Hallan el cuerpo de un hombre en el Ulla que podría corresponder al desaparecido en Teo

La Guardia Civil confirmó la aparición del cuerpo sin vida de un varón en la mañana de este lunes en el río Ulla, a su paso por Vedra. Y pendientes de la confirmación de los forenses, todo hace pensar que se trata de los restos de Óscar García Lema, el vecino de Cepeda (Teo) que desaparecía el pasado 29 de marzo al filo del mediodía.

Según ha trascendido, el hallazgo se produjo sobre las 11.15 horas por parte de una vecina que paseaba por el margen del curso fluvial, ya en las proximidades del área recreativa de Agronovo (entre Ximonde y Ponte Gundián). Hasta el lugar de los hechos se trasladaron el comandante de puesto de Lestedo y el Equipo de Policía Territorial Judicial de Santiago, constatando la veracidad de la información y dando aviso a la autoridad judicial y al médico forense.

Una vez en el enclave, el facultativo daba luz verde al levantamiento del cadáver, una vez recuperado, para de esta forma poder llevar a cabo la pertinente autopsia.

Se da la circunstancia de que a pocos kilómetros de la zona se celebraba el pasado fin de semana la Festa do Viño da Ulla, en la localidad de San Miguel de Sarandón, concentrándose una gran cantidad de gente, pero el hallazgo permanecía inédito hasta este lunes. Tampoco había pescadores recorriendo los márgenes fluviales, ya que la temporada no arranca hasta el 1 de mayo, una circunstancia que seguramente hubiera acelerado el hallazgo.

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En cuanto a la posibilidad que manejaba la Guardia Civil de que pudiera tratarse de otra persona que esté desaparecida, hay que recordar que a principios de febrero se perdía la pista a un vecino de Valga residente en Padrón, Cándido Blanco, centrándose también las batidas en la zona del Ulla y el río Sar. De cualquier forma, las enormes diferencias en cuanto a complexión (Blanco era menudo, y García superaba el metro ochenta de estatura) no deberían dejar lugar a dudas, un dato que también choca con la corriente del río, que baja hacia la ría de Arousa, mientras que el entorno padronés está bastante más cerca de la desembocadura que el de Vedra. La ropa, oscura, sería otro factor que ayudaría a una primera identificación de los restos del teense, de ser el caso.

Testimonios

En cuanto a los testimonios de los políticos y dirigentes locales, el mutismo se imponía debido a la investigación en curso, tanto para identificar el cuerpo como para dar con las causas de su muerte. De igual forma, la mujer de Óscar García, lógicamente alterada, se negaba este lunes a trasladar a este diario si había confirmación sobre la identidad del cuerpo que, de ser el caso, podría llevar casi tres semanas sumergido ya.

Durante todos estos días, los llamamientos de la familia para dar con una pista de Óscar García fueron casi que constantes en forma de vídeos, manteniendo la esperanza hasta el último momento.

Suspensión

Por su parte, desde la Guardia Civil se suspendían las batidas masivas el pasado fin de semana, justificando la decisión ante el cansancio de los participantes o la masificación en el entorno de búsqueda. Hay que recordar, además, que en los últimos días las pesquisas para dar con Óscar García se ampliaban hasta el municipio de Vedra y la zona del cauce fluvial donde finalmente aparecía un cuerpo. Tanto en este caso como en el del otro desaparecido en el entorno padronés también se hizo un llamamiento desde la plataforma Alerta Desaparecidos, que el lunes por la tarde aún mantenía en activo en distintas redes sociales, a la espera de confirmación. La difusión fue fundamental para que la población colaborase en ambas búsquedas.

Veinte días de búsqueda y unas 150 personas movilizadas

Ni perros, medios aéreos o decenas de voluntarios lograron dar con una pista de este sexagenario teense.

Fue el pasado 29 de marzo cuando saltaba la alarma ante la desaparición del sexagenario Óscar García, llamando de forma inmediata la familia a salir en su búsqueda.

La posibilidad que defendía su mujer era la de una desaparición involuntaria, algo que desde un primer momento no convenció a las fuerzas del orden que, sin descartar hipótesis alguna, se decantaba más porque fuera el propio varón quien decidiese ausentarse.

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En las batidas se llegaron a movilizar unas ciento cincuenta personas, además de los agentes de la Policía Local, Benemérita, Protección Civil y medio aéreos, pero pasaban los días y no aparecía ni rastro de un varón, alto y corpulento (de 1.82 de altura y 85 kilos de peso) que posiblemente no pasase desapercibido. Tampoco los perros adiestrados encontraban rastro alguno por las inmediaciones de su vivienda, y el entorno de las cuadras cercanas que solía frecuentar este trabajador del Instituto Europeo Campus Stellae tampoco ofrecían datos. “No hay ni un rastro de neumáticos”, aportaban fuentes cercanas a la investigación, al tiempo que su mujer descartaba que faltase dinero de la vivienda donde Óscar abandonó hasta su móvil.