Santa Minia volvió a desbordar devoción, jarana y autoridades en su despedida 2024

La Romería de Santa Minia volvió a atraer a miles durante los cinco días de celebración. Fieles y visitantes renovaron los votos con la santa romana cuyos restos descansan en la urna del santuario de Brión, que además lució sus retablos restaurados. En la jornada del miércoles, la última, también se dieron cita las autoridades estatales, autonómicas, provinciales y locales, con el regidor Pablo Lago al frente.Se dieron cita, asimismo, en una jornada matutina en la que no cayó ni una gota de lluvia, y con temperaturas agradables arropados por multitud de lugareños y devotos llegados desde comarcas como la de Barbanza, Ordes o Xallas.

Ya en el interior del santuario pudieron contemplar los tres retablos debidamente restaurados tras una intervención que comenzó en 2021 con el retablo-baldaquino que acoge las reliquias de la santa romana; continuó en 2022 con la intervención en el de la Virgen de Luján y se culminó hace unos días con la restauración completa del tercer retablo e imagen de la Virgen de Lourdes. Estas intervenciones superan los 50.000 euros, y la empresa adjudicataria fue Almuíña Restauración de Pontevedra, contando con las correspondientes licencias de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia.

La iniciativa partió del párroco y vecinos y serán oficialmente, inauguradas estas obras el próximo día 27 de octubre por monseñor Prieto, Arzobispo de Santiago.

En cuanto al devenir de la edición 2024 de la celebración brionesa por antonomasia, durante la noche del martes, día de vísperas, la carballeira estuvo totalmente abarrotada durante la tirada de fuegos de artificio y el espectáculo de luz y sonido en la capilla de Santa Minia, así como durante el concierto de la orquesta París de Noia. Las visitas al santuario comenzaron a las nueve de la mañana y se desarrollaron con colas, pero sin esperas más allá de los diez minutos en los momentos bajos y de veinte minutos coincidiendo con la celebración de la misa solemne. De este modo, millares de devotos cumplieron con la tradición de besar el sepulcro donde reposa la santa y pasar sobre él las típicas estampitas de Santa Minia para que les den suerte durante todo el año.

SEGURIDAD

Y al igual que en las ediciones anteriores, y por razones de seguridad, las velas de ofrenda que traían los romeros no fueron depositadas en la capilla sino en la casa rectoral, donde tienen lugar las misas. También fueron multitud las figuritas de cera con formas de manos, brazos, cabezas, piernas... de acuerdo con aquella parte del cuerpo en la que pidan la actuación de la santa y que los devotos habían presentado minutos antes delante de la Santa, tras comprarlos en los puestos que rodean la capilla.

Para evitar sobrecargar la carballeira con actividades, el Ayuntamiento de Brión mantuvo los cambios de emplazamiento que tan buen resultado dieron en ediciones anteriores. Así, las atracciones infantiles se trasladaron hasta la finca frente al centro social polivalente, de donde partían los más de cien puestos de venta de rosquillas, ropa, chorizos, quesos, jamón ibérico, golosinas, licores, filloas, herramientas, pulseras, velas, imágenes religiosas, música, zapatos o helados, así como varios food-tracks, y siempre sin olvidar la inevitables pulperías (precisamente, las orquestas se trasladaron la una parcela próxima a sus 5 carpas hosteleras para facilitar la instalación de palcos y evitar daños).

Y en lo que atañe a la lista de autoridades presentes, el regidor acompañó a Pedro Blanco, delegado del Gobierno en Galicia; a Gonzalo Trenor, delegado territorial de la Xunta en A Coruña; Valentín González, presidente de la Diputación coruñesa, así como los mandatarios locales de Ames, A Baña, Dodro, Negreira, Pontedeume y Val do Dubra.

También asistiron miembros de distintos partidos integrados en la Corporación local. La verbena prevista para la jornada de despedida incluía la gala de las orquestas Finisterre y Olympus que, pendientes de las lluvias, tenían previsto prolongarse hasta la madrugada del jueves.