"El tren de Rosalía", el tortuoso relato de la llegada del ferrocarril

“Lectores, ¡al tren!”, Con estas palabras el periodista Tomás Cavanna Benet inicia su obra El tren de Rosalía, un tortuoso y rocambolesco relato de la historia que precedió a la llegada del primer ferrocarril a Galicia en 1873. Una obra ilustrada con más de 130 imágenes y documentos muy desconocidos, editada por Alvarellos y el Consorcio de Santiago y prologada por el escritor y Premio Nacional de Narrativa, Suso de Toro.

El libro relata que hace 150 años que llegó el tren a Galicia. Un tramo de 42 kilómetros entre Cornes (Conxo), –al sur de Santiago– y Carril. Fue un 15 de septiembre de 1873.

El vapor que la locomotora iba dejando a su paso, camino de Carril, parecía ir dibujando, en el aire, la increíble y tortuosa historia, llena de contratiempos que cuenta con todo detalle en esta obra Cavanna Benet. Relata de esta forma toda una peripecia digna de un verdadero guión cinematográfico, según indica la editora. “Con final feliz, sí, incluida la gran fiesta de inauguración de aquel lunes hace 150 años, pero que arrastró, en cada curva de la vía, todos los posibles problemas que uno se pueda imaginar...”, explican.

Recuerdan en el libro que la idea de convertir Santiago “en puerto de mar” había surgido dos décadas antes, en 1859, cuando ya los trenes circulaban por ejemplo por Barcelona, Madrid, Zaragoza, Alicante o Irún. “En Galicia, el contexto económico era muy adverso y precisamente por esta razón, el tren vendría –digámoslo en términos ferroviarios– cambiar la aguja del país, a traer riqueza. Así lo pensaron los primeros actores de aquella hazaña: como el republicano José Sánchez Villamarín o el prestigioso geógrafo Domingo Fontán”, según se describe.

Pero lejos de eso, todo serían dificultades en el sueño de Villamarín y Fontán: falta de recursos (el fantasma de la quiebra planeó continuamente sobre el proyecto), errores de cálculo en la previsión de costes e, incluso, los grandes rentistas que asustaban con bulos afirmando que el paso del tren dejaría a las vacas sin leche, convirtieron la inauguración del ferrocarril en una pesadilla.

Así describe Tomás Cavanna la increíble historia de El tren de Rosalía.. Y si se preguntan el porqué de De Rosalía, la explicación del autor es que se debe a que la gran poeta vivió sus años finales al pie de la estación de Padrón, y porque sus restos mortales realizaron en él su último viaje en 1891, como bien relata en el prólogo Suso de Toro.

Tomás Cavanna (Madrid, 1947 ) es un profundo conocedor de la historia que relata con gran agilidad y datos muy precisos. Llegó a Galicia en 1993 contratado por Camilo José Cela para dirigir su fundación de Iria Flavia, ocupando el cargo hasta que, en 2010, la institución dejó de ser privada. Desde 1996, siguiendo instrucciones de Cela, construyó, equipó y dirigió el Museo Ferrocarrilero John Trulock, con el que el Nobel quiso perpetuar la �figura de su abuelo materno, que entre los años 1881 y 1919 fue designado gerente del The West Galicia Railway.