DIGESTIVO

Las hemorroides afectan a la mitad de los españoles: ¿qué nuevos tratamientos existen?

En el canal anal existen unas estructuras vasculares y elásticas que, cuando se inflaman y salen por el ano, se denominan hemorroides o enfermedad hemorroidal.

Una de las enfermedades más comunes entre la población son las hemorroides. Se calcula que las padecen en torno al 35% de las personas en el mundo. Suelen aparecer entre los 25 y los 55 años, y afectan a hombres y mujeres por igual, aunque estas últimas presentan una mayor incidencia por los embarazos.

En el canal anal existen unas estructuras vasculares y elásticas que, cuando se inflaman y salen por el ano, se denominan hemorroides o enfermedad hemorroidal. 

Como apunta el doctor Mauricio García Alonso, especialista de CMED y responsable de proctología de la Unidad Integral de Digestivo y Cirugía General del Hospital Universitario Vithas Madrid La Milagrosa. 

  • “Aunque es difícil establecer su prevalencia real, ya que muchos pacientes las ocultan y otros son diagnosticados erróneamente, se estima que el 50 % de la población tendrá algún síntoma a lo largo de su vida en relación con esta patología”.

Origen de las hemorroides

A pesar de ser un problema muy común las causas que originan las hemorroides no están todavía determinadas. Tal y como explica el doctor García Alonso, los factores más habitualmente relacionados con la enfermedad son:

  • Herencia.
  • Alteraciones del hábito defecatorio (estreñimiento, diarrea...)
  • Pasar mucho tiempo de pie.
  • La estancia prolongada en el aseo.
  • El sedentarismo.
  • La dieta.
  • Problemas endocrinos y metabólicos.
  • La edad.
  • El embarazo.

Tipos de hemorroides

El lugar donde se produzca la inflamación va determinar del tipo de hemorroides que estamos hablando: externas, internas o trombosadas. Y aunque los síntomas que provocan son parecidos, hay algunas molestias que van a indicar de qué tipo de almorranas hablamos. 

  • Hemorroides externas: cuando la inflamación vascular se produce en el entorno del ano, y las molestias más habituales son el picor en la zona, dolor, sangrado e hinchazón alrededor del ano. 
  • Hemorroides internas: situadas en el recto, no suelen producir molestias pero si causar problemas a la hora de defecar, como sangrado sin dolor durante las deposiciones. 
  • Hemorroides trombosadas: son aquellas en las que la sangre forma un coagulo en la hemorroide externa y provocan la aparición de un bulto cerca del ano, además de un intenso dolor e hinchazón.

Una vez que surgen estas molestias, lo mejor es acudir a un especialista para un correcto diagnóstico.

Exploración de las hemorroides

Desde el área de proctología de la Unidad Integral de Digestivo y Cirugía General del Hospital Universitario Vithas Madrid La Milagrosa señalan que el reconocimiento del médico se basa principalmente en una exploración meticulosa mediante el tacto rectal y la anuscopia, un procedimiento en el que se utiliza un tubo pequeño, llamado anuscopio, para observar el revestimiento del ano y el recto. 

“En algunas ocasiones, es necesario realizar otro tipo de pruebas, como una manometría anal y un estudio anorrectal funcional”, puntualiza el doctor Mauricio García Alonso. 

El tipo de hemorroide y su evolución determinará cuál es la técnica más adecuada en función de la sintomatología, la edad y el estado de la enfermedad.

Nuevos tratamientos

En cuanto al tratamiento de las hemorroides, “que no son simples varices anales”, puntualiza el especialista, los proctólogos ofrecen a los pacientes dos nuevas técnicas. 

  • Dentro de los tratamientos no quirúrgicos y mínimamente invasivos, destaca la radiofrecuencia de las hemorroides o Sistema Rafaelo®, que consiste en la esclerosis de la hemorroide mediante una sonda de radiofrecuencia. 

A diferencia de las otras técnicas instrumentales, se suele realizar en el quirófano y con sedación, aunque los pacientes pueden recibir el alta en unas pocas horas.

  • Dentro de los tratamientos quirúrgicos, destaca la Desarterialización Hemorroidal Transanal (THD®), que consiste en la ligadura vascular del tejido hemorroidal. 

“Empleamos un rectoscopio, asociado a un eco-doppler, para localizar la arteria hemorroidal, su posterior ligadura y la fijación de las hemorroides, logrando así la reducción del tejido, la interrupción vascular y la fijación por fibrosis”, señala el doctor García Alonso. 

Esta técnica soluciona el sangrado, disminuye el prolapso y “ofrece excelentes resultados a largo plazo y menor dolor postoperatorio”.