Se confirma el crimen machista tras la aparición de un matrimonio de octogenarios sin vida en Sigüeiro

La Guardia Civil descarta la participación de terceras personas y asegura que la cerradura no estaba forzada

La principal hipótesis con la que trabajan los agentes es que Manuel, de 88 años, haya matado a Encarna, de 80 y con movilidad reducida, quizá por desesperación

Agentes de la Guardia Civil en la calle Castaños de Sigüeiro, donde aparecieron los cuerpos

Agentes de la Guardia Civil en la calle Castaños de Sigüeiro, donde aparecieron los cuerpos / Antonio Hernández

La Guardia Civil atribuye a un crimen machista la aparición de los cuerpos sin vida en Sigüeiro de un matrimonio de octogenarios que presentaban signos de violencia en un piso de esta localidad, ubicada en el Ayuntamiento de Oroso. Además, se descarta que haya terceras personas implicadas en el crimen, dado que la puerta de la vivienda no había sido forzada. Los cadáveres pertenecen a un hombre de 88 años, Manuel Barbeira Carneiro, y una mujer de 80, Encarnación Regueiro Rodríguez.

Ha sido un familiar quien se los ha encontrado en la mañana de este viernes, ya fallecidos, cuando ha llegado al piso, un tercero situado en el portal número 1 de la céntrica rúa Castaños. Por ahora "se investiga" lo ocurrido como un crimen, ya que ambos cadáveres tenían "signos de violencia", según ratifican fuentes de la Guardia Civil, pero ya por la tarde se confirmaba la principal hipótesis del suceso machista en el que uno de los cónyuges haya podido matar al otro y luego se quitara la vida, ya que no hay ningún indicio de que participasen terceras personas.

Aunque pocos conocían en profundidad a la pareja porque tampoco llevaba muchos años en el inmueble (procedían de la orilla compostelana del Tambre), quienes trataban con Manuel y Encarnación aseguran que jamás "se escuchó un grito o golpe" procedente del piso. La mujer, con movilidad reducida, no salía demasiado, y hace unas semanas se había desplazado una ambulancia hasta su domicilio. "Él la llevaba en coche antes, pero últimamente no conducía", apunta un vecino.

Y al hilo de estos datos, ni los inquilinos del número 1 ni los de los portales de alrededor dan credibilidad a una agresión violenta, sino que más bien coinciden "en que fue un crimen por desesperación o condescendencia ante el estado de su mujer", opinan. Esta es también la opinión del regidor, quien opina que "posiblemente se trate de un señor mayor que se vio desbordado" con el día a día de convivir con una persona con movilidad reducida y enferma. en cuanto a los profesionales de los Servicios Sociales, explican que el caso podría tener mucho que ver con el síndrome del cuidador superado por las circunstancias.

En cuanto a su devenir cotidiano, el personal de un supermercado cercano confirma que en los últimos meses solo veían al hombre, "que era quien venía a hacer la compra con un carrito, y parecía amable". En ocasiones le ayudaban a cargar la compra y nunca percibieron "una actitud violenta" por parte de Manuel.

Urxencias Sanitarias de Galicia-061 ha tenido conocimiento de los hechos sobre las 11.15 horas de la mañana y ha dado la alerta a la central del 112 para solicitar la intervención de las fuerzas del orden. El 061 envió una ambulancia de soporte vital básico con un equipo de Atención Primaria al lugar, pero los profesionales sanitarios tan solo pudieron confirmar el fallecimiento de las dos personas. Pasado el mediodía, se han presentado en el lugar efectivos del Servicio de Criminalística, así como la jueza y el forense.

RESTOS DE SANGRE. Por otro lado, vecinos de la capital orosana confirmaban a este diario la versión que difundía la TVG, y en la que se trasladaba que Manuel había sido visto esa misma mañana “desorientado y con restos de sangre” vagando por las inmediaciones de su domicilio. La hipótesis es que, posteriormente, habría subido de nuevo a casa para quitarse la vida.

Manuel era “discreto y no muy hablador, pero siempre daba las gracias”, apuntan comerciantes de la zona. En cuanto a la mujer, por lo menos hasta un periodo de tiempo relativamente reciente, “se movía algo, pero empleando un bastón”, si bien su estado podría haber empeorado en los últimos meses, de lo que daría fe la presencia de alguna ambulancia para atenderla ante la vivienda. Sin embargo, la pareja de Santiago establecida en Oroso no se había sumado al servicio de ayuda a domicilio ni recibía asistencia por parte de los servicios municipales. “Hay mucha gente así en Sigüeiro”, terciaba una cuidadora.  

Tras confirmarse que se trata de un caso de violencia machista, el regidor Álex Doval convocó un minuto de silencio este sábado, a mediodía ante la casa consistorial de la praza Isaac Díaz Pardo, en rechazo del asesinato de Encarna.