Un monfortino universal:
el Dr. José Goyanes Capdevila (1876-1964)

José Goyanes Capdevila nació el 16 de junio de 1876 en Monforte de Lemos. Hijo del magistrado Antonio Goyanes Meneses, y de Teresa Capdevila Martínez, fue bautizado en la parroquia de la Régoa el día 19.

Estudios

Estudió en los institutos de Lugo y Coruña e ingresó en la Facultad de medicina de Madrid en 1893/1894.

Su paso por las aulas fue brillante comenzando en Medicina Interna con el Dr. Alonso Sañudo y cambiándose luego a Cirugía con el profesor San Martín, científico e intelectual respetado que publicaba interesantes trabajos como el que dedicó al cuarto centenario del descubrimiento de América en el Ateneo madrileño y que incluso fue, brevemente, ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes en un Gobierno presidido por Segismundo Moret.

Goyanes perteneció a la Unión Escolar de Estudiantes, liberal, durante sus años de facultad, en la que tuvo diversos cargos.

Se licenció con numerosos sobresalientes y varios premios en 1900 y se doctoró en 1901 con la tesis titulada: Estudio clínico sobre la influencia del tiroides en el crecimiento y desarrollo en la edad infantil .

Consiguió, plaza de ayudante del Museo Anatómico, y en 1902, auxiliar de Cirugía de la cátedra de San Martín, hasta que, en abril de 1905, mediante oposición, obtuvo plaza de cirujano en el Hospital Provincial de Madrid. Este centro gozaba de gran prestigio contándose entre sus figuras personalidades de la talla del internista compostelano Jacobo López Elizagaray (1860-1934), maestro de múltiples generaciones de médicos, entre los que se cuentan discípulos tan dispares como Jiménez Díaz y Pío Baroja.

Vinculado a Compostela intensamente, su tío José Goyanes Meneses fue encargado de dirigir los trabajos de construcción del Psiquiátrico de Conxo. Su primo Vicente Goyanes Cedrón fue catedrático de Anatomía y luego de Histología y anatomía patológica de la Facultad de Medicina compostelana y médico y director del Psiquiátrico de Conxo.

Según contaba el profesor Teófilo Hernando en su necrológica el perfil de Goyanes era un tanto inquieto, nervioso y perfeccionista, lo que le llevó al éxito.

Sociedades científicas

Fue un miembro activo de la Academia Médico-Quirúrgica española en la que participaba frecuentemente en los debates científicos sobre temas variados de la cirugía, como era propio de la época, en la que no se había alcanzado la gran especialización quirúrgica actual.

Profesor

Ejerció varios años como profesor ayudante de Patología Quirúrgica y, a la muerte de San Martín en 1908, concurrió a la oposición para cubrir su cátedra, celebrada en 1910. A pesar de una brillante intervención de Goyanes, terminó en empate a votos y, posteriormente, se cubrió por concurso de traslado entre catedráticos, lo que perjudicó al joven monfortino, que abandonó la docencia en 1911.

Real Academia Nacional
de Medicina

El 8 de diciembre de 1918 leyó su discurso de ingreso en la RANM sobre el tema: Introducción al estudio de la operatoria quirúrgica; con un resumen estadístico de la labor realizada durante los últimos siete años, 1911-1917, en las clínicas a nuestro cargo en el Hospital General, al que le respondió el académico Enrique de Isla y Bolómburu.

Instituto del cáncer

En 1917 fue nombrado presidente del Instituto del Cáncer. Permaneció en el puesto hasta 1931 en que, a pesar de ser republicano convencido, primero fue confirmado en el puesto y luego cesado y sustituido por su segundo, Pío del Río Hortega, tras un oscuro incidente de robo de radio de la caja fuerte del Instituto.

Hasta 1945 estaría muy vinculado al estudio del cáncer pues continuó acudiendo de modo oficial o personal a diversas actividades, congresos, conferencias internacionales etc. sobre el tema. De hecho estrechó lazos con las instituciones similares de países como Francia, Inglaterra y EE. UU..

El Bocio en España

Su interés por la endocrinología, especialidad naciente en los años juveniles de Goyanes, y en especial el tiroides, se vio ya su tesis doctoral. En 1930 un libro sobre Cirugía del tiroides, tema complejo técnicamente por la dificultad anatómica de la zona. Esta labor alcanzaría su culmen en el estudio que realizó con Marañón acerca del bocio y el cretinismo en España. En 1921, el director general de Sanidad, Dr. Martín Salazar, creó una Comisión para el Estudio del Bocio integrada, además de por ellos, por el Dr. Céniga, que fallecería pronto, con la labor inacabada. Para abarcar toda España solicitaron colaboración de médicos de toda la nación, entre las que, según Marañón, destacan las de los gallegos Gil Casares y Hervada. Marañón recorrió los Pirineos vascos y navarros y casi todas las sierras del centro peninsular y Goyanes, y Céniga, el Pirineo asturiano y leonés, y de la zona montañosa de Ávila; recabando datos ambos en las Alpujarras, Sierra de Gredos y Las Hurdes.

Doctor Honoris Causa por la universidad de Burdeos

La colaboración frecuente de Goyanes en revistas científicas y foros del país vecino, le llevó a la concesión de este doctorado por Burdeos.

Para celebrarlo se editó un libro-homenaje en el que participaron científicos de los más destacados del mundo como Cajal, los hermanos Mayo cirujanos, dueños de la famosa clínica de Rochester (U.S.A), Marañón o Gómez Ulla, entre otros.

Guerra civil

Durante la guerra, ya con 50 años, estuvo ejerciendo la cirugía en Salamanca y comenzó a ir con frecuencia a Canarias, a donde se retiraría jubilado hacia 1948.

Otros logros.

Goyanes destacó en la cirugía vascular, en particular en el tratamiento de los aneurismas, y en el desarrollo de la anestesia intraarterial. También construyó una cámara neumática para intervenciones quirúrgicas con presión baja mucho más sencilla y barata que la de Sauerbruch.

Recibió numerosas distinciones de diversos organismos internacionales por lo que es muy difícil condensar en tan breve espacio una labor del calado de la de este importante cirujano gallego.