El sector sopesa modificar la campaña del pulpo: “Nos estamos equivocando”

La Federación Galega de Confrarías aboga por abrir el debate para cambiar las fechas de la veda, pues al inicio de la campaña el cefalópodo aún está desovando

El precio medio se duplicó en las lonjas en una década: de 4,4 a 9,3 €

El hostelero ribeirense Javier Ordóñez posando con un pulpo de considerable tamaño / suso souto

El hostelero ribeirense Javier Ordóñez posando con un pulpo de considerable tamaño / suso souto / suso souto

El pulpo, el rey de la gastronomía gallega, está, desde hace un tiempo, por las nubes. El bajón en las capturas y el consecuente aumento de la demanda, sumados al incremento de los precios de productos y servicios vinculados, lo están convirtiendo en un manjar para ocasiones.

Existe una palabra en el diccionario de la RAE que define el rompecabezas que deben resolver a diario tenderos, comerciantes y empresarios para ajustar cuentas a la hora de determinar el precio de un producto o un servicio en función de los costes: escandallo. Y, mientras ellos revisan los precios al alza ante la subida de los precios, los consumidores hacen el mismo tipo de cuentas para llegar a fin de mes. Y eso le afecta también al pulpo: en casa, en los restaurantes y en las verbenas.

Y es que ese es precisamente uno de los productos que más se ha revalorizado en los mercados es los últimos años. Hubo un tiempo, no muy lejano (hace una década), en el que se cotizaba en las lonjas a una media inferior a cinco euros el kilo. Hoy, se paga a más del doble. Si en 2013 la media en las rulas fue de 4,43 euros, en lo que va de año fue de 9,34 euros.

En la actualdiad, tras la subida del precio del pulpo en las lonjas está la escasez del recurso, pero a ella se suma en los restaurantes la subida, por ejemplo, del aceite. Y, si hubo un día no muy lejano en el que la ración se pagaba a doce euros, hoy puede llegar a superar los veinte.

En la actual campaña, que comenzó el tres de julio, llegó a alcanzar en lonja el precio de 18 euros (en la de Vigo, el pasado 8 de septiembre). De momento, la media está en 9,67 euros y ya se han capturado 464.458 kilos del citado cefalópodo, que arrojaron una facturación de 4,4 millones de euros. La lonja de Ribeira es la que más pulpo ha comercializado en lo que va de campaña (102.040 kilos, con una facturación de 1.024.189 euros). En la rula de la capital barbanzana el precio medio fue de 10,04 euros y el máximo de 13,70.

En toda Galicia, las capturas de pulpo han ido creciendo y decreciendo a lo largo de la última década y, si en 2013 fueron 2.000.235 kilos, el mejor año fue 2016, con 3.192.187. El peor fue 2020, con 1.020.039 kilos (ese año alcanzó una cotización máxima de récord, al pagarse a 50 euros el kilo el día 16 de octubre en la lonja de Vigo). El pasado año se cerró con una cifra superior a la de 2013 (con un total de 2.260.843 kilos) y en lo que va del presente año son ya 1.411.985 kilos (la facturación supera los 13,1 millones de euros, siendo el precio medio de 9,34 euros y el máximo de 18,76).

EL DÍA DE LOS 50 EUROS

A lo largo de la última década, el precio del pulpo no ha parado de subir en las lonjas gallegas. La media en 2013 fue de 4,43 euros y en los años siguientes fue de 5,29 en 2014; 5,77 en 2015; 6,03 en 2016; 7,84 en 2017; 9,73 en 2018; 7,52 en 2019; 7,70 en 2020; 8,86 en 2021 y 9,17 en 2022.

También el precio máximo fue in crescendo: en 2013 fue de 10 euros; entre 2014 y 2016 fue de 12 euros; en 2017 subió a 17; entre 2018 y 2019 se situó en 18 y, tras el salto puntual de 50 euros registrado en Vigo en 2020, escaló hasta los 19,10 euros en el año 2021 y los 19,15 en 2022.

Respecto al histórico de facturación, la más baja de la década coincidió con la de menor producción. Fue en 2020 y se recaudaron 7,8 millones de euros. La más alta fue la del año pasado: 20,7 millones de euros.

HAY 1.182 AUTORIZACIONES

En Galicia son 1.182 las embarcaciones autorizadas para la captura del pulpo con nasa, según la Xunta.

En opinión del presidente de la Federación Galega de Confrarías y patrón mayor de Ribeira, José Antonio Pérez Sieira, a estas alturas, el sector tiene claro que tras la subida del precio del pulpo en los últimos años está la escasez del recurso por las consecuencias del cambio climático. Pero Pérez Sieira afina el tiro al señalar que “quizá nos estamos equivocando con las fechas de la campaña”.

DEL 19 DE MAYO AL 3 DE JULIO

En este sentido, explica que “es evidente que en el crecimiento del pulpo influye la temperatura del agua, y creo que nos estamos equivocando con la fecha de la apertura de la campaña (que es siempre la misma, a principios de julio) porque en ese momento había una gran cantidad de pulpo aún desovando. Es decir: si seguimos en esa línea, en vez de abrir la campaña cuando el pulpo ya tenía que haber desovado, estaremos comprometiendo las campañas futuras. Por eso creo que tendremos que trasladar a los técnicos y a la Consellería do Mar un debate que ya hemos abierto al respecto en algunas de las cofradías gallegas, porque creo que es conveniente analizar la necesidad de cambiar las fechas de la veda”.

Cabe recordar que la veda del pulpo se estableció entre las 16.00 horas del día 19 de mayo y las 05.00 horas del 3 de julio. En cuanto a la actual campaña, Pérez Sieira señala que “hubo un bajón de capturas muy importante el pasado mes de agosto”.

“HAY QUE CHUPAR EL PALILLO”

Respecto al remate, explica que “la fecha de cierre la determinará una comisión de seguimiento tras analizar la situación del recurso”. Asimismo, dijo que “se acaba de detectar un aumento de esta especie en el norte y también en Arousa”. En cuanto al precio, indica que “para el sector está bien, aunque al estar caro se ralentiza su consumo”. “Con precios de entre 18 y 22 € la ración, hay que chupar el palillo”, añade.

Desde la Consellería do Mar, los técnicos explican que “en el histórico de capturas no se aprecia una disminución del producto, sino más bien una estabilización del mismo”.

Con todo, añaden que “el ciclo de vida de esta especie es de dos años, y es frecuente que se alternen ciclos buenos con otros menos buenos”.

Pero, si ni las cofradías ni la Xunta hablan de escasez de pulpo, ¿por qué su precio es tan alto? Una hostelera de la comarca del Barbanza reflexionaba ayer al respecto: “No nos engañemos: cuando se sube el precio de un producto, luego cuesta bajarlo. Por otra parte, hay otros productos vinculados que también han subido. Y, al igual que ante la escasez de un producto se sube su precio, también se hace cuando abunda porque suele aumentar la demanda”.