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El estudio Oikos y los arquitectos Jorge Salgado y Celso López son los profesionales que diseñaron las nuevas facultades de Farmacia y Enfermería y un Centro de Investigación en la USC Texto Manolo Fraga

Vuelo609, propuesta ganadora para el centro de Ciencias da Saúde

El proyecto de la Cidade da Saúde de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) da un paso más con el fallo del concurso para el Centro de Ciencias da Saúde, que comprende las nuevas Facultades de Farmacia y Enfermería y un nuevo centro de investigación del área de Ciencias da Saúde, certamen convocado conjuntamente con el Colexio de Arquitectos de Galicia (COAG) en noviembre de 2021. El futuro centro se situará en las parcelas de la avenida Lope Gómez de Marzoa, avenida Mestre Mateo, del Edificio Emprendia y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSE), en terrenos propiedad de la propia universidad.

Según manifiesta el COAG, es necesario convocar concursos para proyectos de interés general con el objeto de crear debate arquitectónico entre la ciudadanía y los profesionales de la arquitectura, “punto no que o Colexio pode xogar e xoga papel enriquecedor”.

El jurado de este concurso abierto, a nivel de anteproyecto, analizó y evaluó un total de 37 propuestas. Fallado el pasado 21 de noviembre, el primer premio fue para el proyecto Vuelo609 de la Unión Temporal de Empresas (UTE) compuesta por Oikos Estudio de Ourense (de los arquitectos Alfredo Freixedo Alemparte y Pedro Diéguez Iglesias); el arquitecto de Pontedeume Jorge Salgado Cortizas; y el arquitecto de A Coruña Celso López Martín. El premio recibido asciende a 30.000 euros.

“O contorno, o encontro do Campus Vida coa periferia arborada, o río Sarela, as zonas verdes inmediatas ou os edificios próximos levounos a entender a fragmentación como a solución máis axeitada para este lugar” –manifiestan los arquitectos que componen la UTE–.

Los arquitectos diseñaron una trama compuesta por dos partes diferenciadas y bien conectadas por una única pieza que funciona como un puente, es decir, el aulario Así, crean una organización volumétrica muy clara y con una función específica: aulario para las clases teóricas compartido por las dos facultades, laboratorios de farmacia, laboratorios biomédicos y aulas prácticas de enfermería en tres cajas de madera integradas en la masa arbórea.

“A flexibilidade espacial de cada unha das pezas permite que os espazos se poidan dividir ou agrupar segundo as necesidades actuais e adaptarse a función futuras” –argumentan–. Aseguran que el propósito es la búsqueda de un funcionamiento óptimo de cada una de las piezas, pensadas de manera autónoma y al mismo tiempo conectadas en un único conjunto, siempre con respeto al medio ambiente, rodeados de vegetación, con control energético –biomasa–, uso de las aguas pluviales, control solar –orientaciones sur protegidas con lamas horizontales que generan sombra sobre el vidrio de fachada y permiten la visión lejana–, y uso de materiales sostenibles.

El jurado destacó que la propuesta Vuelo609 es nítida y depurada, caracterizada por la coherencia y claridad de su solución y fundamentada en la fragmentación de la dotación en volúmenes independientes, identificando y asignando los espacios para cada área funcional. Además, puntuó positivamente su ejecución por fases “extremadamente” conveniente, incluyendo la posibilidad de una ejecución parcial de la fase 1, prioritaria para la USC. También se valoró la calidad del proyecto urbano en el que destaca el control de las medidas y de la escala de volúmenes, manteniendo la proporción del espacio vacío en relación con lo edificado. Otro valor que tuvo en cuenta el jurado fue la reducción del impacto del tránsito rodado y el énfasis en las circulaciones peatonales. También apuntó a la claridad organizativa de las áreas funcionales, y las proporciones y conexiones entre ellas, con una sencilla y efectiva flexibilidad y de uso de los espacios para aulas, con tabiques plegables.

En definitiva, el jurado valoró la claridad en la estructura y distribución de las instalaciones mediante plantas técnicas independientes para aulas y laboratorios, lo que aportará ventajas funcionales, económicas y de seguridad. La sostenibilidad es otra clave del proyecto, basado en una orientación de los espacios acordes a los usos, con cubiertas ajardinadas y amplias zonas verdes, siempre con una coherencia económica ajustando materiales y sistemas.

El segundo premio del concurso fue para la propuesta Romores da siudád de SV 60 Arquitectos, estudio de arquitectura sevillano de Antonio G. Liñán y Antonio González Cordón. Han recibido un premio de 15.000 euros.

El jurado ha destacado su estrategia de implantación, ya que diseña integralmente el ámbito, tanto los espacios construidos como los libres, con la clara intención de favorecer la permeabilidad transversal de la parcela. El proyecto presenta una volumetría esquemática ordenada, buscando la integración en la trama urbana, favorecida por el uso de una escala adecuada a su entorno. Otro aspecto que señaló el jurado fue la voluntad de modificación de la topografía para crear un espacio fluido y continuo en el nivel del espacio más público, generando espacios de oportunidad asociados a espacios de circulación con cierto potencial de versatilidad funcional. Por otra parte, el jurado apostilla que la distribución interior en este proyecto es clara y ordenada, con una disposición estratégica de elementos fijos que favorece la flexibilidad y modulación de los espacios y maximiza el espacio útil libre en planta. Así, el jurado concluyó que el proyecto presenta una ejecución por fases bien estudiada y definida, con una apariencia coherente de la dotación.

El tercer premio, valorado en 7.500 euros, fue para Terra010 del arquitecto vigués Alfonso Carlos Penela Fernández. El jurado apunto que es la mejor de las propuestas que apuesta por la tipología claustral, contundente, clara y masiva. Así, la inclusión de un zócalo resuelve el problema de la topografía de la parcela con su acusada pendiente, aunque sí provoca el surgimiento de tensiones con la trama urbana circundante. Los miembros del jurado destacan la buena ordenación interior y la organización funcional, que facilitan la orientación de los usuarios, y el buen control en materia de instalaciones, aunque señalan que las aulas en pendiente es una idea cuestionable en los que se refiere a su funcionalidad y flexibilidad. Ya en los accésits, el primero fue para 321Agora del arquitecto pontevedrés Adolfo Agra Gutiérrez, que recibe 4.000 euros de premio; y el segundo accésit para Abcde678 de los arquitectos madrileños Néstor Motenegro Mateos y Javier Mosquera González, con 3.500 euros de premio.

08 ene 2023 / 01:00
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