Así es cómo se corrige la espalda encorvada y se calma el dolor

Se trata de una afección bastante común, que puede evitarse adoptando ciertos hábitos posturales

Así es cómo se corrige la espalda encorvada y se calma el dolor

Así es cómo se corrige la espalda encorvada y se calma el dolor

Alexandra Marcos

La cifosis es un trastorno que puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más frecuente en niños y en personas de mayores. En muchas ocasiones, un simple cambio de hábitos posturales y ciertos ejercicios son suficientes para tratarla.

¿Qué es la cifosis o espalda encorvada?

Se trata de una afección que puede ser el resultado de una malformación hereditaria, estar causada por el debilitamiento óseo o puede deberse a unos hábitos posturales incorrectos.

La cifosis, la parte superior de la espalda, está excesivamente curvada hacia adelante. Es por eso que las personas que la sufren tienen una apariencia jorobada o encorvada, según la gravedad del caso.

Las personas que pasan mucho tiempo sentadas, más propensas a sufrir cifosis

Los estudios indican que los casos de espalda encorvada son más frecuentes en los grupos de personas que tienen que permanecer, a diario, sentadas durante varias horas, caso de los estudiantes o de los oficinistas.

Aunque la espalda encorvada no siempre produce dolor, en algunos casos sí que lo hace, pudiendo llegar a ser muy intenso.

Cómo tratar la cifosis y minorar el dolor que produce

Existen algunos hábitos y ejercicios que son útiles para tratar el problema y aliviar el dolor asociado al mismo. Una sencilla forma de hacerlo es utilizar una simple toalla. Para ello, haremos un rollo con la misma y nos tumbaremos, colocando la toalla enrollada donde la curvatura de la espalda es más acusada. Nos apoyaremos dejando caer la cabeza lentamente, hasta que tengamos la sensación de los hombros también caen.

También es muy útil tumbarse directamente en el suelo y levantar los brazos hacia atrás, procurando que la zona lumbar no se mueva. Mantendremos la postura durante varios segundo y, tras un breve descanso, repetiremos el ejercicio.

Las planchas son otro excelente remedio para aliviar el dolor. Y también podemos practicar el siguiente ejercicio: nos pondremos a cuatro patas y levantaremos simultáneamente una pierna y el brazo contrario.

Adicionalmente, y como consejo, mantengamos siempre una postura recta y erguida cuando estemos sentados.