son datos correspondientes a la comunidad gallega. En la red, más de la mitad de las víctimas son también agresores. Debido a ello, la tasa de depresión se multiplica por 7 y las ideas suicidas por 5.

propuestas
¿Quién y cómo se debe atajar la problemática?

··· La administración pública necesita tomar parte en solucionar esta problemática, según el psicólogo Antonio Rial Boubeta, “colaborando a través de campañas en las que tomemos conciencia de que el móvil no es una niñera”. No sirve mantener a los hijos o alumnos entretenidos con la tecnología para que así no molesten, sino que hay que vigilar su uso y enseñarles a hacer una utilización responsable de la misma.

··· También es necesario incidir sobre las leyes, que, aunque parezca que no, “ayudan mucho más de lo que pensamos”. Ya que “no se puede ceñir todo a charlas en los colegios para que los chavales tomen conciencia de los peligros, eso apenas funciona, está demostrado”, explica Rial Boubeta. Por el contrario, “si hay un problema con el juego y tú regulas la publicidad, el riesgo será menor”.

··· En lo alto de la pirámide de prioridades a atender, tiene que estar arriba el chaval, algo que muchas veces no sucede, y no se hace nada más allá de “mandar educadores a dar charlas puntuales a colegios que no funcionan”, tal y como demuestran las estadísticas oficiales.

Uno de cada cuatro hogares tiene discusiones todas las semanas por el uso excesivo de las tecnologías
Para tener una buena salud digital se precisa de unas competencias humanas muy sólidas

Santiago. Los niños son como esponjas. Es una frase muy manida, pero que no por ello deja de ser cierta. Aprenden de lo que ven y replican, generalmente, las conductas de sus padres. Por ello, es necesario darles un buen ejemplo en el uso de las tecnologías para que no reproduzcan conductas indeseadas.

Y es que, tal y como destaca el profesor de Psicología de la USC Antonio Rial Boubeta, “para tener una buena salud digital y hacer un uso responsable de las tecnologías se necesita tener muy consolidadas las competencias humanas: sin empatía, asertividad y valores, es decir, sin una educación emocional bien consolidada, los jóvenes son infinitamente más vulnerables a los peligros de la red”.

En ese escenario virtual, sus modelos a seguir escapan de los patrones de los progenitores: “son los youtubers, los intagramers...”. De hecho, uno de cada cinco adolescentes gallegos (sobre todo chicos), creen realmente que pueden ser youtubers, dedicándose al gaming profesional. Mientras que (especialmente entre las chicas) “los modelos de autoestima se basan en una imagen física, en quién soy y cuántos ‘me gusta’ recibo”. “Eso es muy perverso”, asevera el experto.

Por ello, las familias tienen que estar al lado de los chavales y convertirse en su modelo. “No hablamos de culpabilizarlas, pero sí tienen que saber que tienen un peso importante para recuperar su papel en la educación activa de los hijos”, incide. Por ejemplo, es necesario que establezcan una buena “higiene digital” en casa, dejando de utilizar el móvil toda la familia en determinados momentos, pues “los chavales cuyos padres a la hora de comer o cenar están también con el móvil, tienen problemas significativamente mayores”, porque reproducen ese rol. Es necesario, pues, “establecer límites, no dejarles llevar el móvil todos los días a cama ni al colegio”.

la pregunta
¿Dónde reside el ciberacoso?

··· Aunque para muchos el ciberacoso radica en que los jóvenes son incapaces de desprenderse del móvil e incluso lo llevan a clase, ¿realmente el problema del ciberacoso está en que los chavales tengan muchas horas al día el móvil y lo lleven incluso al colegio? Para Rial Boubeta, “parcialmente”, pero la realidad es que “detrás del ciberacoso radica una carencia de valores”. Por lo que es necesario “concentrar los esfuerzos en educarles de verdad como adultos”, siendo muy conscientes de que “estamos poniendo a su disposición una herramienta que potencia todo, lo bueno y lo malo”. El socializar a través de una red social afecta a la manera de relacionarse luego en sociedad: menor empatía, menor comunicación... Algo detrás de lo que también están los casos de acoso y ciberacoso.

Muchos chicos han quedado en persona con alguien que conocieron solo por las redes

Santiago. Las relaciones sexuales se producen cada generación a menor edad, pero, en el mundo actual, a veces ni siquiera son físicas, sino ‘online’. Práctica conocida como ‘sexting’. Y, hoy por hoy, las taxas de esta actividad son realmente preocupantes. El 8,4 % de los adolescentes de Galicia de entre once y dieciocho años manifiesta haber enviado fotos y vídeos personales de carácter erótico o sexual (’sexting’ activo) y, más del triple (el 25 %), haberlos recibido (’sexting’ pasivo). Existe una mayor presión sobre las chicas que sobre los chicos.

Además, el contacto con desconocidos a través de las redes es un importante caldo de cultivo para el ‘grooming’ (engaño pederasta). El 54,1 % aceptó alguna vez a un desconocido en redes y un alarmante 17,8 % llegó a quedar en persona con gente que conoció exclusivamente a través de Internet. Además, uno de cada diez adolescentes (el 9,3 %), especialmente chicas, recibió una proposición sexual de un adulto en la red. á.p.

Una cuarta parte de jóvenes destina dinero a videojuegos y el 5 % más de 30 euros al mes

Santiago. Hoy por hoy, jugar a videojuegos es una de las principales fuentes de entretenimiento de los adolescentes. En Galicia, estos dedican de media 7,2 horas a la semana, pero un 4,3 % les dan más de treinta horas. Tan importantes y tanto valor tienen para los chavales que casi uno de cada cuatro gallegos destina todos los meses algo de dinero de su paga para los videojuegos: el 4,6 % les dedica más de 30 euros al mes.

Y, aunque es cierto que hay videojuegos que contribuyen al desarrollo cognitivo de los jóvenes, como herramientas educativas incluso más efectivas que las tradicionales, es importante tener cuidado con las calificaciones por edades. El 51,4 % de los adolescentes reconoce jugar a juegos para más de dieciocho, como el ‘Call of Duty’ (26,4 %), el ‘Grand Theft Auto’ (GTA) y el ‘Red Dead Redemption’ (27,1 %) o el ‘Counter-Strike’ (10,4 %). Además, un 2,4 % de estos jugadores ya presenta síntomas compatibles con una posible adicción. á.p.

Uno de cada diez apostantes en línea cree que es posible ganar dinero de esta forma

Santiago. Relacionado con la problemática del juego, el informe sobre el uso de las tecnologías también evidencia que las apuestas online son cada vez más frecuentes para los pequeños. Y es que el 3,3 % de los adolescentes gallegos reconoce que apostó dinero en línea alguna vez en su vida, con la finalidad de ganar más dinero o, únicamente, de divertirse.

Pero la verdadera alerta surge de que un amplio 42,6 % (casi la mitad de los encuestados”, cree que es bastante o muy posible ganar dinero de esta forma. Lo que sería dinero fácil, algo que es muy atractivo para los adultos, cuanto más para los críos. Por ello, se concluye que al menos uno de cada diez casos podrían estar desarrollando ya una adicción severa al juego de apuestas (el 10,7 %, más en concreto).

Aunque esto es algo que afecta a todos los géneros, sí es cierto que los porcentajes son mucho mayores entre los chicos y en la segunda etapa de la ESO. á.p.

09 feb 2022 / 01:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.