Tres rutas diseñadas para quemar calorías sin salir de Santiago de Compostela

Además, descubrirás parte importante del patrimonio de la capital gallega

R. S.

Nos encontramos ya en pleno verano y los excesos del invierno -al menos para algunos- siguen ahí. No todo el mundo dispone de tiempo y dinero para apuntarse al gimnasio, pero hay algo a lo que aferrarse: caminar.

Buen calzado, ropa adecuada y constancia para lograr resultados. Sin salir de Compostela sobran alternativas para realizar esta práctica mientras se disfruta de la naturaleza.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para mejorar y mantener la salud bastan 30 minutos de actividad física de intensidad moderada (bailar, jardinería, tareas domésticas o caminar a paso rápido) cinco días por semana. Acompañando el ejercicio de una dieta equilibrada, el éxito está asegurado.

Sarela, de puente a puente

Ruta do Sarela, un sendeiro á beira do río que permite ir á pé e tamén en bicicleta, accesible andando dende o centro da cidade / jesús prieto

Ruta do Sarela, un sendeiro á beira do río que permite ir á pé e tamén en bicicleta, accesible andando dende o centro da cidade / jesús prieto / VALERIA PEREIRAS

Diseñada por el Concello, para recorrer esta ruta de 10 kilómetros hacen falta unas dos horas.

Además de quemar calorías, el paseo invita a profundizar en el papel que el cauce fluvial desempeñó en la historia de la ciudad. No solo abastece de agua a la zona oeste, sino que a sus pies surgieron varios molinos y una productiva industria de curtidos con especial relevancia desde mediados del siglo XIX hasta la mitad del XX.

Según la propuesta municipal, el primer tramo arranca en A Peregrina y concluye en Ponte Romaño. Al margen de la carballeira y la iglesia que hay en la parroquia que marca el punto de partida, merece la pena hacer una pausa en el lavadero y en el molino.

Toca continuar entonces hasta Pontepedriña de Arriba, intervalo en el que también cobran especial interés esas señas de identidad características del Sarela, es decir, los molinos, una antigua fábrica de curtidos y un lavadero. El periplo sigue después en dirección a Ponte de Casal da Horta, un trecho de especial interés natural que en su día fue utilizado para el baño.

Muy cerca del final se encuentra el molino de Agra. Una vez superados los algo menos de 500 metros hasta Ponte de Lermo, la ruta se aproxima cada vez más al casco urbano y alcanza Ponte do Asén, un área en la que los lavaderos tuvieron gran protagonismo. El trayecto prosigue por Carme de Abaixo, Ponte Sarela y San Domingos para culminar donde el Sarela se funde con el Sar, en Vidán.

Bosque de Galicia

Bosque de Galicia

Bosque de Galicia / cidadedacultura.gal

Abierto desde hace siete años, es uno de los últimos en incorporarse al mapa de sendas peatonales. Con una longitud de máis de cinco quilómetros, el trazado empieza en la avenida Diego Bernal y, a través de una sinuosa ruta por la ladera del monte Gaiás, conduce hasta la Cidade da Cultura.

El paseo discurre entre siete mil árboles de especies autóctonas y regala hermosas vistas del barrio de Fontiñas y del resto de la ciudad. En la cumbre, hay un mirador con un banco que quizás no tarde mucho en competir con el de Loira en las postales del atardecer. Cuando anochece, el periplo se ilumina con un sistema fotovoltaico que sirve para indicar el recorrido.

Monte Pedroso

Estampa de Santiago desde el mirador del Monte Pedroso

Estampa de Santiago desde el mirador del Monte Pedroso / ECG

Tomando Carme de Abaixo como punto de partida, la subida al Pedroso es una alternativa especialmente atractiva para los amantes de la naturaleza. Con cinco kilómetros de longitud, bastaría con algo más de una hora para alcanzar la cima. También hay otro camino más corto, desde Ponte Asén (parque de Galeras).

En este caso, habría que cruzar la aldea de Casas Novas y continuar por el sendero ascendente marcado por el vía crucis. Sería suficiente con 40 minutos. El premio es una de las vistas más emblemáticas de la ciudad en su conjunto, siempre con las torres de la Catedral recortando el cielo.